Ha sido un año lleno de
lecturas maravillosas, de descubrir, de volver a leer libros que
me encantan. No he abandonado ninguno, pero ha habido alguna decepción. Me
ha costado decidirme por «los mejores», la verdad. Ya sabéis que me encanta Lionel
Shriver, así que no podía faltar su libro de relatos. Un descubrimiento ha sido
Elena Ferrante con la nouvelle que dejo. Y en poesía, una Poeta con
mayúscula, compañera de blog: Alejandra Guzzini.
Si os apetece, compartidme
los títulos de vuestras mejores lecturas.
Nos vemos a la vuelta de
año.
Lionel Shriver
aplica su sagaz, irónica y feroz mirada al formato breve. Su primera e
imprescindible colección de cuentos.
Un regalo de boda muy personal se convierte en una fuente de
disputas; un árbol enfrenta a dos vecinos, que se verán arrastrados por una
hostilidad creciente; un treintañero se resiste a abandonar el hogar familiar;
un cartero espía las cartas que reparte; una cooperante en Kenia vive una
aventura inesperada; un padre y un hijo se ven envueltos en una situación
complicada en un aeropuerto; una pareja se enreda en una trifulca por la compra
de una casa; un fugado de la justicia se harta del paraíso en el que se ha
escondido; dos mujeres extranjeras se cruzan en Belfast en pleno conflicto...
Los variopintos personajes que pueblan los cuentos de Lionel
Shriver viven situaciones tensas provocadas por la fijación por la propiedad.
Por el empeño de poseer bienes inmobiliarios, objetos o personas. Como es
habitual en la autora, las situaciones cotidianas pueden desbordarse en
cualquier momento, y las personas en apariencia más cabales son perfectamente
capaces de perder los papeles hasta límites insospechados.
Un abanico de parejas, padres e hijos, vecinos y familias se ven
sometidos a una montaña rusa de engaños, obsesiones, miedos, deseos y desencuentros.
Con su sagacidad –y afilado estilete– de costumbre, Shriver escruta y
radiografía la sociedad contemporánea en estos cuentos que pueden ser al mismo
tiempo desoladores y descacharrantes, hirientes y poéticos, virulentos y
profundos. En la brevedad del relato la autora no pierde ni un ápice de su
mordiente: la condensa en un elixir irresistible.
(Sinopsis de Anagrama)
Convivo con una musa errática e indisciplinada. Hace
años que nos conocemos. Suele ir y venir a su antojo. Hay épocas en
las que se instala a mi lado y ambas vibramos en la misma sintonía y es
entonces cuando ocurre. Los versos surgen como milagros.
Pero hay otras, en que ella, muy suya,
desaparece, se escurre y me deja asomada al vacío cada vez que creo atrapar el
verso o la palabra perfecta.
Camina de puntillas y me susurra en sueños
poemas que desaparecen cuando abro los ojos.
Por eso cuando busqué un título para este libro
y hacía interminables listas de posibilidades pensé: “Mi musa me ha abandonado
otra vez”.
Y entonces surgió. Mi errática, distraída y
adorada compañera, ¡mi inspiradora musa no es perfecta!
Nuestro particular Olimpo es defectuoso y
febril. Por eso ella merece estar en primera línea. En el título de
este libro: LA MUSA IMPERFECTA.
A
menudo, un gran viaje hacia nuestra parte más oscura empieza con un gesto sin
sentido.
Leda es una profesora de literatura inglesa, divorciada hace mucho
tiempo, dedicada a sus hijas y al trabajo. Cuando ellas se trasladan a vivir
con el padre, en vez de vivir la nostalgia y la soledad que esperaba, Leda de
repente se siente liberada y decide tomarse unas vacaciones en un pequeño
pueblo de la costa. Pero los días de calma aparente se acaban cuando vemos a
esta mujer de mediana edad y mucho criterio huyendo de la playa con una muñeca
en brazos.
Página a página, un agradable descanso a
la orilla del mar se convierte en el retrato de una mujer terca y sola,
asaltada por unas preguntas que la llevan a arriesgarlo todo. En La hija
oscura, la novela más querida por Elena Ferrante, la locura anda de la mano
de la lucidez absoluta: nada sobra cuando un gesto sin sentido nos acerca a la
gran literatura.
(Sinopsis
de Debolsillo)