28 de mayo de 2016

Héroes y villanos

-Imagen: Natalie Shau-

En todo corazón humano hay un cielo y hay un infierno. En el cielo, supuestamente, somos seres de luz: héroes; en el infierno, nuestros propios antagonistas: villanos. Pero en el día a día, vivimos con una tercera persona que ni es tan luz ni es tan antagonista, y a la que llamamos «yo».

  En realidad, sabemos tan poco de nuestro ser de luz como de nuestro antagonista. Normalmente solo se dejan ver el héroe o el villano en circunstancias extraordinarias. Y tampoco siempre.

  Pero esto no es todo. La cosa se complica cuando entran «los demás»; es decir, los que nos rodean y a los que rodeamos, que por supuesto, vienen con su tercero incorporado: su héroe ser de luz, su villano antagonista, y él, o ella. De modo que cuando hablamos con una persona podríamos decir que no somos dos los personajes que estamos interactuando si no seis en realidad. Imagina en una reunión, o en el metro o en un estadio de fútbol. Y eso sin contar con las personalidades múltiples, que las hay.

  El hecho es que desde el principio de los tiempos humanos, el cielo y el infierno, han estado en permanente lucha, y que su campo de batalla, hemos sido, somos y seremos, nosotros… O nuestro corazón.


-Texto del programa de radio “Negra y criminal”, 
presentado y dirigido por Mona León Siminiani.-


24 de mayo de 2016

Poema a corazón abierto

-Imagen: Nicoletta Tomas-

Quedarán:
tus huellas,
indelebles en mi vida.
Cada palabra y caricia
en el aura de mi alma.
Cada mirada
tuya en la mía.

Quedarán:
Nuestras dos playas
-mediterránea y atlántica-.
Nuestras noches
íntimamente abrigadas.
Cada suspiro,
cada alegría y lágrima.

Para siempre,
tu recuerdo, reverberando en mi silencio.
Descansa ya, amor... Descansa.


-Verónica Calvo-

(A Manel: en tu memoria. 14 de mayo de 2016)

20 de mayo de 2016

Harper Lee: Matar a un ruiseñor


Sinopsis

Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama, cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. 
Novela de iniciación, Matar a un ruiseñor muestra una comunidad, la del sur de Estados Unidos durante la década de 1930, dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente y la rigidez de los vínculos familiares y vecinales, así como por un sistema judicial sin apenas garantías para la población de color.

Antes de poder vivir con otras personas tengo que vivir conmigo mismo. La única cosa que no se rige por la regla de la mayoría es la conciencia de uno.

La historia transcurre en el imaginario pueblo sureño de Maycob, Alabama, durante tres años, en la Gran Depresión. La narradora es Scout Finch, una entrañable niña, huérfana de madre, de seis años, que junto a su hermano Jem y su amigo Dill van descubriendo el mundo adulto a la vez que intentan contactar con su vecino, el huraño y ermitaño Boo Radley.
    Su padre, el abogado Atticus Finch, un hombre de principios que no dejará de sorprender al lector por su integridad y humanidad, le encargan defender a Tom Robinson, un negro que ha sido acusado de violar a una mujer blanca. Atticus acepta, lo que levanta controversias en el pueblo y en su propia familia, llegando incluso al odio, hasta el punto de llamarle «amante de los negros». Tratará de preparar a sus hijos para todo lo que va a venir: insultos, burlas, difamación, incluso violencia, ya que defenderá a Robinson de la mejor manera posible.    

Quería que vieras lo que es realmente el valor, en lugar de tener la idea de que el valor es un hombre con un arma en su mano. El verdadero valor es cuando sabes que tienes todas las de perder, pero emprendes la acción y la llevas a cabo a pesar de todo. Raramente ganas, pero algunas veces lo logras.

Me ha encantado cómo evoluciona la historia y los personajes. Especialmente Scout me ha llegado al corazón, por su inocencia, su mundo de niña y cómo va perdiendo esa inocencia.
   El personaje de Atticus es toda una lección de humanidad y reflexión. Quieras o no quieras, si no se convierte en tu personaje favorito, empatizarás con él y te hará pensar.

Confiaba en que ustedes, señores, estarían de acuerdo con ellos en la suposición, en la indigna suposición, de que todos los negros mienten.

Matar a un ruiseñor habla de solidaridad, justicia, amistad, lucha contra los prejuicios, de la pérdida de la inocencia ante actos execrables y retrata a la perfección una época que de alguna manera, sigue vigente en la actualidad.

 Es todo un clásico contemporáneo. Si no la habéis leído, os la recomiendo.

¿La habéis leído? ¿Habéis visto la película? ¿Qué pensáis?

Autora: Harper Lee
Nº de páginas: 416 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Zeta bolsillo
ISBN: 9788490701218
Precio: 12€

12 de mayo de 2016

XXV



¿Qué haces,
dime la terrible eternidad
que te asola?
Y me respondió:
Y tú, dime,
¿acaso sabes
vivir en medio
del tumulto
de la vida?

-Verónica Calvo-

-De “Las pequeñas esencias”-





8 de mayo de 2016

Leopoldo María Panero: Dedicatoria


Imagen: Leonor Fini
Más allá de donde
aún se esconde la vida, queda
un reino, queda cultivar
como un rey su agonía,
hacer florecer como un reino
la sucia flor de la agonía:
yo que todo lo prostituí, aún puedo
prostituir mi muerte y hacer
de mi cadáver el último poema.


-Leopoldo María Panero-


("Last River Together" 1980)






4 de mayo de 2016

Resaca


-Imagen tomada de la red-
Golpea la resaca
contra las rocas.
Las moldea y las desgasta,
ellas, en silencio, callan.
Alta marea, incierta,
arriba hay espuma,
a mis pies, arena.
Resaca, dulce nombre
que me arrastra,
llévame lejos,
hazme sirena de nácar.
Fúndeme entre las olas
y deja que se diluya mi memoria,
entre tus aguas.

                                                                      -Verónica Calvo-
                                                                                   -De Agua-