-Imagen
tomada de la red-
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Era un lienzo gris
aquella calle del centro
donde antaño paseábamos.
Hicimos nuestra
la fría lluvia de febrero
mientras nos reflejábamos
en cada charco.
Recuerda:
Vendaval,
campanas de cristal.
Viento afuera,
adentro,
tú.
Silencio...
Quedará el aguacero
calándome la ropa.
Y tu sombrero.
Entre nosotros,
lluvia y huesos
flotando en un océano
de distancia y consuelo.
-Verónica Calvo-