-Imagen tomada de la red-
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Se
agradece
la
gélida noche
de
este enero moribundo.
Llega
el silencio.
Se
acalla la jornada
de
voces saturadas,
de
quejas, lamentos
y
pronombre personal,
en
primera persona singular.
Se
agradece,
esta
madrugada serena,
después
de tanta batalla
prolongada.
-Verónica Calvo-
38 comentarios:
agradecer el frescor que las madrugadas dejan es de bien nacidos , sobre todo en los crueles veranos que abrasan inmisericordes
besitos de sol
Si es que siempre hay algo que agradecer, Elisa...
Besitos de sol para ti también.
Te entiendo, Carmen.
Yo agradezco el silencio para mi salud mental, como te pasa a ti con el clima cálido.
Buena semana y mil besos, amiga.
Son de agradecer esos instantes en que el alma se puede recoger y, quizás, descansar.
Un abrazo y feliz tarde.
También belleza en enero.
Besos.
Madrugada como bálsamo de tiempo que restaña heridas.
Besos.
Cierto, Rafael. Necesario para seguir en el tumulto de la vida.
Abrazo y buena semana.
Verdad, Carmen.
Qué necesario es.
Más besos :)
Que no falte la belleza, Pitt.
Es alimento.
Besos.
Las madrugadas suelen serlo, al menos para mi. Las heridas se calman y la mente se despeja.
Bss, Toro Salvaje.
yo, mi, me, contigo. ;)
Gracias por esto. Besos.
Siempre agradecer, todo lo que nos alimenta el alma, incluso hasta los momentos en que las cosas no son como queremos,pero,nos enseñan.
Precioso tu poema!
Un besazo!
Se agradece, es cierto, ese momento solitario y silencioso tras tantos yoes que gritan por ser el yo más importante. ¡Agotador!
Bienvenida sea ese momento de sosiego.
Besos, Verónica
Gracias, Laura.
Siempre.
Besos.
Siempre, lunaroja. Cuando pasa el huracán, queda lo aprendido.
A veces algo tan cotidiano como el silencio de la madrugada, se convierte en un tesoro. Y se agradece.
Besos.
Y tanto, Maite... nada bueno sale en una lucha de egos.
Esos momentos, nos reviven y nos cambian la perspectiva.
Besos.
Todo agradecimiento es poco, pero el tuyo hoy se ha superado mi querida Vero, un placer volver a pasar por tu rinconcito.
Besos!!
Gracias a ti, Rosana, por pasar a leer.
hay tanto que agradecer, y qué poco lo hacemos.
Besos.
Estoy de acuerdo, Verónica...El silencio nos reordena por dentro y el amanecer nos da una frescura que alivia el cuerpo y el alma...El ruído, las discusiones, los egos y la algarabía nos confunden y desequilibran.
Mi felicitación y mi abrazo, amiga.
Así es, querida María Jesús.
A veces en la quietud y silencio de la noche, nos reordenamos, como bien dices.
Estamos saturados de voces ajenas y propias.
Abrazo y mi gratitud.
Está demostrado que agradecer y ser consciente de lo que se tiene acaba dando su fruto y se vive mejor. Agradezco estos versos tan frescos, tan llenos de sentido y belleza. Un abrazo
Aún siendo corta
Besos
Tan necesario ese recogimiento!
Alejarse del mundanal ruido... y de los egos maltrechos, de todo aquello que perturba esa paz y serenidad por la que tanto hemos peleado.
Despertar a un nuevo día y emprender de nuevo el camino tras quemar el barbecho.
El tan merecido descanso de una corsaria guerrera... ;)
Besos, Verónica.
Y yo agradezco tu compañía, Sergio :)
Agradecer siempre ensancha el corazón.
Abrazo.
Aún, Profe.
Besos.
Así es, Eva.
Alejarse incluso del propio soliloquio. La madrugada abre un espacio que invita a desconectar; y te quedas ahí, en esa magnitud del silencio, y es cuando cobra sentido esa quema de barbecho que dices.
Y como amaneció... :)
Nos quedan muchas goletas que asaltar, y mucho océano que navegar. Por algo somos Corsarias.
Besos!!!
Cada día más cerca
la primavera.
Mil besos
Siempre hay algo que agradecer.....un gusto leerte....saludos
En nada, Marisa.
A mi me gusta el otoño y el invierno, pero llegará, como siempre. La primavera simbólica es otra cosa. A esa siempre hay que agradecerla que nos reviva.
Besos!!!
Siempre, Sandra, aunque solemos vivir de espaldas a ello.
Abrazo.
Fantásticas palabras llenas de calma, que crean paz y esperanza después de la tormenta. Me encanta tu forma de expresarte, aquí tienes una nueva seguidora, sin duda! Nos leemos :)
Bienvenida, Melissa.
Siempre vuelve la calma, aunque hay que buscarla. Las tormentas van y vienen en este tumulto de la vida.
Me alegra que te guste mi poesía.
Pasaré a leerte.
Gracias por tu presencia.
Saludos.
Bien lo dices, agradecida de una noche del mes en término, vivida en singular de la primera persona. Un abrazo. carlos
Hay tanto que agradecer, Carlos Augusto, y más cuando terminas un día lleno de ruidos y la madrugada te reanima.
Abrazo.
Imprescindible para mí el silencio.
Cada día.
Un beso, querida amiga :))
Para mi también, querida Rosa.
Amo el silencio.
Besos :)
Bello poema, el silencio permite escuchar nuestra alma, me presento soy hija de Scarlet del blog bordando sueños, en su memoria hice un blog para compartir devocionales cristianos. Te dejo un invitada. Un abrazo.
Este silencio es reconectar, Bienaventurada. Necesario.
Bienvenida.
Saludos.
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