LLEGUÉ POR EL DOLOR A LA ALEGRÍA.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.
Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
(Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía.)
Así la siento más. Al cielo apunto
y me respondo cuando le pregunto
con dolor tras el dolor para mi herida.
Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que ha sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.
- José
Hierro -
-Imagen tomada de la red-