11 de julio de 2021

Un poema para Raisa


                                                                                -Imagen tomada de la red-


Recogió agujas de pino
y con las rosas secas de su cumpleaños,
se hizo una corona.
Planchó el vestido lila
y lo colgó en una percha
detrás de la puerta de su habitación.
 
A media mañana leyó un poema
y cerró el libro porque nada le dijo.
 
A media tarde parecía que la tormenta se alejaba.
Ajena a todo, la casa respiraba festividad.
 
Volvió a leer el poema
y volvió a cerrar el libro porque nada le dijo.
 
Después de la fiesta se quitó el vestido.
Lo dejó bien doblado sobre una silla
y sobre él, deshizo la corona.
Iluminó su habitación con veinte velas
y se tumbó en su lecho de nebulosas.
 
Cuando el silencio lo llenó todo,
volvió a leer el poema que nada le dijo
y dejó caer el libro.
 
Apagó las velas.
 
Y se fue.
 
-Verónica Calvo-
 
(En su memoria)