-Imagen tomada de DeviantArt - |
Regresar es siempre
volver al lugar que haces tuyo,
y sentirlo lejano,
ajeno,
extraño.
Miras las paredes,
los libros (estos son fieles),
y los recuerdos en alguna balda
de la estantería, ahora, anodina.
Lo tirarías todo
(menos los libros, ellos no mienten),
y harías de tus paredes un grafiti
con olas y gaviotas;
con helechos y musgo del verde bosque.
No haces nada,
porque sabes que volverá la pátina.
La rutina del vivir día a día,
la inercia del tiempo muerto,
entre pagar facturas y sobrevivir domingos.
Te acercas a la estantería
y elijes un libro
(los libros siempre te auxilian)
mientras esperas reconocer,
todo esto que es tan tuyo como ajeno.
-Verónica Calvo-
60 comentarios:
Es un regreso con nostalgias...
Un abrazo y feliz domingo.
No pertenecemos a nada; a veces, ni a nosotros mismos.
Mil besos.
Hermosos versos, Verónica. Y dices mucha verdad en ellos: los libros nunca engañan.
Un abrazo.
Rafael, se acabó el recreo. Mañana, al tajo.
Buena semana, amigo.
Abrazo.
Lucía, somos efímeros y sin nada llegamos, sin nada partiremos.
Mientras, a vivir, atesorando aquello que nos hace bien, en el interior.
Besos.
Rebeca, y bien que lo sabes ;)
Abrazo grande.
Un libro te da todo
Bueno, casi
Besos
También siento amor por los libros, ellos te devuelven ese amor de forma incondicional. Sólo hay un libro que puede engañarnos, aquel que escribimos nosotros mismos.
Un beso, Vero.
Casi, Profe, entendido :)
Besos.
Cierto, Pitt, pero solo si lo escribimos pensando en que lo van a leer.
Siempre somos lo más cool del mundo, qué pesadez.
Besos.
Hasta los libros he regalado...
Las paredes todavía están.
Lo tiro todo...
El vacío es cada vez mayor y eso me parece bien, para sobrevivir necesito cada vez menos.
Hay una cosa que sin embargo atesoro... leer buenos poemas como este.
Gracias por compartirlo.
Besos.
Pues me gustan tus regresos, aquí.
Siempre es un autentico placer leerte.
Debería tener uno de tus libros en mi estantería. He dicho.
:) besos dedicados.
Los libros nos devuelven distintas miradas,curiosamente. Será porque en el acto de leer,entra toda esa percepción de imaginar cada escena. Los libros nos rescatan de las rutinas y aunque volvamos a lo de siempre, siempre (valga la redundancia) habrá espacio para escapar por las ventanas de sus páginas.
Hermoso tu poema Verónica, puro talento!
Un beso.
Hay que dar gracias por regresar, y retomar la marcha después de un buen descanso, yo me fuí en mayo y he vuelto ahora, ¡ya está bien! ¿No?
Hermoso poema en honor al regreso, un placer leerte querida Verónica.
Ya estamos de vuelta para leernos, es un placer.
Besos amiga.
Bienvenidos tus poemas y tú.
Nunca valoramos bastante lo bueno de leer mucho.
Toro Salvaje, menos mal que no has tirado las paredes :P
Te entiendo. Solo conservo lo imprescindible. Libros, los que de alguna manera me han marcado o gustado mucho.
Me alegra que te haya gustado este extraño poema.
Bss.
Laura, pues me está costando, no creas. Poco tiempo libre que repartir.
Bueno, lo del libro tiene fácil solución:)
Besos.
lunaroja, sí, los libros otorgan y siempre que los releemos, encontramos nuevas sensaciones.
Algunos que te gustaron ya no te gustan, o viceversa.
Qué verdad lo que dices, que siempre hay espacio para escapar por sus ventanas.
Agradecida por tus palabras, querida.
Besos!!!
Carmen, y bien que hiciste :)
Hay que desconectar. Es salud.
Me fui unos días y mis vacaciones siempre son maratonianas. No paro!!!
Para mi, regresar, es sentirme ajena. Luego, pasa.
Besos.
Tracy, me sacaste sonrisa.
Gracias!!!
Marcos, hay tanto por leer...
Leer aporta mucho, qué te voy a decir que no sepas :)
Abrazo.
Regresar a la página cotidiana.
Y pasar otra.
Encontrarse en un nuevo capítulo y seguir le-yéndose ;)
Un beso, Corsaria.
Que la rutina no nos quite
la ilusión de vivir nuevas
experiencias, un volver
a empezar sintiéndolo
todo.
Un gran abrazo Vero
Regresar h hacerse un hueco aunque sea n un pequeño lugar donde poder leer, como éste.
Besos.
Eva, se acabó el recreo, sí. Pasar página y a seguir.
Que nos quiten lo bailao si se atreven :)
Besos, Corsaria Rebelde.
Sea, querida Marisa!!!
En la rutina, mirada al horizonte con planes :)
Besos.
amapola, y que la lectura, siempre nos haga desconectar.
Agradecida por tus palabras.
Besos.
Seguro que puedes volver a regresar sabiendo que, además de esos libros, te esperan aquellos que te quieren y son "Semper fidelis".
El Ataporquero.
Ataporquero, y sabiendo que estás siempre, la vuelta es menos vuelta :)
Hasta Atapuerca y más allá!!!
Besos.
Bienvenida a tu casa y a este otoño recién inaugurado. A este estar y no estar y ser tuya y ajena mientras la vida te traspasa y nos traspasa.
Un abrazo desde el norte, mientras Madrid aguarda, poeta.
Gracias, Marian :)
Disfruta del norte. De allí llego.
Otoño... por fin. Sidra y charla. Nos mensajeamos.
Abrazo enorme.
Cómo me identifico con este poema. Con el retorno que nos cambia un lugar que nos era familiar en tan poco tiempo. Los libros se libran porque no viven en el tiempo ni en el espacio. Son la realidad alternativa a la que nos vamos cuando la nuestra se pone pesada. Mira el lado bueno. Estamos en Otoño y en esta estación la poesía también se siente cómoda. Un abrazo
Sergio, totalmente de acuerdo :)
Otoño. Mi estación favorita.
Disfrutemos.
Abrazo.
Pues como somos muy resolutivas las dos... Jajaja ya me dirás como lo hacemos, porque lo quiero dedicado (por supuesto) 😊
Laura, déjame tu mail y te digo.
Tranqui, que no lo publico ;)
Besos y gracias.
Los libros son como muros que me protegen y, muchas veces, con su lectura, me evaden de esos momentos de nostalgia y tristeza.
Estoy convencida que forman parte de mí y no podría desprenderme de ninguno, son como el amor: no mienten, ni ciegan ni alucinan.
Me ha encantado tu entrada.
Cariños.
kasioles
Kasioles, alegra que te guste este poema.
Los libros son compañeros de vida :)
Te deseo buenas lecturas.
Besos.
Somos nuestra propia historia escrita en letras. Un gusto nuevamente leerte. Abrazos.
Ani, bienvenida de nuevo.
Así es. Con sus renglones torcidos, sus párrafos brillantes y sus capítulos.
Abrazo.
Regresar siempre a nuestra historia,...si es de la mano de nuestros libros mejor.
Un abrazo
José Manuel, con un libro, siempre.
Y música.
Abrazo
La rutina del vivir día a día,
la inercia del tiempo muerto...
Cuánta verdad! El mero transcurrir de los días es rutina incorporada, descolorida, áspera mordaza de la supervivencia.
Bello querida Verónica.
Un abrazo.
Querida Luján: qué bien lo has descrito.
Esperemos que entre la rutina, encontremos islas para soñar.
Besos!!!
En esas islas me refugio.
Un abrazo.
Luján, y te inspiran muy bien :)
Abrazo.
Despertando emociones al regresar...
Libros que ahí siguen para recordarte...
Abrazos, Verónica.
Julieta, somos emocionales. Regresar siempre es una incógnita, aunque creamos que volvemos a lo conocido.
Los libros esperan, otros viajan contigo :)
Abrazo.
Muy agradecida por tus letras, las dos sabemos lo de sobrevivir domingos.
Cariños y un fuerte abrazo.
kasioles
Kasioles, gracias a ti, siempre.
Que los domingos resuenen de otro modo en su inmovilidad.
Abrazo enorme.
Con el tiempo que hacía que no paseaba por ningún blog y tengo la suerte de llegar a un lugar donde un poema me seduce. ¡Gracias Veronica, un placer!
Ángel, gracias a ti, por leerlo y apreciarlo :)
Bienvenido.
Me encanta la sinceridad de ese regreso. Volver a retomar sentimientos. Ahí está el tiempo, esperándonos siempre y deseoso de que nos renovemos. Los libros, amigos incondicionales del espíritu, que nos equilibran.
Mi abrazo y mi cariño, Verónica.
Así es, María Jesús, un regreso es renovarse. Al menos así lo siento yo. Después del viaje, en su amplio sentido, se deja atrás lo obsoleto.
Me alegra que te haya gustado este poema.
Abrazo, querida amiga.
Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...
Tu poema me trajo a la memoria una canción de Mercedes Sosa, transida de memorias: "Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amo la vida
y entonces comprende
como estan de ausentes
las cosas queridas"
Un abrazo. Carlos
Carlos, sí, cuando volvemos a lugares que nos han marcado, es así como dice Mercedes Sosa.
Incluso cuando vuelves a tu casa, se hace diferente. Y no hace falta estar mucho tiempo fuera, a veces, para que sientas así :)
Abrazo.
Me encanta ese grafiti :)
Y pocas cosas, sí, las imprescindibles.
Los libros siempre.
Gracias, como siempre, un paseo delicioso.
Un beso, querida amiga.
Querida Rosa, gracias a ti, siempre.
Un día te das cuenta de que no necesitas tantas cosas para vivir y te liberas. Yo, hasta de los libros. Conservo solo los que de verdad me han marcado o gustado mucho y compro los de mis autores favoritos. Voy a la biblioteca y me vuelvo loca :D
Besos!!!
Estos meses pasados me he dado cuenta de la cantidad de cosas que se guardan, se acumulan y se olvidan: ¡las lástimas! las llama mi madre. Pero como he otoño, hemos intentado limpiar y soltar lo innecesario, que es mucho, y la casa se ha sentido más ligera y liberada, aunque esos objetos hayan sido libros...
MIL BESOS
Maite, cierto. He hecho varias mudanzas y salen cosas de todas partes. Ya tengo lo que necesito y aun así, cada tanto, repaso. Buena definición la de tu madre. Sonrío, qué razón tiene. Libros ya lo justos. Soy carne de biblioteca.
En fin... respiremos.
Besos!!!
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