12 de noviembre de 2012

De amores y de lealtades




La primera vez que vi la intensidad de la mirada triste de Víctor fue cuando el sutil humo de una taza de té me la mostró en aquella lluviosa tarde de invierno en Santiago.
Me conmovió hasta el infinito y apreté mis manos bajo la mesa, disimulando un escalofrío.
Víctor no me conocía mucho, pero algo se dio esa tarde entre cigarrillo y cigarrillo y me contó la siguiente historia:

Cinco años atrás Víctor tomó la decisión de ser feliz.
Eso incluía una conversación evitada desde hacía tres años con Alicia, su mujer.
Se habían casado más por rebeldía que por amor y tras siete años de matrimonio, el silencio se había instalado entre ellos y apenas compartían espacio en la casa de las afueras que miraba a la cordillera.
"Al menos tenemos buenas vistas", solía decir Víctor por aquel entonces a modo de ironía y gran verdad.
Pero lo cierto era que él era feliz en brazos de Gilda.
Ambos habían tratado de mantener la compostura, de alejarse, pero no fue posible.
Cuánto más se rechazaban más se atraían.
Así que se armó de valor y decidió poner fin a aquella vida insatisfecha y empezar una nueva junto a la mujer que amaba.
Miraba los largos y elegantes dedos de Gilda mientras se abrochaba la pulsera sentada en la cama cuando sonó el móvil.
En la pantalla apareció el nombre de Alicia.
No atendió pesé a la insistencia.
Se despidió de Gilda con un beso profundo y un gran abrazo.
Subió al coche y partió.
No había nadie cuando llegó.
La casa estaba fría, gélida, así dijo que la sintió, desangelada, como si el tiempo se hubiera parado y una densidad flotara en el aire.
Al poco sonó de nuevo el teléfono. Esta vez era su suegra.
Atendió la llamada.
Y se hizo añicos.
Alicia había tenido un accidente de circulación y estaba moribunda en un hospital. Habían llamado desde su móvil pero no atendía.
Estaba siendo operada de urgencia y apenas había esperanzas de que saliera con vida.
Víctor llamó desde la sala de espera a Gilda y todo terminó.
Alicia meses más tarde salió milagrosamente del hospital en silla de ruedas y así continua a día de hoy.
Todos comentan con admiración el gran amor de Víctor hacia Alicia pero nadie repara en que nunca sonríe.

Víctor me miró y me sacó del recuerdo. Me pidió  que terminara mi té y saliésemos a dar un paseo por la Alameda. Necesitaba ver a Gilda de lejos, como cada jueves.

No sé cómo sucedió pero acabé siendo gran amiga de Alicia al poco tiempo de conocer la historia.
Hace unas semanas me contó que la tarde del accidente regresaba contenta a su casa y que tal vez esa fue la causa de que derrapase y cayera por el puente.
Y me confió el gran secreto: iba a dejar a Víctor porque desde hacía meses había encontrado la felicidad junto a Christian.
Ahora Alicia se siente profundamente agradecida por el amor y lealtad de Víctor.
Si se acuerda de Christian no lo dijo, pero la verdad es que él desapareció aquella tarde. Nunca se puso en contacto con ella.

Y yo me quedo en el silencio de la noche acariciando las teclas de mi ordenador sintiéndome miserable por la gran historia que voy a entregar a mi editor en unos meses sin que ellos lo sepan.
Y pienso, para justificarme tal vez, que la vida es esto, una circunstancia, un aprovechar el viento a favor y no dejar pasar trenes en mitad del desierto.

133 comentarios:

Lola Valero dijo...

También se hace duro ser el narrador, conocedor de todos los ángulos.
Y sí, nos cuesta coger ciertos trenes aun en el desierto. No terminamos de creer que la vida sea una ni de que no siempre las cosas bien hechas, bien parecen.
Besos, maja.

lichazul dijo...

triste historia de dos felicidades abandonadas por deberes

es más común de lo que parece esto del deber y lealtad en proporción a lo que que corazón y el cuerpo desea

abrazos y buen inicio de semana
:D

Verónica Calvo dijo...

También, mi Capitán, debe ser hasta un compromiso de conciencia (qué cosas digo)

Es verdad, parece que estamos programados hacia lo negativo.
Y te diré que lo bien hecho, bien hecho está y que a pocos le parece bien.
Queda confirmado lo de la negatividad :D

Besos grandes

Verónica Calvo dijo...

Si, Elisa.

¿Tu crees que es por deber y lealtad?
Yo creo que hay mucho más miedo, inseguridad y comodidad.
Y es una pena, la vida se va en sufrir en un descontento.

Buena semana, besitos!!!

Unknown dijo...

Beautiful....

Verónica Calvo dijo...

Thanks, Vito

Lapislazuli dijo...

Duele ser narrador de historias tristes
Me dieron unas ganas locas de contarle a Victor
Un abrazo

lichazul dijo...

razón llevas, la comodidad y sobre todo el bien estar material que se ha logrado son duros de dejar cuando se lleva tiempo ... a veces también va en la falta de autoconfianza esto de intentar partir de cero

besitos

ALBORADA dijo...

Hay mucho más lealtad en la verdad, mucha más amor cuando no se cortan las alas del ser amado, el amor nunca será compasión, es un sentimiento doloroso y lastimero.
Cierto que a veces dejamos pasar las cosas en la vida, por quizás otros tipos de lealtades, de entrega y es que la vida, es la vida mi Vero.
Mientras tanto sigo como Penélope,pero no resignada y sentada en la estación,con mi mochila a cuestas caminando a lo largo de la vía.

Gracias por saber estar y por ser.

Mi incondicional abrazo

Rafael dijo...

Triste narración de un suceso real ó ficticio, pero posible en el mundo y sociedad en que vivimos. Ahora el amor y la lealtad parecen frases acuñadas y no comportamientos que debemos tener hacia los demás, para que ellos, a la vez, nos vean como personas. Quizás nos ha tocado vivir un momento de la historia de la humanidad en que los valores están cambiando ó quizás es algo generacional. No lo sé. Creo que hay situaciones que no deben cambiar y que la verdad y la sinceridad debe ser algo primordial, pero quizás mi pensamiento ya no esté al día. No lo sé...
Un abrazo y feliz comienzo de semana Verónica.

Luna dijo...

A veces, lo que hace bien a otros, nos hace infelices para siempre...

Saludo grandote, Verónica. Que tengas una linda semana.

Sarco Lange dijo...

Qué mala suerte la de los protagonistas. Ahora podrían los cuatro, por separado, quizá, estar pasándolo como calígulas. Santiago es traicionero cuando manejamos demasiado alegres.

Besos.

guille dijo...

Creo en ser leal a lo que creo.

Hay cosas que serían imposibles para mi.

Todas las historias tienen diferentes puntos de vista. No importa lo que pasó, importa como lo recordamos.

No me gustan las personas que ponen el debo delante del quiero.

Patricia dijo...

Triste historia y complicado el papel que te ha tocado jugar.
Pero como bien dices: en la vida no hay que dejar pasar trenes..
Cariños...

Xi dijo...

Deber, miedo, egoismo, comodidad, resignación...
No me gusta, la verdad :(, pero es cierto que las circunstancias no siempre saben de "me gusta".
Me pregunto por qué la gente espera a tener "otr@s" para acabar cosas que ya se han acabado...

Besos!

Unknown dijo...

Una gran ironñia, de esas que tiene la vida. Vivimos en un mundo de inconformidades y de consumo. Hasta las relaciones las queremos consumir, buscando pareja para satisfacer ansiedades. Se ha perdido mucho el valor del amor.
P.D.
Te dejo un dialogo que aparece en mi libro "A la sombra de la Ceiba", escrito en 1999.

-Las obligaciones, han sido siempre el peor enemigo del amor... Negociar con él, es el único delito libre de pecado que cometemos los seres de vidas solitarias, serán acaso nuestras conductas lo que impida enamorarnos. Hoy no estoy de mercader de amores. El regateo de esta mercancía ya no me enciende. Me cansa, al no estar dispuesto para amar. Las espinas del amor tienen la magía de convertirse en placer. Sin embargo, es imposible contar la cantidad de amaneceres que caben en una mañana.


Un abrazo Verónica, un relato que deja mucho en que meditar.

TORO SALVAJE dijo...

Malentendidos, secretos, infidelidades, remordimientos, el azar, la conciencia....

Nuestra vida no la dirigimos nosotros.

Besos.

MAR dijo...

Vérónica,mi cielo¡ esta historia, es real?
Tienes que decírmelo, es tristísimo
Unos trenes que pasan y no se cojen...otros que no pasan y los llevas esperando
Te das cuenta, "el tren", lo que significa en nuestras vidas...
podía haber sido el avión o...
(por poner humor)
Me ha gustado mucho esto que nos has contado, bien sea real o no.
Vales mucho, nena,mucho¡
Un besazo de Lunes para ti.

Trini Reina dijo...

Pues no sé yo si el editor se va a quedar con la obra, pero no sería yo quién perdiese ese tren, sobre todo porque, por qué ha de ser realidad todo lo que escribimos?
Esa amarga historia puede tener unos nombres u otros y nosotros la narradora, con decir que la historia nada tiene que ver con la realidad, se cubre. Claro que si tiene mal de conciencia...

Oye, niña, que la de memeces que cometemos por no tener valor para atender lo que dicta el corazón.

Te felicito por el relato.

Besos

Anónimo dijo...

De sorpresa en sorpresa en este relato.
Y una reflexión final que me ha llevado a estar cerca de veinte minutos callado (y eso tu sabes que es raro) delante de la pantalla pensando en qué hubiera hecho yo.
Tu prosa me gusta mucho y escribes poca últimamente.

Besos

Gala dijo...

Resulta terrible que por un no hablar a tiempo las cosas, dejas que se pudran hasta el hastío y luego, cuando tomas la decisión es tarde.
La vida ya te ha dejado otros planes, obligándote, castigándote a aceptarlo si o si. Machacándote la conciencia si no lo haces, y si lo haces, también. Hagas lo que hagas, tomes la decisión que tomes parece que el resultado es el mismo. Te equivocarás de todos modos.
terrible la historia.
Terrible vivir sin sonreír jamás.

Besos mediterráneos.

Verónica Calvo dijo...

Lapislazuli, si son verdaderas dolerán.
Si son ficción lo mismo hasta te emocionas pero hay un eco de gozo.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Elisa, y por ello, por no soltar, arriesgar y darse la oportunidad al menos de salir de un círculo viciado uno se pone en penitencia y se apaga hasta el último suspiro.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Mi querida Mayra.
Qué gran verdad has dicho con lo de la compasión.
La lealtad es también sinceridad y donde no hay, no hay.
Y llegados a cierto punto más vale ser leal sincero que leal con esa carga.
Pero somos humanos y a veces pensamos en el gran daño que hacemos al resto y preferimos hacérnoslo a nosotros.

Querida, aceptar si, pero resignar, nunca.
Y ya sabes que aunque en otro lado del planeta, te siento cerca y te abrazo.

Besos grandes

Verónica Calvo dijo...

Rafael, más allá de ficción o realidad (este relato es ambas cosas) es verdad lo que dices. Yo añado que se han perdido los valores.
Pero esta historia no es reciente.
Pasó hace muchos años aunque es tan común que se repite y se repetirá.

¿No crees que hay mucha confusión con las palabras "amor", "fidelidad" y "lealtad"?

Besos, que tengas una buena semana

Verónica Calvo dijo...

Luna, así es.
Y a veces, como le comentaba a Elisa, una decisión puede hacer mucho daño a un entorno o a una persona a nivel muy profundo.

Gracias por tu correo :)
Qué haría yo sin personas como tu...

Besos y gratitud

Verónica Calvo dijo...

Sarco, vete a saber qué harían.

Cuidado entonces, no manejes y no subas a la micro.
Mejor camina.
No, mejor, vuela.

Besos

Verónica Calvo dijo...

guille, expresado queda, claro, rotundo y sincero.

Verónica Calvo dijo...

No es real, Oriana, solo primera persona.
No todo lo que lees aquí es real ni me ha pasado.
Lo único real de este relato es la historia de Víctor.

No dejemos pasa trenes, nos quedamos luego recordándolos desde la desolación.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Xiana, lo hacen por miedo, inseguridad, comodidad...

Pero el miedo es lo principal: miedo al cambio, a enfrentar esos sentimientos, a enfrentar la conversación y poner fin para tener un principio (aunque no tengas a nadie esperando), a la comodidad de una vida hecha con lo material atesorado, miedo al entorno, miedo a que no te resulte al final la otra historia...

Yo tampoco lo entendía cuando Víctor me lo contó (que es lo único real de este relato), tenía yo veintitrés años y ahora le entiendo (que no quiere decir que lo comparto, esa es otra historia)

Besos querida mía

Verónica Calvo dijo...

Carlos, agradecida por dejar aquí este trocito de tu libro :)

Desde la noche de los tiempos somos una especie llena de miedos y confusión.

El amor es generoso, libre, altruista y no entiende de más.
Pero nuestra mente es otra cosa y ahí matamos al amor y le llenamos de añadidos que acaban con todo lo que en verdad es.

¿Te diste cuenta de lo ques la palabra "enamoramiento"?
En-amor-a-miento :D

Besos!!!

Verónica Calvo dijo...

La gran verdad, Toro Salvaje :)

No la dirigimos, por mucho que lo creamos.
Luchamos contra ella y otras fluimos en ella, pero control, para nada.

Besos

(Coherencia!!!)

Verónica Calvo dijo...

Mi querida Mar, gracias :)

Este relato es ficción escrito en primera persona pero Víctor y su historia si son realidad.

Si esperamos trenes hay que subirse a ellos cuando llegan.
Somos raros...

Besos con mi cariño

Verónica Calvo dijo...

Trini, qué de verdades has dejado aquí :)

Pues para nada debería la escritora tener cargo de conciencia, para ello que no escriba.

La de memeces, efectivamente... Y un día tenemos la lucidez suficiente para verlo y generalmente ya es tarde.
Deberíamos vivir el momento con coherencia.

Besos con mi cariño y gratitud

Verónica Calvo dijo...

¿Callado veinte minutos querido Delion?

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Si, escribo poca prosa, es verdad.
Desde este verano cuando escribí aquello que te enseñé, es la única que he escrito y que voy a desarrollar cuando tenga tiempo y tranquilidad, ya te lo enseñaré.

Gracias por recordármelo :)

Besos

Verónica Calvo dijo...

Querida Gala, es verdad.

Hagamos lo que hagamos la vida nos lleva y nos trae, no controlamos ni dirigimos, como bien ha dicho Toro Salvaje.

Una cosa está clara: somos seres en movimiento y nunca estaremos satisfechos porque lo queramos o no, evolucionamos.
Y jamás tendremos a todos contentos.
Vivamos el momento con coherencia y escuchemos al corazón.

Si, terrible vivir sin sonreír.

Besos grandes

MORGANA dijo...

Ufff,Vero,no puedo decirte más que..dolorosamente real,triste y muy real..
Me encantó.
Abrazos y cariños siempre

Tracy dijo...

Un relato que te hace recapacitar sobre la conveniencia de no dar ese tipo de treguas que al final se vuelven contra nosotros mismos.
Espectacular tu entrada.

Marinel dijo...

Es,sin duda,una terrible historia de final inesperado para los protagonistas,incapaces de tomar el tren en la estación correspondiente.
Más tarde,en marcha,la vida ya no los espera...
Son sucesos más corrientes-por desgracia-de lo que podría parecer.
Besos.

Anónimo dijo...

Un amor vacío y dos amores vivos, cada uno en sus silencios y ambos sin comunicación. Lo cierto es que muchas situaciones así se dan, pero no siempre conocemos las dos versiones sino tan sólo una y desde luego es complicado, hacerlo en el desencanto de no haber dado antes el paso y continuar ¿por pena? ¿por piedad? Junto a la otra persona, y de alguna forma la infelicidad sigue habitando en ambos.

Terrible.

Darío dijo...

Triste, triste como la vida de la que no nos enteramos por ceguera. Un abrazo.

Maria dijo...

Una historia real que dice un montón de cosas. Que el amor se acaba, que nada es lo que parece, que las parejas se engañan, que el matrimonio muchas veces sobrevive por circunstancias ajenas a la pareja, que aún queda nobleza en el ser humano...que nosotros nunca decidimos.
Fantástica.
Un fuerte abrazo, querida Vero.

Unknown dijo...

Verónica es hermoso y también dramático. La historia de muchos seres humanos, que se repite en distintos puntos del planeta.
En la pelícila Iciar Bollain !Los que amam" hay una frase que se me quedó grabada para siempre y viene que ni pintada a tu cuento y desde luego a mi vida. El protagonista dice en un momento dado "Me pasé la vida amando a una mujer que amaba a otro, que no la amaba a ella"
Besotes, amiga.

MAJECARMU dijo...

Verónica,impresionante esa historia y la claridad,que has puesto en ella...Las circunstancias a veces nos manejan y nos colocan entre la espada y la pared...La mente nos grita y el corazón calla...No obstante,pienso,que el amor es un milagro y brota hasta entre las piedras...Quizá la vida a veces nos prueba y nos pone en bandeja lo inverosímil...Ese hombre y esa mujer,son personas con sentimientos y quién puede decir...¿que no surgirá ese milagro entre los dos?
...El destino tiene su lógica y su finalidad siempre,aunque no lo creamos,Verónica.
Mi felicitación por tu buen hacer y profundidad.
Mi abrazo inmenso por tu cercanía.
M.Jesús

Verónica Calvo dijo...

Tantas historias así, Morgana...

Besos querida guerrera

Verónica Calvo dijo...

Perdemos oportunidades y acabamos en una condena, Tracy.
A veces no somos tan fuertes ni decididos como quisiéramos y al final vivimos con ello.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Así es, Marinel.
Ni esperan ni se detienen.

Muy común.
Demasiado común.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Terrible FG.

Somos nuestro peor enemigo.
A veces se toman decisiones que nos perjudican por no dañar a otros.
Pero tu lo has dicho, si hubiera comunicación seguramente no habría que perjudicarse ni hacer daño.

Abrazos

Verónica Calvo dijo...

Totalmente de acuerdo Darío.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

ohma, tu comentario es acertadísimo.

Tan importante es saber iniciar como saber poner punto final y pasar página.

Dejas una profunda reflexión hoy aquí :)

Besos y gracias

Verónica Calvo dijo...

Es una gran frase y una gran verdad, querida Maribel.
También me identifico.

Las razones del corazón no las entiende la mente, pero son así.

Besos con mi cariño

Verónica Calvo dijo...

Querida María Jesús, tu comentario bien se complementa con el de Maribel, pues el corazón se llena de amor que la mente no entiende, pero ¿qué se hace ante ello?
Y esos amores que brotan como bien dices, hasta en las piedras, se graban tan adentro que echan profundan raíces y se convierten en el amor callado que nunca deja espacio para otro.

El destino.
El destino, uno mismo, eligiendo y accionando. De ahí viene el destino que es flexible.
Todo tiene su razón de ser.

Besos con mi cariño y gratitud

Unknown dijo...

Verónica, es preciosa y perfecta de fácil entender y lectura deslizante.
Hija mia....si esta boca hablara!!
Solo una cosa, mi tren no se va sin mi....buena semana, besicos.

Anónimo dijo...

Dos vidas silenciosas e insatisfechas, que el destino unió, de nuevo, para separar nuevas ilusiones y expectativas.
Maravilloso Relato, Verónica C.
Un abrazo y besos.

Inma dijo...

Triste y dura moraleja tiene este relato, sea verdad o ficción, porque entra en lo más crudo del ser humano, ser uno mismo y actuar tal cual o simplemente seguir una vida sin alma y con sentimiento de culpa.

Un relato fuerte, vigente, rotundo, mi querida Verónica, y además sin música (??)

Muchos besos guapaaa

Verónica Calvo dijo...

Mariangeles, me parece que todos conocemos al menos a uno de los protagonistas de este relato, aunque con distintos nombres y circunstancias.
Es más, mucho pueden verse reflejados.
Yo misma lo hago.
El miedo es inherente a nosotros.

Por eso, como tu, procuro que ningún tren pase de largo.
La vida tiene oportunidades y somos nosotros los que nos saboteamos.
Sin escusas :)

Besos, buena semana y altos vuelos

Verónica Calvo dijo...

Pedro Luis, no he imaginado un final para el relato, a la vista está.
Si crees que volvieron a unirse para superar, podría ser, ¿por qué no? La literatura tiene esta magia ;)

Besos

Verónica Calvo dijo...

En lo más crudo, Inma, porque ya sea una historia de amor o de otra índole, cuando algo grande nos rompe los esquemas y tenemos que dar un salto cuántico, aparecen los lastres del miedo, la inseguridad y todo eso que conocemos y nos dejamos vencer.
Y tenemos toda una vida para apagarnos en la amargura de la insatisfacción.
Lo has dicho perfectamente en tu comentario.

Si, sin música.
Hay prosas que necesitan silencio :)

Besos mi preciosa Inma

mj dijo...

Sí, es miedo e inseguridad lo que les conduce a renunciar a ser felices.
A veces traicionamos a la vida si la confudimos con otra cosa que no sea de su propia expresión. La coartamos al no seguir sus impulsos que no son otra cosa que los nuestros.

Un relato fluido Verónica.
Un beso

Unknown dijo...

Nunca lo había pensado. Pero tienes toda la razón. Jajajaja

neuriwoman dijo...

Siempre emociona este tipo de situaciones, tanto en la realidad como incluso en la ficción.

Un abrazo.

Pitt Tristán dijo...

¡Eres la mejor! Lo significativo del cuento reside en su tema, cómo se trata y se hace estallar más allá de sí mismo. Un recurso fundamental es la tensión.
Hablo del relato desde el punto de vista de lo maravillosamente que está llevado, literariamente hablando (siempre me ha chocado que muchos comentarios están referidos a los relatos como si fueran la noticia de un periódico o algo que le ocurre al autor, o bien opinamos sobre la moralidad y las acciones de los personajes, como si sales de ver Otelo y dices: Otelo era muy malo)
¿Por qué este tema y no otro? Se suele preguntar incluso el propio autor. A veces incluso hay razones que mueven consciente o inconscientemente al cuentista a escoger un determinado tema.
En resumen: un pedazo de relato. Muy bueno.
Y, sobre todo, un escritor nunca, nunca, debe juzgar a sus personajes. Como tú sabes mejor que yo, que para eso eres la artista.
Besazo.

Juan A. dijo...

Jo-der.

Teresa dijo...

Tu historia es un trago amargo más con el que a veces nos sorprende la vida. El modo de reaccionar depende por supuesto del sentir de cada persona, pero la pena que seguro se siente es un factor de peso a la hora de decidir. Excelente narración.

Un beso grande querida Verónica.

LA ZARZAMORA dijo...

En estas entrelazadas historias no sabría quien se sintió más miserable de todos, ni quien se justificase más...

Besos, Verónica.

Luján Fraix dijo...

ESCELENTE RELATO QUERIDA AMIGA, ESAS VIDAS VACIAS SE NUTREN EN LA RESPONSABILIDAD, EN EL DEBER... LASTIMA QUE LA VIDA ES UNA SOLA Y LA OPORTUNIDAD DE SER FELIZ LES FUE NEGADA POR LAS CIRCUNSTANCIAS.

UN BESO GRANDE.
ME GUSTÓ MUCHO TU NARRATIVA.

Verónica Calvo dijo...

mj, somos pura energía a evolucionar dentro de una materia densa.
El miedo nos paraliza y nos sirve de escudo.

Poco a poco iremos dejando densidades y asentándonos en seguridades que llegan desde lo sutil y se hace forma :)

Besos, gran reflexión nos dejas

Verónica Calvo dijo...

Carlos :D

Es que es una verdad!!!

Verónica Calvo dijo...

Si, Neuriwoman, por la simple razón de que son situaciones humanas que de alguna manera hemos vivido todos.

Abrazo con cariño

Verónica Calvo dijo...

Pitt, si estuvieras cerca estaba ahora mismo invitándote a uno de esos vermú que tanto te gustan, aunque no sean aquí de grifo, que es como me gusta a mi :)

No, justificar a mis personajes nunca.
Ni en la vida. ¿Quién es uno para justificar al otro? Eso me suena, a demás a prepotencia, a no creer que el otro, aunque sea un personaje, es capaz de enfrentar su vida y sus acciones.

¿Por qué este tema y no otro?
Llevaba mucho tiempo dando vueltas a este breve relato en la cabeza (años)y surgió terminarlo.
Pero es un apunte que voy a desarrollar aunque no en el blog.

De conscientes e inconscientes no diré nada.
Seguramente llevas razón, pero eso quedará en todo caso, entre nosotros y ese vermú ;)

Muchas gracias mi querido filósofo, por tu generosidad, cercanía y cariño.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Juan Antonio... eso ;)

Y te dejo un beso de veneno y un abrazo con fragancia de noche

Verónica Calvo dijo...

Cómo me alegra verte querida Teresa!!!

Si, en la vida de cada uno hay razones que sólo la persona sabe y sus decisiones las llevará como tenga que llevarlas.
Nunca sabemos qué le mueve al otro a obrar cómo lo hace.

Besos con todo mi cariño

Verónica Calvo dijo...

Querida Eva, a veces se daría un mundo por poder leer las mentes, ¿a que si?

Besos linda, muchos

Verónica Calvo dijo...

Querida Luján, un alma tan sensible, noble, amorosa y grande como la tuya es capaz de empatizar y saber que ellos, por sus motivos, decidieron dejar de lado sus felicidades en pos de algo que seguramente se nos escapa y no entendemos.

Hay mucha gente que sabe renunciar y como bien dices, se nutren en un deber que no sienten como obligación si no como, de últimas o de primeras, yo no lo sé, un acto de amor y lealtad.

Besos y muchas gracias por traer tu luz a esta noche :)

Alicia dijo...

Me ha conmovido esta historia, dos personas unidas, pero deseando a otras. Me quedo con tu final, no dejar pasar los trenes, quiza solo pasen una vez en la vida. Besos

Verónica Calvo dijo...

Tantas personas hay así, Alicia...
Lee si te apetece el comentario de Maribel Flores.
Es la esencia de tu comentario y la realidad de tantos.

No, cuantos menos trenes dejemos pasar, mejor.

Besos

Elcaligrafista dijo...

Y si, estamos moldeados por las oportunidades (por las que tomamos y tambien por las que desechamos).

mi beso.

Lola Barea dijo...

Querida Veronica, muy buenas noches.
A veces la lealtad a ciertas cosas O personas nos hace infelices, en una palabra, nos pasa factura. Me ha encantado la historia, felicidades.
Un fuerte abrazo para ti.
Lola.

Verónica Calvo dijo...

Así es, Caligrafista.
Y no hay que sentirse mal por aquello que dejamos escapar, nos enseñó y nos hizo apreciar más todo.

Beso y brisa

Verónica Calvo dijo...

Tantas veces, Lola, pero si se hace desde el corazón no debería hacernos sentir así.
Será que nos agarramos de una falsa lealtad para justificarnos.

Besos y abrazo con cariño

Maria jose dijo...

Muy triste este relato Veronica, no se si es real pero en la vida suele pasar que en parejas donde el amor esta acabado uno de ellos se queda bien por compación como este caso o por comodidad en otros.Como bien dices no se puede dejar pasar el tren porque cada minuto que pasa no vuelve ya,si hubieran sido sinceros entre ellos quizas el destino tambien habria sido distinto.Gracias por compartirlo,besitos guapetona

Rosa dijo...

¡Buf, Verónica!, no lo sé, no me atrevo a decir ni "mu" sobre esto, no tengo ni idea, porque cada pareja es un mundo, los tendría que conocer, y ni aún así..., pero yo creo (digo un poco "mu") que la generosidad vence al final todo, al final todo se entremezcla, y yo aquí veo amor y generosidad (aunque Víctor no sonría), aunque cada uno se ilusionó por separado, al final decidieron estar juntos, y ahí, yo no digo ni "mu", ¿quién sabe lo que puede pasar?, a mí me gusta que decidieran seguir juntos, ellos saben más...a lo mejor Víctor acaba sonriendo, es una posibilidad muy cierta, en cualquier momento puede saltar la "chispa"...yo lo intentaría de nuevo...

Me gusta como escribes.

Un beso.

Pensamientos Oportunos dijo...

Hay historias de amor que se entrecruzan caprichosamente, son jugarretas del destino que se nos ríe en la cara.
Gran relato Vero.
Te dejo un beso

Verónica Calvo dijo...

shantal, hola.
La historia de Víctor es real,le resto ficción.

Es cierto lo que dices, si hubiesen sido sinceros posiblemente sus vidas hubieran ido por otros senderos.

Tu punto de vista sobre el por qué de Víctor pasa por la compasión.
Gracias por expresarlo, me gusta saber qué dejan mis palabras en el lector, las conclusiones y las críticas.

Besos, me alegra verte :)

(Luego paso)

Verónica Calvo dijo...

Rosa, bienvenida tu opinión sobre este breve relato.

Tampoco digo ni mu en asuntos de parejas ni me gusta juzgar las acciones de otro porque vete a saber por qué lo hacen, bastante tengo con mi vida.
Pero sobre ellos en este relato puedes opinar, como expresar lo que sientas aunque no tenga que ver con la trama, puedes decirme incluso si hay alguna falta de ortografía :)

Te quedas con una perspectiva de esperanza entre ellos.
Está bien, claro, ¿por qué no?

Gracias, por tu comentario, por el desarrollo que expresas y por el piropo.

Beso *

Verónica Calvo dijo...

Osvaldo, ya te digo si se ríe...

Por eso la vida es el Gran Misterio y el Gran Juego.
Fluyamos y demos lo mejor :)

Besos

José Manuel dijo...

El dialogo que muere en los lábios, y el entorno de vida de la que nos dejamos llevar, no impide escuchar lo que que el corazón nos habla.


Besos

lichazul dijo...

besitos y feliz martes 13
gracias por tus huellas
:D

Verónica Calvo dijo...

José Manuel, el corazón siempre nos habla, incluso cuando cerramos los oídos.
Es persistente y sabio.

Besos

Verónica Calvo dijo...

Hermoso martes 13, Elisa, lleno de oportunidades para todo :)

Aquí con poco tiempo, pero atendiendo versos y sintiéndolos en el silencio.

Besos y gracias por tu cercanía

La Novia dijo...

Una primera mala decisión puede llevarnos a arrastrar cadenas el resto de la vida... Pero que sabemos de eso cuando somos jóvenes y rebeldes!!!!!

Beso

Verónica Calvo dijo...

Si, Ivo, así es.
Y quines somos de todos modos, para juzgar las acciones y decisiones de otros!!!

Beso, Novia, con alegría

Anónimo dijo...

HAY SITUACIONES QUE LO CAMBIAN TODO. EXCELENTE RELATO.
UN ABRAZO

Mª Carmen dijo...

Uff, me encantó amiga que dificil y complicada es a veces la vida.Besitos.

Arisenag dijo...

Muchos sentimientos entremezclados.. En ésta historia ..el cariño y la lealtad han sido los que han prevalecido .. Luego tenemos los casos al contrario.. que después de ese accidente la persona con la que has compartido la vida te da la espalda y se aleja..
Un mundo complejo éste nuestro .. repleto de historias en ambos sentidos.. igual de durísimas las dos vertientes ...

Un cálido abrazo

Joaquín Galán dijo...

Un excelente relato sobre unas vidas unidas para siempre por las circunstancias.Parece algo irracional y,sin embargo,es tan corriente que ni lo imaginamos.

Más que de coger el tren a tiempo creo que se trata de coger el tren correcto y eso no es fácil para nadie.Encontrar el amor ideal es,en realidad,un ideal,una quimera que sólo nos creemos cuando somos desgraciados con quien nos ha "tocado" vivir.Aunque es cierto que entre encontrar la pareja perfecta y vivir con alguien con quien no tienes nada en común,hay otras opciones intermedias que son las que hay que buscar con la mayor ilusión posible.

Feliz huelga Verónica.

Verónica Calvo dijo...

RelitH y en cuestión de segundos, unas veces para bien y otras para mal.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

Mucho, Mª Carmen.

Me alegra verte.

Besos mi querida poeta

Verónica Calvo dijo...

Aris, es verdad.
Te puedes llevar muchas sorpresas de quien menos lo esperas para bien y para mal.
Y uno mismo también puede sorprenderse por lo mismo.
Somos una especie rara...

Abrazo grande

Verónica Calvo dijo...

Jerónimo, cuánta verdad en tu comentario.
Es verdad, hay que saber coger el tren adecuado porque se presentan muchos que descarrilan o acaban en vía muerta.

El amor perfecto no existe, no somos perfectos y "exigirla" es absurdo.
A mi lo que me asombra es la capacidad de resistencia emocional que podemos llegar a tener.
Como bien dices, siempre hay opciones, y ahí volvemos a los trenes :)

Gracias por tu comentario, me hace reflexionar y eso me gusta.

Feliz huelga si la haces, y si no, pues feliz día :D

Menteinvisible dijo...

la vida es como del revés, dos en uno es algo difìcil de entender, el lenguaje amoroso no abarca las grandes verdades, la bondad mal interpretada por el propio sujeto produce infelicidad...etc
tus manejo del lenguaje me produce sensacion de belleza y me hace pensar,
gracias por existir..un abrazo m.i.

lunáticasuicida dijo...

Ya lo decía Ortega: "Yo soy yo y mis circunstancias". Pues qué triste que no se hayan atrevido a hablar sin rodeos. O a querer por compasión.

Melvin dijo...

Vivir sometidos a lo que se espera de nosotros, a la posibilidad de un cambio que nunca llega, al deseo de soñar en silencio, a la búsqueda de un ideal perpetuo que nos engañe un poco más.... Son sólo pequeñas muestras de lo que somos capaces de hacer por enraizar nuestra infelicidad... Invertir esas mismas energías en algo tan natural y bello como es ser feliz, nos asusta la mayor parte del tiempo. Dura historia, querida mía. Pero tan común... Los corazones que vuelen libres que las razones ya buscarán lazos para atarlos a la tierra. Besitos muy honestos y terrenales.

Anónimo dijo...

Hola Verónica, Woww! luego de leer
la historia tan bien escrita,
y agradecer haberte conocido,
he leído los comentarios y ya no se
si hay que subir o bajar del tren :)

Todos conocemos historias similares,
existen creo desde siempre,pues lo
que hay no nos apetece y encontramos
maravillas fuera,siempre en busca
de otra cosa,eternos buscadores...
mas que subir al tren debemos bajar
de ese que no estamos cómodos y
luego veremos a cual subir,no se!
los seres humanos trozamos con la
misma piedra varias veces.
El amor lo idealizamos y nos perdemos en el camino.

La vida es una aventura a la que nos enfrentamos cada día!

Me gustó la lealtad de Victor
muestra el amor que hay en su corazón a pesar de todo,¿Y porque
no puede surgir algo bonito?
si un día se amaron,algo pudo quedar... "donde hubo fuego,
cenizas quedan" ...o no!

Abrazos llenos de cariño!


El intimista secreto dijo...

A veces parece como si el destino tuviera existencia propia y se complaciera jugando con nuestras vidas.
La entrada me gustado mucho, es buena en el significado y en el tono de narración.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Verónica....y una segunda parte??
besos y gracias por tus palabras.

Verónica Calvo dijo...

Dos son dos, m.i.
La vida se vuelve insoportable cuando uno de los dos quiere que sean uno y dicen hablar el lenguaje del amor.
Uno camina al lado del otro, pero uno es una entidad con su vida propia.
Estamos de acuerdo.

Gracias por tus generosas palabras.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

Así es, lunáticasuicida, cada uno con sus circunstancias.
Cada cual sabe sus motivos y ante eso, silencio.

La comunicación no es fácil, pero cuando ni siquiera se intenta, es un drama.
Querer por compasión a mi me parece que no es querer, es poner a la persona es una minusvalía tremenda.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

Mi queridísimo Melvin, cuánta reflexión y verdad hay en tu comentario.
Estamos programados para sabotearnos.
Y eso hace la mente.
Cuando tenemos un atisbo de felicidad o en el horizonte vemos algo "seguro", entonces sacamos fuerzas para ser felices, aunque a veces nos asusta.
Somos materia muy densa.

Esos besitos honestos y terrenales me sientan muy bien :)

Yo te doy uno, suave pero apretaíto *

Verónica Calvo dijo...

poppy, como bien apunta Jerónimo, deberíamos saber qué tren coger.
Las oportunidades se presentan a diario, pero algunas son casi únicas y ahí si que hay saber si subimos o no, aunque la vida es una incógnita.
Podemos coger muchos trenes que descarrilan o quedan en vía muerta o podemos no subiros a ninguno y mirarlos pasar con amargura.

Somos una especie rara que quiere libertad y ser feliz pero que continuamente se amarga y se encadena.
Somos materia densa.

A veces no quedan ni cenizas porque se las lleva el viento.

Abrazos!!!

Verónica Calvo dijo...

Bienvenido, intimista secreto :)

Prefiero pensar que son circunstancias que nos ayudan a crecer o a tomar conciencia.
El destino al fin y al cabo me parece que lo vamos labrando con nuestras acciones.
Y luego está la vida, la gran incógnita que a veces parece que te desmorona los planes :D

Gracias por tu comentario y por venir.

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

No, Mariangeles, no habrá.

Imagina para ellos la vida que quieras darles :)

Gracias a ti, siempre.

Besos

Óscar Sejas dijo...

Es una historia dura, hay muchas personas que se instalan "en la comodidad" y son capaces de aguantar junto a alguien no sintiendo nada hasta que consiguen otra tabla a la que aferrarse. Personalmente no creo que sea una buena forma de hacer las cosas ni creo necesario que suceda una desgracia para que todo vuelva a ser como antes, porque en realidad nunca lo va a ser. ¿Por qué nos empeñamos en la comodidad?

La historia me dejó un nudo en el estómago, lo reconozco.

Fuerte abrazo.



Sergio dijo...

Es curioso que la empatía hacia el otro y nuestro deber hacia esa persona nos hace también equivocarnos. Las buenas intenciones también son dañinas. Para nosotros mismos. Un sentido de la lealtad mal entendido es quedarse con una persona mientras piensas en otra. Qué historia tan buena. No hay que sentirse miserable por entregarla a nadie.

Verónica Calvo dijo...

Creo que todos, en algún momento de la vida y en diferentes circunstancias, nos apalancamos por comodidad, miedo, desidia...
Y siempre acabamos sabiendo que arriesgar es ganar, tener la oportunidad de ser más felices o menos infelices.

Oski, nada vuelve a ser como fue.
Efectivamente.

Deshaz ese nudo ;)

Abrazo

Verónica Calvo dijo...

Conozco tantas buenas intenciones que son asesinas, Sergio, que miedo me dan.

Si estamos con una persona pensando en otra es un suplicio.
¿Es eso lealtad?
No lo sé, porque cuanto más pienso en la lealtad hacia otro menos creo en ella, no así en ser leal y coherente para con uno.
Otra cosa es la fidelidad, en ella no creo en absoluto.
Así que estoy de acuerdo en que un mal entendido es dañino.

Miserable dice sentirse ella, yo opino otra cosa ;)




lichazul dijo...

Verito muchas gracias por tus huellas
abrazo grande y energético
pasa un jueves pleno

pd...mi exámenes salieron todos negativos, ayer me dieron la buena nueva

ando feliz :D

Verónica Calvo dijo...

Elisa... :)

Brindemos pues!!!

Besos, feliz jueves, abrazos con cariño

Luján Fraix dijo...

ES CIERTO QUERIDA VERÓNICA, YO SÉ MUCHO DE ESAS RENUNCIAS... PORQUE LO HE VIVIDO CON MIS PADRES, ES OTRA HISTORIA PERO SE PARECE EN ALGUN PUNTO. UNO SE SIENTE TRISTE PERO SI ACTUA DE OTRA MANERA LA CULPA LO PERSIGUE...
LAS PERSONAS QUE NO CONOCEN EL EGOISMO SUELEN ACTUAR ASI.

UN BESO GRANDE AMIGA.

Verónica Calvo dijo...

Luján, es verdad que las personas que no conocen el egoísmo suelen ser leales y lo que para unos puede ser un motivo para hundirse lo viven de una manera más altruista.

Cuando uno renuncia a algo por el bienestar de otra persona le queda el consuelo de saber que no la hizo daño y eso aligera la carga.

Aún así, qué duro...

Besos mi querida Luján

Amanecer Nocturno dijo...

Las circunstancias, las casualidades lo marcan todo, lo cambian todo, ya lo dicen en Los amantes del círculo polar.
Y siempre los días en lo que todo cambia, los días de accidentes como los de Alicia, parecemos dormidos, ausentes.

Un abrazo.
Me ha encantado.

Verónica Calvo dijo...

Todo cambia en un segundo.
Tu felicidad e infelicidad está en manos de ese destino que algunos llaman porque creen en el, y que te eleva o te lanza al fondo del abismo.

Solemos estar ausentes, pocas veces estamos de verdad, lúcidos :)

Besos Esther, que Amanezca Nosturno

lichazul dijo...

muchas gracias Verónica por tu huella
y sobre todo tus ánimos, ando entre lápices de colores y dibujos locos experimentando

besitos y feliz feliz requete feliz fin de semana
:D

Verónica Calvo dijo...

En serio que anda usted muy creativa, Lichazul!!!

Te está quedando muy bien, a mi me gusta y mucho.

Besitos y que la semana nos llegue nueva y llena de oportunidades ;)

Lyliam dijo...

Solo estoy aquí, sin poder decir nada, nada. Y ahora voy a cerrar y a ponerme a juntar los pedacitos que quedaron de mi. Siempre me armo al final, tengo que hacerlo, también tengo ese día en que salgo a "verlo"... solo pasar.
Sos tan linda escribiendo Vero.

Verónica Calvo dijo...

Querida Lyliam, dale cierre y confía en le proceso de vida.
Se abrirá la ventana o la puerta a todo lo nuevo que te tiene que llegar.

Besos con todo mi cariño

Verónica Calvo dijo...

De Patricia H por correo electrónico

Qué pedazo de Escritora eres y no solo eso, ARTISTA con todas las letras, no me cansaré de decírtelo. Se lee la historia con suma atención, hay mucha profundidad de fondo con este relato. Corazones rotos en soledad y cruzados en sentimientos. Sacrifican su “vida”, en aras de – No hacer daño al otro -. ¿cuántas personas viven esa soledad de alma???.......
Muy buen relato.
Gracias por poder disfrutar de tus creaciones.

Verónica:
Te juro que he pensado no poner tu comentario, me da hasta vergüenza, pero bueno, igual si viene una mala crítica, se pone, igual un comentario de este calibre.

Hay muchas vidas así.
No voy a juzgar a estos personajes del relato ni a nadie.
Cada uno con su vida y sus consecuencias.
Creo que un "sacrificio" jamás lleva a nada positivo cuando la vida (serenidad, felicidad etc) de uno se va a ver truncada.
Uno debe vivir su vida, sabiendo que hay gente alrededor por supuesto, pero...
¿Yo que haría? ¿y tú?

Besos tesorillo, y agradecida por este comentario tan enorme hacia mi

Jon Igual dijo...

Una historia triste, pero que a la vez contiene cierta alegría. Me ha gustado mucho tu relato, espero leer más.
Un beso.

Verónica Calvo dijo...

Me alegra que te guste, Jon.
Si, seguro que leerás más relatos aquí.

Besos **

Miguel de Maya dijo...

Siempre que entro por aquí acabo por buscar y releer esta entrada, ¿te importaría que en un futuro la pusiese en mi blog en la etiqueta de Relatos?

http://daiquiri-blues.blogspot.com.es/search/label/03%20-%20Relatos

Evidentemente sería con tu nombre al final y un enlace a este blog.

Un saludo!

Verónica Calvo dijo...

Claro que si, DKTMK7, todo un honor que te fijes en este relato y quieras compartirlo con tus lectores.

Avísame, por favor, aunque luego pasaré con calma.
También yo te enlazaré desde "en otros blogs"

Agradecida.

Saludos!!!

Miguel de Maya dijo...

Mas tarde de lo que preveía pero ya está puesto, muchas gracias y un saludo!

daiquiri-blues.blogspot.com

Verónica Calvo dijo...

Todo a su tiempo, DKTMK7 :)

Te lo agradezco sinceramente.
Es un honor para mi que este relato te guste y lo publiques en tu blog.

Te enlazo en "En otros blogs"

De nuevo, gracias :)

Saludos