-Imagen tomada de la red-
|
Se
agradece
la
gélida noche
de
este enero moribundo.
Llega
el silencio.
Se
acalla la jornada
de
voces saturadas,
de
quejas, lamentos
y
pronombre personal,
en
primera persona singular.
Se
agradece,
esta
madrugada serena,
después
de tanta batalla
prolongada.
-Verónica Calvo-