Han caído resistencias,
las barreras de la mente,
y con ellas
ha caído mi vestido,
y mis manos han abierto tu camisa.
Han caído nuestras ropas
como viejos lastres oxidados,
y con ellas,
la noche ha encendido,
dos cuerpos dormidos
que estremecidos en la gloria,
-Verónica Calvo-