28 de diciembre de 2021

Mis mejores lecturas de 2021

 

Ha sido un año de muy buenas lecturas. No he abandonado ningún libro, pero ha habido alguno que se me ha hecho muy cuesta arriba. Os dejo una novela, un poemario (releído; no es la edición que pongo en esta entrada) y un libro de relatos que me han gustado mucho, aunque me ha costado decidir qué recomendaba.

Si os animáis a leerlos, espero que os gusten.
¿Qué me recomendáis?


 

Una distopía inquietante y llena de salvaje ironía sobre el hundimiento del dólar y el desmoronamiento de Estados Unidos, contada a través de una familia a la que se le acaba el sueño americano. 

Estados Unidos, 2029. Un siglo después, ha vuelto a suceder. El dólar se desploma, la inflación se dispara, el país se dirige hacia la bancarrota.

Y la familia Mandible, protagonista de esta sagaz y feroz novela distópica que, llevándonos al futuro, nos habla de realidades muy reconocibles, va a padecer las consecuencias.

Prósperos y sofisticados, aunque también disfuncionales, los Mandible esperan la herencia del nonagenario patriarca. Pero como fallece en plena crisis, la lluvia de millones con la que contaban hijos y nietos se disipa en el aire. Y los miembros de esta familia de clase alta se ven envueltos en situaciones para ellos inauditas: Carter, incapaz de afrontar el pago de la residencia de su senil madrastra, se ve obligado a acogerla en su casa; Avery se indigna porque ya no puede permitirse comprar aceite de oliva; su hermana Florence tiene que alojar a familiares que se han quedado sin hogar en su pequeño apartamento; a Nollie, escritora que ha vivido felizmente expatriada en París, no le queda más remedio que regresar a un país que le resulta irreconocible... Sólo la generación más joven, representada por el adolescente Willing, bicho raro y economista autodidacta, es capaz de buscar salidas imaginativas a la crisis.

Lionel Shriver, con su colmillo retorcido y su mala baba marca de la casa, mueve con habilidad a unos personajes desbordados por la situación, a los que retrata con mirada penetrante y humor salvaje. Y nos presenta unos Estados Unidos en los que el sueño americano muestra su lado más oscuro: las vallas fronterizas ya no sirven para evitar que entren inmigrantes, sino para que los ciudadanos no escapen; algún estado declara su independencia; el presidente –de nombre latino– decide crear una nueva moneda para sustituir al desmoronado dólar...

Editorial Anagrama/Lionel Shriver



Dámaso Alonso (1898-1990) ha definido Hijos de la ira (1944) como «un libro de protesta escrito cuando en España nadie protestaba. Es un libro de protesta y de indignación. Protesta ¿contra qué? Contra todo… Habíamos pasado por dos hechos de colectiva vesania, que habían quemado muchos años de nuestra vida, uno español y otro universal, y por las consecuencias de ambos. Yo escribí Hijos de la ira lleno de asco ante la estéril injusticia del mundo y la total desilusión de ser hombre. Es también un intento de indagación en la realidad del mundo, en su esencia, y de su primera causa […]: la vida es monstruosa porque es inexplicable […] De esta doble consideración […] nacen todos los matices y contradicciones que el lector podrá encontrar en las distintas posiciones respecto de la causa primera».

Fanny Rubio, directora del Instituto Cervantes de Roma y reconocida especialista en poesía española contemporánea, ofrece en este volumen una edición enriquecida con anotaciones y comentarios, que facilitan la comprensión de cada uno de los poemas, y con un estudio que analiza el alcance de la revolución literaria promovida por Hijos de la ira.

 Editorial Planeta de Libros


La necesidad de amor —obsesiva, autodestructiva, impredecible— nos conduce a lugares prohibidos; así sucede en el mundo escalofriante de Dame tu corazón, esta colección de relatos de la inimitable Joyce Carol Oates.

En estas diez magníficas historias nos encontramos con niños que escapan al control de sus padres; cónyuges que se despiertan un día y descubren que apenas se conocen; pasados obsesivos que interfieren en futuros inciertos; y también con la certeza de que aquello que tenemos más cerca pueden ser quienes nos hagan más daño. Historias sobrecogedoras capaces de despertar nuestras pasiones más profundas.

«El territorio de Oates es el de aquellas cosas que decimos en voz baja para nosotros mismos o solo las pensamos, avergonzados de sacarlas afuera y afrontarlas». (Carlos Zanón, El País)

Gatopardo Ediciones/Joyce Carol Oates


3 de diciembre de 2021

Almudena Guzmán: Quien


Quien hace del dolor ajeno
impasible
rentable y vanidosa inspiración,
no debería pasar a la historia
ni como hombre ni como poeta.

Hombres y poetas hay pocos.

Raposas entre las viñas los más.

 (De El príncipe rojo)


27 de noviembre de 2021

Divertimento dirigido a un receptor

Lo que (me) dices
y lo que (te) digo.
 
De la (entre)línea
al (no) lo digo
y (te) ¿lo digo?
 
De este juego
viene el vuelo.
 
Y la espera
del que (no) des-espera,
porque (des)espera
(re-sol) viendo el jeroglífico.


-Verónica Calvo-     

    

(Imagen Pierre Soulage)                                                     

18 de noviembre de 2021

Gratitud


                                                                                                  - Imagen tomada de la red-


Podría decir:
ilusión,
y volar
agarrada a una estela imaginaria.
 
Puedo decirte:
gracias,
y sentir
que un océano de paz desborda.
 
Esta realidad
no impide el vuelo;
ni tampoco hace naufragar
en aguas oscuras.
 
 
Era el pulso acelerado de la vida.
 
Es mirarme en tu pupila y saber que, este, es buen camino.
 
 
-Verónica Calvo-


11 de noviembre de 2021

Cruce de caminos

                                         -Imagen Diane Varner-

Salí del viejo camino,
tantas veces transitado,
dejando risas,
incertidumbres,
miedos y futuros.
Atrás,
lo que me hizo y que es, (ahora), ajeno,
 
—Demasiado peso;
                          demasiada vida—.
 
Cruce de caminos;
lugar de fragilidad
donde estamos expuestos
a la humanidad que nos habita.
 
A mi diestra,
baldosas amarillas,
conducen a la casa
de tejas rojas por sombrero,
olor a sopa y leña,
luces suaves y anodinas.
Sé que es de donde vengo;
de donde huyo y no lo quiero.
 
A mi izquierda,
entre polvo y umbría,
un camino; sinuoso,
alzada pendiente
y grandes rocas,
adentran en el bosque.
 
Elijo este camino,
sabiendo que la soledad
es compañera;
sabiendo que ya no es reto.
 
Mi alma se eleva,
tiembla como hoja
moribunda de noviembre.
Siento la llamada
y hacia ella me encamino.
 
En el corazón del bosque, mi nido.
              A esta profundidad me entrego.
 
Al caer la noche,
aullaré con la manada,
Luna será testigo,
mientras me desvisto,
de la escarcha.
Beberé arroyos,
seré brisa que mece
atalayas en los pinos.
 
Del bosque soy.
Sombra y viento.
Animal y mineral.
Canción ancestral
al cobijo de la cueva.
 
En el bosque
                   hay un solo latido.
 
-Verónica Calvo-
 
(Junio 2019)

De fondo sonaba Far from any road




31 de octubre de 2021

Para los que de verdad importan

                                                                                 -Imagen tomada de la red-



Silente oscura noche de difuntos.
Miro al cielo vaporoso y sin luna,
y tu recuerdo a mi mente importuna:
en soledad estoy con mis difuntos.
 
Con ellos quiero estar en esta noche:
recuerdos de sus gestos y sus voces.
Encontrarme su amor, que desconoces;
jamás contigo, sombra de reproche.
 
Y atrás ha quedado su sombra densa
en esta soledad de contrapuntos.
En mi alma queda liviandad inmensa.
 
Vela la vela el mundo de difuntos,
que trae consuelo al que en ellos piensa:
nos da oportunidad para estar juntos.
 
-Verónica Calvo-


21 de octubre de 2021

Evocar

                                                               -Imagen Donata Wenders-

Evocar
es (re)vivir
la pátina de la añoranza.
 
Revivo
y recorro el camino
que llevaba hasta tu cuerpo.
 
Vivo
(solo un momento)
en el ocre del recuerdo.
 
Evocar
es (re)abrir
la nostalgia de los tiempos.
 
-Verónica Calvo-


10 de octubre de 2021

Los 5 de R.

                                                      -Imagen Anka Zhuravleva-

I
 
En el silencio que todo lo llena,
el ruido.
Oigo al fondo el canto del viento.
 
II
 
Dejarse llevar por el viento.
Acallar las voces y los ruidos.
Silencio.
 
III
 
De quién fuiste, dime,
a quién perteneciste.
Y dijo:
al silencio.
 
IV
 
Se enredó en el viento.
Quiso pertenecer al cielo.
Era nube, nebulosa y lucero.
Se hizo silencio.
 
V
 
Allá, en el fondo del cielo,
brilla y canta
quien se fue con el viento.
Y nos dejó silencio.
 
-Verónica Calvo-

29 de septiembre de 2021

Sonata, voz y sonrisa

                                                       -Imagen tomada de la red-

                              

Hay una música
que desvela el velo
de esta noche.
 
Acude tu recuerdo
y quiere ser verso;
voz revivida
en el eco que deja el tiempo.
 
Hay una música
perdida en la marea de la vida.
 
Viene.
 
Y se va.
 
En mi recuerdo,
una sonrisa.
 
Y eso es más que una poesía.
 
 
-Verónica Calvo-


18 de septiembre de 2021

Preguntas evadidas, certezas contenidas

                                                                                        -Imagen Donata Wenders-

Amanecía.
Flotaba tu voz
en la promesa del nuevo día.


Preguntas evadidas.
Certezas contenidas.
 
Amanecía.
En tu canción,
una letra torcida.
 
Hubo en mi poema,
una estrofa perdida.
 
Amanecía...
 
Nuestras sombras alargadas
siguieron intactas,
al final del día.
 
-Verónica Calvo-


1 de septiembre de 2021

Atrás

                                                                                    -Imagen: Katia Chausheva-

    

Sobre el vuelo del recuerdo,
una nube.
Hay añoranza.
También olvido.
Selectiva memoria mía,
llévame allí donde nacen manantiales.
Sol del mediodía:
abre el corazón
y cura las heridas.
 
Vengo de la niebla de los días.
Hacia el horizonte difuso me encamino.
 
Atrás queda la estela y el rumor de los pasos perdidos.
 
 
-Verónica Calvo-

 

21 de agosto de 2021

Maram Al-Masri : Hatifa

 

                                                       -Imagen tomada de la red-

HATIFA

 

Madre: fallecida
Padre: Safar Ali
Edad: 16 años
Profesión: la muerte no le ha dejado trabajar

¿Es un crimen
si mis pies se alegran de tocar la esencia
de la tierra
cuando bailo?

¿Es un crimen
si desnudo mis hombros
y dejo flotar mi pelo?

¿Es un crimen
pintarme los labios
y decir que tengo boca?

¿Es un crimen
si soy una chica
como todas las otras chicas del mundo?

¿Si tengo un cuerpo,
si duermo,
si canto
si escribo
si tengo deseos
si amo?
¿Es un crimen vivir en un país
donde ahorcan
la libertad?

-Maram Al-Masri -

(De Almas con pies desnudos)


4 de agosto de 2021

El tiempo detenido

-
  -Imagen tomada de la red-


La extrañeza de los días
que empiezan y no terminan.
La hora de siempre
es la hora infinita.
De la longevidad de la mañana,
a la eternidad del fin del día.
 
Alguien debería sostener
                         tu mano en la alborada.
 
Alguien debería regalarte
                         una estrella vespertina.
 
Interrogar a la vida.
Rechazar las respuestas de los necios.
Buscar la luz en la pleamar y en la tormenta.
Encontrar lo mismo que ayer;
salir a recibir lo mismo de mañana.
(No caer en el girar de los días).
 
Alguien debería gritar y romper
                         el silencio contenido.
 
Alguien debería sacudirse
                         la sombra de los días.
 
-Verónica Calvo-


22 de julio de 2021

Permanencia


                                                                                         -Imagen Brooke Shaden-

 
Permanecer
en el sueño de sol y arena.
Tener el corazón
lleno de sal y brisa.
 
Quiero estar.
Quiero estar donde permanece el día.
 
Estuve allí,
donde la arena es sal;
donde el sol se despeina en la brisa.
 
Pertenecer
a esta parte sombría de la vida.
Tener la mirada
difuminada por la calima.
 
Quise estar.
Quise estar en la brisa, la arena, el sol y la sal de la vida.
 
Estar aquí. A h o r a.
 
Y seguir siendo hoja que el viento no se lleva.
Y seguir permaneciendo en el aire que me lleva.
 
 
-Verónica Calvo-


11 de julio de 2021

Un poema para Raisa


                                                                                -Imagen tomada de la red-


Recogió agujas de pino
y con las rosas secas de su cumpleaños,
se hizo una corona.
Planchó el vestido lila
y lo colgó en una percha
detrás de la puerta de su habitación.
 
A media mañana leyó un poema
y cerró el libro porque nada le dijo.
 
A media tarde parecía que la tormenta se alejaba.
Ajena a todo, la casa respiraba festividad.
 
Volvió a leer el poema
y volvió a cerrar el libro porque nada le dijo.
 
Después de la fiesta se quitó el vestido.
Lo dejó bien doblado sobre una silla
y sobre él, deshizo la corona.
Iluminó su habitación con veinte velas
y se tumbó en su lecho de nebulosas.
 
Cuando el silencio lo llenó todo,
volvió a leer el poema que nada le dijo
y dejó caer el libro.
 
Apagó las velas.
 
Y se fue.
 
-Verónica Calvo-
 
(En su memoria)

29 de junio de 2021

Lectura para el verano

Una novela de Lionel Shriver, un poemario de Ángel González y un libro de relatos de Mariana Enriquez.
Figuran entre mis favoritos. ¿Los habéis leído?
Espero que si os animáis a leerlos, os gusten.



Pandora Halfdanarson lleva lo que aparentemente es una prototípica vida de familia feliz americana. Vive en Iowa, en una casa unifamiliar, con su marido y dos hijastros adolescentes. El marido, que construye y vende muebles de alta gama, se ha obsesionado con la vida sana, quema calorías con la bicicleta y se ha convertido en un «nazi de la nutrición». Ella tiene su propio negocio de peculiares muñecos parlantes para adultos que causan furor y un pasado singular como hija de una vieja gloria de la televisión de nombre imposible: Travis Appaloosa.
Y es que la familia de Pandora no es precisamente prototípica, como demostrará la reaparición de su hermano Edison, pianista de jazz bohemio afincado en Nueva York, que viene a visitarla porque ya no tiene dónde vivir. Cuando lo reencuentra apenas lo reconoce, porque Edison ha engordado de un modo inaudito y se ha convertido en una mole obesa que come compulsivamente.
El aterrizaje del bohemio y asocial devorador compulsivo en la casa familiar de Pandora no tarda en generar conflictos, y el marido devoto de la bicicleta y la dieta equilibrada lanza un ultimátum bien claro: o él o yo. Y Pandora opta por su hermano, con el que se instala en un motel para ejercer de improvisada psicóloga y entrenadora personal con la intención de ayudarle a combatir una obesidad desbocada que amenaza no sólo su salud sino directamente su vida.
Inspirada en la experiencia autobiográfica de la autora, cuyo hermano mayor padeció una obesidad que le provocó un fatal ataque al corazón, esta novela es una sátira feroz de las «familias felices» y de una sociedad desquiciada, que se obsesiona con el culto al cuerpo y al mismo tiempo publicita y consume toneladas de comida basura. Pero es también una indagación en las complicadas relaciones entre hermanos, en el complejo de culpa y la necesidad de redención, en la lucha por salvar de la autodestrucción a las personas a las que queremos y a nosotros mismos.

Fuente: Anagrama



Ángel González (Oviedo, 1925) es sin duda uno de los mayores y más representativos poetas de la «Generación poética del 50». El presente volumen recoge ciento un poemas seleccionados por el propio autor de su ya mítica obra «Palabra sobre palabra», además de 19 poemas inéditos.
Ángel González obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y en 1996 el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En este mismo año de 1996 fue elegido miembro de la Real Academia Española.

Fuente: Visor Libros



El mundo de Mariana Enriquez no tiene por qué ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insólita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imágenes que jamás conseguirá sacarse de la cabeza.

Las autodenominadas «mujeres ardientes», que protestan contra una forma extrema de violencia doméstica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo serán hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que sólo tenía nueve años; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados... En estos doce cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de sí mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando así en el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosímil.

Mariana Enriquez es una de las narradoras más valientes y sorprendentes del siglo XXI, no sólo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier país o lengua. Mariana Enriquez transforma géneros literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la crónica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raíces, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

Fuente: Anagrama