-Imagen: Círculo Rojo-
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Sinopsis
Estos relatos nacieron porque el azar quiso poner ante mis
ojos a una serie de personajes que, sin decir palabra, hablaban por si mismos.
No buscaba contar nada concreto, ni pretendía llevar a cabo ningún sesudo
estudio etnológico, pero ahí estaban y ante las situaciones en los que me los
encontré, me dieron el impulso para que al final fueran ellos mismos quienes
escribieran su biografía. Las pasiones que desarrollaron o los valores que
pusieron en boga, son fruto de su propia intención de vivir. Como no tengo
dotes de pintor, ni de fotógrafo, no pude manchar un cuadro, ni plasmar un
retrato; tomé lo que más a mano tenía, la pluma, y dejé que la tinta fluyera a
su antojo. Los personajes han cogido sus cartas y se muestran dispuestos a
comenzar la partida. Esperan impacientes. Ahora te toca a ti, lector,
participar o no de su juego.
«… el motivo de mi visita a esta hora, tan inusual en mí, no es
para sorprenderos en vuestro quehacer diario, que de eso no tengo queja alguna,
sino para aclarar qué ha pasado en la cámara en las últimas veinticuatro horas,
donde, según mis noticias, ha desaparecido un yogur.»
José Rodríguez Infante
despliega su saber, a la hora de escribir estos trece relatos, pues no pierde
el hilo, mide el tiempo y lo acopla para que nada falte y nada sobre, despliega
su imaginación y fluye en la trama presentándonos personajes y situación de
manera limpia y concisa.
Nos sumergimos en
historias que nos harán sonreír, nos aflorará la ternura, la reflexión, el
humor, la ironía y hasta participaremos del surrealismo tratado desde la
cotidianidad. Nada nos parecerá exagerado o improbable. El autor sabe conducir
al lector a ese mundo donde vivir en un contenedor de basura, por ejemplo, se
hace normal, o que la Virgen de las Nieves nos cuente su historia desde la
mortalidad más que desde la sacralidad y nos saque más de una risa, no ha de
ser tarea sencilla si no ha planificado bien la trama y su estructura.
«… fue un pastor, para no variar, que andaba un día por aquí con las
cabras y no habían hecho más que depositarme en lo alto de una mata, cuando me
vio y como esta es una zona donde nieva con frecuencia, el buen hombre pensó
que yo era un copo de nieve que había tomado esa forma, me buscó un recoveco
apropiado y, durante un tiempo, tan solo él sabía de mi existencia, hasta que
un día, con unas copitas de más, se fue de la lengua, se enteró el cura del
pueblo y se presentó aquí con una comitiva que, sin venir a cuento, porque yo
estaba más tiesa que todas las cosas, se arrodillaron, lanzaron plegarias al
cielo y al grito de ¡la virgen, la virgen! el pastor añadió ¡de las nieves! Y
se me quedó el nombre, que a mí no me gusta mucho porque eso delimita mi parcela
creativa, pero, ¿qué le vamos a hacer?, los feligreses son así.»
El autor se ha arriesgado con Una parada obligatoria debido a la disparidad y es justamente eso
lo que hace que este libro sea ameno junto a lo ya dicho. En cada relato hay un
fondo de valores humanos, pero eso os toca a vosotros reflexionarlos si os
animáis a leer este libro.
Por mi parte he
disfrutado mucho su lectura y volveré a releer cada relato cada tanto.
Os lo recomiendo.
Autor: José Rodríguez Infante
Editorial: Círculo
Rojo
Nº de páginas: 144
ISBN: 9788490952283
Precio: 13€