Suceder en la aurora
y
acontecer en el ocaso.
Ser
agua viva
incluso
en el estanque.
Volver
a pasear las calles
y
cobijarme en mi silencio.
Suceder,
ser y volver
a
las altas cimas donde habité antaño.
Tomar
distancia,
hasta
del poema y sus consecuencias.
Recapitular
y poner, tras el epílogo, el punto final.