22 de septiembre de 2019

Regresar

-Imagen tomada de DeviantArt -

Regresar es siempre
volver al lugar que haces tuyo,
y sentirlo lejano,
                       ajeno,
                              extraño.
Miras las paredes,
los libros (estos son fieles),
y los recuerdos en alguna balda
de la estantería, ahora, anodina.
Lo tirarías todo
(menos los libros, ellos no mienten),
y harías de tus paredes un grafiti
con olas y gaviotas;
con helechos y musgo del verde bosque.

No haces nada,
porque sabes que volverá la pátina.
La rutina del vivir día a día,
la inercia del tiempo muerto,
entre pagar facturas y sobrevivir domingos.

Te acercas a la estantería
y elijes un libro
(los libros siempre te auxilian)
mientras esperas reconocer,
todo esto que es tan tuyo como ajeno.

-Verónica Calvo-

60 comentarios:

Rafael dijo...

Es un regreso con nostalgias...
Un abrazo y feliz domingo.

© Lucía Conde Parmés dijo...

No pertenecemos a nada; a veces, ni a nosotros mismos.

Mil besos.

Rebeca Gonzalo dijo...

Hermosos versos, Verónica. Y dices mucha verdad en ellos: los libros nunca engañan.

Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Rafael, se acabó el recreo. Mañana, al tajo.
Buena semana, amigo.

Abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Lucía, somos efímeros y sin nada llegamos, sin nada partiremos.
Mientras, a vivir, atesorando aquello que nos hace bien, en el interior.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Rebeca, y bien que lo sabes ;)

Abrazo grande.

Noelplebeyo dijo...

Un libro te da todo

Bueno, casi

Besos

Pitt Tristán dijo...

También siento amor por los libros, ellos te devuelven ese amor de forma incondicional. Sólo hay un libro que puede engañarnos, aquel que escribimos nosotros mismos.

Un beso, Vero.

Verónica Calvo dijo...

Casi, Profe, entendido :)

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Cierto, Pitt, pero solo si lo escribimos pensando en que lo van a leer.
Siempre somos lo más cool del mundo, qué pesadez.

Besos.

TORO SALVAJE dijo...

Hasta los libros he regalado...
Las paredes todavía están.
Lo tiro todo...
El vacío es cada vez mayor y eso me parece bien, para sobrevivir necesito cada vez menos.
Hay una cosa que sin embargo atesoro... leer buenos poemas como este.
Gracias por compartirlo.

Besos.

Laura dijo...

Pues me gustan tus regresos, aquí.
Siempre es un autentico placer leerte.
Debería tener uno de tus libros en mi estantería. He dicho.
:) besos dedicados.

lunaroja dijo...

Los libros nos devuelven distintas miradas,curiosamente. Será porque en el acto de leer,entra toda esa percepción de imaginar cada escena. Los libros nos rescatan de las rutinas y aunque volvamos a lo de siempre, siempre (valga la redundancia) habrá espacio para escapar por las ventanas de sus páginas.
Hermoso tu poema Verónica, puro talento!
Un beso.

Carmen Silza dijo...

Hay que dar gracias por regresar, y retomar la marcha después de un buen descanso, yo me fuí en mayo y he vuelto ahora, ¡ya está bien! ¿No?
Hermoso poema en honor al regreso, un placer leerte querida Verónica.
Ya estamos de vuelta para leernos, es un placer.
Besos amiga.

Tracy dijo...

Bienvenidos tus poemas y tú.

Marcos dijo...

Nunca valoramos bastante lo bueno de leer mucho.

Verónica Calvo dijo...

Toro Salvaje, menos mal que no has tirado las paredes :P
Te entiendo. Solo conservo lo imprescindible. Libros, los que de alguna manera me han marcado o gustado mucho.
Me alegra que te haya gustado este extraño poema.

Bss.

Verónica Calvo dijo...

Laura, pues me está costando, no creas. Poco tiempo libre que repartir.
Bueno, lo del libro tiene fácil solución:)

Besos.

Verónica Calvo dijo...

lunaroja, sí, los libros otorgan y siempre que los releemos, encontramos nuevas sensaciones.
Algunos que te gustaron ya no te gustan, o viceversa.
Qué verdad lo que dices, que siempre hay espacio para escapar por sus ventanas.
Agradecida por tus palabras, querida.

Besos!!!

Verónica Calvo dijo...

Carmen, y bien que hiciste :)
Hay que desconectar. Es salud.
Me fui unos días y mis vacaciones siempre son maratonianas. No paro!!!
Para mi, regresar, es sentirme ajena. Luego, pasa.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Tracy, me sacaste sonrisa.

Gracias!!!

Verónica Calvo dijo...

Marcos, hay tanto por leer...
Leer aporta mucho, qué te voy a decir que no sepas :)

Abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Regresar a la página cotidiana.
Y pasar otra.

Encontrarse en un nuevo capítulo y seguir le-yéndose ;)
Un beso, Corsaria.

Marisa dijo...

Que la rutina no nos quite
la ilusión de vivir nuevas
experiencias, un volver
a empezar sintiéndolo
todo.

Un gran abrazo Vero

Amapola Azzul dijo...

Regresar h hacerse un hueco aunque sea n un pequeño lugar donde poder leer, como éste.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Eva, se acabó el recreo, sí. Pasar página y a seguir.
Que nos quiten lo bailao si se atreven :)

Besos, Corsaria Rebelde.

Verónica Calvo dijo...

Sea, querida Marisa!!!
En la rutina, mirada al horizonte con planes :)

Besos.

Verónica Calvo dijo...

amapola, y que la lectura, siempre nos haga desconectar.
Agradecida por tus palabras.

Besos.

Anónimo dijo...

Seguro que puedes volver a regresar sabiendo que, además de esos libros, te esperan aquellos que te quieren y son "Semper fidelis".

El Ataporquero.

Verónica Calvo dijo...

Ataporquero, y sabiendo que estás siempre, la vuelta es menos vuelta :)
Hasta Atapuerca y más allá!!!

Besos.

Marian Ruiz dijo...

Bienvenida a tu casa y a este otoño recién inaugurado. A este estar y no estar y ser tuya y ajena mientras la vida te traspasa y nos traspasa.

Un abrazo desde el norte, mientras Madrid aguarda, poeta.

Verónica Calvo dijo...

Gracias, Marian :)
Disfruta del norte. De allí llego.
Otoño... por fin. Sidra y charla. Nos mensajeamos.

Abrazo enorme.

Sergio dijo...

Cómo me identifico con este poema. Con el retorno que nos cambia un lugar que nos era familiar en tan poco tiempo. Los libros se libran porque no viven en el tiempo ni en el espacio. Son la realidad alternativa a la que nos vamos cuando la nuestra se pone pesada. Mira el lado bueno. Estamos en Otoño y en esta estación la poesía también se siente cómoda. Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

Sergio, totalmente de acuerdo :)
Otoño. Mi estación favorita.
Disfrutemos.

Abrazo.

Laura dijo...

Pues como somos muy resolutivas las dos... Jajaja ya me dirás como lo hacemos, porque lo quiero dedicado (por supuesto) 😊

Verónica Calvo dijo...

Laura, déjame tu mail y te digo.
Tranqui, que no lo publico ;)

Besos y gracias.

Kasioles dijo...

Los libros son como muros que me protegen y, muchas veces, con su lectura, me evaden de esos momentos de nostalgia y tristeza.
Estoy convencida que forman parte de mí y no podría desprenderme de ninguno, son como el amor: no mienten, ni ciegan ni alucinan.
Me ha encantado tu entrada.
Cariños.
kasioles

Verónica Calvo dijo...

Kasioles, alegra que te guste este poema.
Los libros son compañeros de vida :)
Te deseo buenas lecturas.

Besos.

A. dijo...

Somos nuestra propia historia escrita en letras. Un gusto nuevamente leerte. Abrazos.

Verónica Calvo dijo...

Ani, bienvenida de nuevo.
Así es. Con sus renglones torcidos, sus párrafos brillantes y sus capítulos.

Abrazo.

José Manuel dijo...

Regresar siempre a nuestra historia,...si es de la mano de nuestros libros mejor.

Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

José Manuel, con un libro, siempre.
Y música.

Abrazo

Luján Fraix dijo...

La rutina del vivir día a día,
la inercia del tiempo muerto...
Cuánta verdad! El mero transcurrir de los días es rutina incorporada, descolorida, áspera mordaza de la supervivencia.
Bello querida Verónica.
Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Querida Luján: qué bien lo has descrito.
Esperemos que entre la rutina, encontremos islas para soñar.

Besos!!!

Luján Fraix dijo...

En esas islas me refugio.
Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Luján, y te inspiran muy bien :)

Abrazo.

Julieta dijo...

Despertando emociones al regresar...
Libros que ahí siguen para recordarte...

Abrazos, Verónica.

Verónica Calvo dijo...

Julieta, somos emocionales. Regresar siempre es una incógnita, aunque creamos que volvemos a lo conocido.
Los libros esperan, otros viajan contigo :)

Abrazo.

Kasioles dijo...

Muy agradecida por tus letras, las dos sabemos lo de sobrevivir domingos.
Cariños y un fuerte abrazo.
kasioles

Verónica Calvo dijo...

Kasioles, gracias a ti, siempre.
Que los domingos resuenen de otro modo en su inmovilidad.

Abrazo enorme.

Ángel Fondo dijo...

Con el tiempo que hacía que no paseaba por ningún blog y tengo la suerte de llegar a un lugar donde un poema me seduce. ¡Gracias Veronica, un placer!

Verónica Calvo dijo...

Ángel, gracias a ti, por leerlo y apreciarlo :)

Bienvenido.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Me encanta la sinceridad de ese regreso. Volver a retomar sentimientos. Ahí está el tiempo, esperándonos siempre y deseoso de que nos renovemos. Los libros, amigos incondicionales del espíritu, que nos equilibran.
Mi abrazo y mi cariño, Verónica.

Verónica Calvo dijo...

Así es, María Jesús, un regreso es renovarse. Al menos así lo siento yo. Después del viaje, en su amplio sentido, se deja atrás lo obsoleto.
Me alegra que te haya gustado este poema.

Abrazo, querida amiga.

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...
Tu poema me trajo a la memoria una canción de Mercedes Sosa, transida de memorias: "Uno vuelve siempre
a los viejos sitios
donde amo la vida
y entonces comprende
como estan de ausentes
las cosas queridas"

Un abrazo. Carlos

Verónica Calvo dijo...

Carlos, sí, cuando volvemos a lugares que nos han marcado, es así como dice Mercedes Sosa.
Incluso cuando vuelves a tu casa, se hace diferente. Y no hace falta estar mucho tiempo fuera, a veces, para que sientas así :)

Abrazo.

Rosa dijo...

Me encanta ese grafiti :)
Y pocas cosas, sí, las imprescindibles.
Los libros siempre.

Gracias, como siempre, un paseo delicioso.
Un beso, querida amiga.

Verónica Calvo dijo...

Querida Rosa, gracias a ti, siempre.

Un día te das cuenta de que no necesitas tantas cosas para vivir y te liberas. Yo, hasta de los libros. Conservo solo los que de verdad me han marcado o gustado mucho y compro los de mis autores favoritos. Voy a la biblioteca y me vuelvo loca :D

Besos!!!

Maite dijo...

Estos meses pasados me he dado cuenta de la cantidad de cosas que se guardan, se acumulan y se olvidan: ¡las lástimas! las llama mi madre. Pero como he otoño, hemos intentado limpiar y soltar lo innecesario, que es mucho, y la casa se ha sentido más ligera y liberada, aunque esos objetos hayan sido libros...
MIL BESOS

Verónica Calvo dijo...

Maite, cierto. He hecho varias mudanzas y salen cosas de todas partes. Ya tengo lo que necesito y aun así, cada tanto, repaso. Buena definición la de tu madre. Sonrío, qué razón tiene. Libros ya lo justos. Soy carne de biblioteca.
En fin... respiremos.

Besos!!!