-Imagen tomada de la red-
Duerme, duerme, una hora más;
no quisiera quebrar tan plácido sueño,
despertarte al amanecer, en la lluvia,
en la sonrisa y en el llanto.
Duerme, duerme, como figura esculpida
sublime y bella tú eres;
el ángel de la guarda te protege con el ala
y abanica tu rostro.
Se diría que no eres hija de la Tierra
—tal es tu figura angélica—,
sino que naciste de un cielo
donde hay tormentas
que marchitan la flor luminosa, perfecta,
pues todo aquí es belleza y quietud,
y las áureas arenas anuncian instantes
que no contemplan el mal.
Duerme, duerme, un sueño mágico
ondula, quizá, cuando duermes
más tu espíritu, plácido, sereno,
con lágrimas despertará.
Edgar Allan Poe
no quisiera quebrar tan plácido sueño,
despertarte al amanecer, en la lluvia,
en la sonrisa y en el llanto.
Duerme, duerme, como figura esculpida
sublime y bella tú eres;
el ángel de la guarda te protege con el ala
y abanica tu rostro.
Se diría que no eres hija de la Tierra
—tal es tu figura angélica—,
sino que naciste de un cielo
donde hay tormentas
que marchitan la flor luminosa, perfecta,
pues todo aquí es belleza y quietud,
y las áureas arenas anuncian instantes
que no contemplan el mal.
Duerme, duerme, un sueño mágico
ondula, quizá, cuando duermes
más tu espíritu, plácido, sereno,
con lágrimas despertará.
Edgar Allan Poe