8 de octubre de 2014

Al filo del skyline



     Tose.
     Levanta la persiana. Un día más. Una mañana más. Más. Siempre esa palabra saliendo de sus labios, pensamientos veloces que saturan su mente.
   Una mañana como todas. -¿Cómo todas?- Ya empieza el diálogo, el eterno diálogo de la luz de la conciencia.
   Allá en el skyline, que se ha puesto de moda llamar al horizonte de siempre, así –como si eso cambiase las expectativas que ponemos en él- dice la voz, las nubes bajas acarician las altas torres.
   Mira, observa, calla. Casi siente. 
  Café. Dosis diaria de vitalidad en vena. Y ahora un cigarrillo entre sus dedos. Diez años sin uno,-lo qué son las cosas-, sonríe sin culpas. Busca su libreta y apaga el cigarrillo en el sucio cenicero. Piensa. Necesita escribir aunque jamás lo ha hecho.
   Siente el vacío interno, ese que se asemeja a una resaca emocional y que hace que sientas un agujero negro, hambriento y sospechoso, en el centro de tu cuerpo.
   Empieza a escribir algo sobre sí misma, sobre cómo se siente. Se para. Levanta el bolígrafo como si pinchara entre sus dedos. –Ibas a escribir alma, pero no te atreves a tanto-.
   ¿Y si ella careciera de una? ¿Y si se ha evaporado porque está anestesiada?
   Solo sabe que la camiseta negra que viste, arde. Trae aromas de un cuerpo instalándola en este gris presente donde la ausencia se rompe en un reencuentro incierto. Rompe… qué trágica palabra. Y aun así, no hay otra. Rompe. Romper. Roto. Tal vez game over, por aquello de quitar trascendencia a esa piel fina que tiene.

   Horizonte, skyline o como quieras llamarte, cuéntale un cuento que arranque su sombría mañana de cuestionamientos. 
   -¿Ves? hasta tú, agnóstica crónica, depositas en él la esperanza-, piensa mientras muerde el bolígrafo y deshecha ideas.
  Esperanza. Manida palabra hueca que sobre el desencanto reposa. Grises sobre aceros, aceros bañados en grises... Divaga, lo sabe. Se siente poca cosa y se empieza a fumar el bolígrafo mientras deja caer la libreta sobre la alfombra. Y esa camiseta sigue quemando, se hace protagonista, todo lo abarca... Cierra los ojos y en su lúgubre romanticismo, ve una vieja estación de tren transitada por entes. Vapor, un reloj de hierro y una sonrisa... -Yo era sonrisa, él me llamaba sonrisa. –
   ¡Vuelve a serlo entonces!, casi gritan las paredes teñidas de tristeza de su desolado piso.
    Otra mirada al WashApp, masoquista hasta el tuétano, por ver su última conexión: inamovible, ignorada. Bloqueada. Game over en letras luminosas destellantes. La camiseta oprime mientras la estación se diluye en ese frío que siente. -No seas pesimista-, se dice en un intento de creérselo ella misma. Toma la libreta que ha quedado abierta en su caída, mostrando sus hojas blancas como pidiendo ser escritas. Entonces, en un acto de valor, escribe:
   Lo mejor de cumplir años es que no te puedes vendar los ojos por mucho que quieras. Y aun así... ¿dónde me dan una? Y, ¿me aseguran que además va empapada en las aguas del Leteo?

   Reflexión, mero apunte que es certeza futura para que hable su personaje.
   -Sólo es eso... Nada más.-
  Bosteza. Su mirada vuelve a posarse en el filo del skyline como queriendo formar parte de él. 
   Tal vez mañana deje de ser un día más.

                 Tal vez mañana…


Verónica Calvo

-Imagen tomada de la red-



5 de octubre de 2014

Amantes






Deslizaste tu mirada,
noche sin luna,
por mi espalda.
Dos latidos acompasados,
pleamar de emociones
con olor a nardo.
Tú y yo,
abrazados en el alba,
siendo como sal,
que se mezcla con el agua.

                                              Verónica Calvo

                                                                                             -Imagen: Gregory  Colbert-

2 de octubre de 2014

Baudelaire: El amor y el cráneo


Se sienta el Amor en el cráneo
                    de la Humanidad,
y sobre tal solio el profano,
                 con risa procaz,

sopla alegremente redondas burbujas,
                           que en el aire suben,
como para juntarse a los mundos
                         al fondo del Éter.

El globo luminoso y frágil
         en un amplio vuelo,
revienta y escupe su alma pequeña
                    como un áureo sueño.

Y oigo al cráneo, a cada burbuja,
                             rogar y gemir:
-«este fuego feroz y ridículo,
               ¿cuándo acabará?

Pues lo que tu boca cruel
            esparce en el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,
                ¡mi sangre y mi carne!»



Charles Baudelaire

(“Las flores del mal”)

-Imagen: Saturno Butto-

27 de septiembre de 2014

Primera reseña de "Las pequeñas esencias"






La editorial 2deLetras, hizo un concurso vía Twitter, regalando un  ejemplar de mi poemario. Lo ganó Adriana Criado, una jovencísima escritora y bloggera.
Pues bien, Adriana me ha sorprendido reseñando “Las pequeñas esencias”.
Muchas gracias, Adriana, todo un detalle.
Si queréis leer la reseña, su blog es "Soñando entre páginas". 

En octubre presentaré “Las pequeñas esencias” en Madrid.
Os diré el día, la hora y el lugar.




22 de septiembre de 2014

Silencios


Hay silencios
que no otorgan.                                  
Son silencios
sabios, prudentes, necesarios.

Silencios
que tejen alma y mente,
que callan lo que duele,
que guardan lo que sientes.

Silencio, estoy escuchando al silencio.


                                                       Verónica Calvo


                                                                             -Imagen: Art and Ghosts-

18 de septiembre de 2014

Word Press Photo 2014


World Press Photo es una organización sin ánimo de lucro fundada en Amsterdam en 1955 para apoyar el trabajo de los profesionales del fotoperiodismo. Cada año organiza este concurso en el que un jurado internacional integrado por 19 miembros selecciona las fotografías ganadoras de entre todas las enviadas por fotoperiodistas, agencias y diarios de todo el mundo.
El gran número de visitantes de la exposición en cada una de sus ediciones evidencia el poder de la fotografía para superar las fronteras lingüísticas y culturales a través de imágenes impactantes que nos muestran la realidad desde el mismo lugar en que sucede.
Del 12 de septiembre al 12 de octubre, en la Sala Goya.
Organiza: 
Patrocina:
HORARIO
de lunes a viernes de 11:00 > 14:00 y de 16:00 > 21:00 · sábados y domingos de 11:00 < 21:00
Precio: 3 €

(Texto extraído de la web de Círculo de Bellas Artes)
 Círculo de Bellas Artes

C/Alcalá 4
  

-Imagen tomada de la red perteneciente a esta edición. "Señal", del fotógrafo John Stanmeyer (National Geographic), donde vemos a un grupo de inmigrantes somalíes en una playa de la República de Yibuti, levantando sus teléfono móviles en busca de señal para hablar con sus familiares- 

12 de septiembre de 2014

Niño blanco






Un niño blanco de algodón descansa en una nube. Contempla el cielo azul en este estío despejado. En sus ojos se refleja la luz de la tarde y la suave brisa deshilacha su figura.
Feliz él no ve otras nubes que se acercan por el norte del mismo cielo donde se mece.
Este niño blanco, algodón deshilachado, no sabe que él mismo es una nube. 
Ríe al sentir el frescor que le compone: gotas diminutas de agua, condensación de vapores.
Poco a poco se desvanece, contento, inconsciente de él mismo, asombrado del mundo que le contiene.
Y le miro desde mi ventana... es apenas ya una línea en el cielo azul inmenso mientras las nubes del norte, grandes, blancas, como ovejas esponjosas, van poblando mi mente en la pareidolia de sus formas.

Verónica Calvo


-Imagen tomada de la red-

6 de septiembre de 2014

J León Acosta: Algunas veces






Algunas veces he ido hasta los árboles.
Me he acercado a sus pies,
me he sentado y he apoyado la espalda,
primero en silencio, mirando el suelo,
las ramas secas, la hojarasca.
Después me he incorporado,
cuando he llenado el pecho de desdicha
y me ha faltado el aire por callarla.
Algunas veces, con el cielo entre sus copas,
no he podido contenerme.
A todos ellos he contado en voz alta
lo que pasaba
y les he pedido ayuda.
No han dicho nada,
pero tampoco se han ido de mi lado.
Tan solo susurraban,
susurraban sin palabras.
No hacían falta.
Susurrando como madres amorosas
con sus ramas y sus hojas
me calmaban.



-“Diario póstumo de Rafael”-

Imagen: Elena Dudina


1 de septiembre de 2014

El animal




Los hay que cada día
ensayan su muerte.
Tal vez rememoren
plácidos vaivenes
en el líquido amniótico.

Otros, sentados en erosionados
escalones de piedra,
conjuran contra los necios
y enarbolan palomas por bandera.

Hay quien tras un mal día,
destroza un bar
en una pésima borrachera.
Le miran y le rehúyen,
con temor a contagiarse.

Muchos, en la privacidad
de su coche,
gritan insultos hacia
las personas de su entorno.
A estos casi les sonreímos.
Quién no lo ha hecho.

Hay una raza casi extinguida.
Son especímenes que caminan
tranquilos, sonrientes.
Les miramos, no con envidia,
con desconfianza.

Porque nos recuerdan
demasiado a quienes fuimos,
cuando creíamos que el mundo
era seguro, y nosotros,
no éramos aun el animal
que llevamos dentro.


Verónica Calvo

24 de agosto de 2014

Falta de corrección ortotipográfica



   El proceso de editar puede ser muy tedioso por aquello de las revisiones, y se puede escapar una errata por mucho cuidado que tenga el corrector y todos los revisores. Todos sabemos que nos acostumbramos a leer por intuición, es decir, no leemos letra por letra, y el proceso de revisar debe hacerse así, por letra. También ocurre que ya conoces tanto un texto que aunque tengas delante el error, no lo ves. ¿No os ha pasado esto?
   Un día leí un libro que fue un suplicio. Evidentemente el texto no había sido revisado porque encontré:
   Palabras a las que faltaban letras (mauslo, en vez de mausoleo), orden invertido (qeu en vez de que), guiones en vez de rayas (-  —), falta de cierres de exclamaciones, interrogaciones y comillas, errores en tildes, algún artículo mal empleado o que brillaba por su ausencia, sangrías mal realizadas etc.
   El libro tenía 504 páginas repletas de errores ortotipográficos, de estilo y de maquetación, pero este es otro tema, y es una pena, porque la traducción era realmente buena. La editorial, conocidísima, de esas de toda la vida.
   Llegó un momento en que tanto error me molestaba. Pero la novela me tenía atrapada, de otra manera, creo que hubiera abandonado la lectura.
   ¿Cómo es posible esto? Evidentemente, nadie revisó. Una pena, porque el libro lo pagan los lectores en todo los sentidos.

   Vosotros, que sois lectores, ¿os ha pasado algo de este calibre? ¿Habéis encontrado este tipo de errores ortotipográficos en muchos libros? ¿Cuál ha sido el mayor que habéis encontrado? 
     Comentad lo que os apetezca, gracias.


Por si alguien no conoce lo que es la ortotipografía, aquí lo podéis leer.

-Imagen tomada de la red-

19 de agosto de 2014

Recuerdo






Una caricia
en la solapa de tu camisa.
El dulce aliento
de tu beso en mi mejilla.
Una luna de plata suspira,
en el recuerdo de la partida.

                        -Verónica Calvo-




8 de agosto de 2014

Las pequeñas esencias, publicadas


Mi poemario, Las pequeñas esencias, recién salido de imprenta.

   Estoy feliz, como podéis imaginar. Es una edición especial, 15x21 cm, rústica con solapas, con cubierta en papel artístico acabado con barniz de máquina y una encuadernación cosida. El papel es de 90 gramos.
“Cien poemas y un epílogo, donde la belleza, el intimismo y mi visión personal toman forma verso a verso”. (…)

   La presentación del poemario será en septiembre, en Madrid. También en otras ciudades de España, os informaré.
   Así mismo, la distribución comenzará en septiembre, pero ya se van a enviar ejemplares a algunas distribuidoras que no se toman todo este mes de vacaciones.

   Quiero agradecer a 2 de Letras, editorial, todo el trabajo y esfuerzo que han realizado en la confección y publicación de este poemario. Especialmente a Manel, que ha ordenado los poemas, ha escrito la contraportada y se empeñó en editar una edición especial para esta colección de poemarios. Todo ello ha retrasado la publicación, pero el resultado creo que vale la pena.
   …Y como no, a Diana Panadés, que ha maquetado el interior y montado la cubierta del poemario. Gracias.
   También, a todos los que os habéis interesado en adquirir Las pequeñas esencias, ya sea en preventa, a través de la web de la editorial, o buscándolo en librerías.


   Para más información, pinchad aquí

3 de agosto de 2014

Leopoldo Panero: Sola tú




Sola tú junto a mí, junto a mi pecho;
sólo tu corazón, tu mano sola,
me lleva al caminar; tus ojos solos
traen un poco de luz hasta la sombra
del recuerdo; ¡qué dulce,
qué alegre nuestro adiós! El cielo es rosa
y es verde el encinar, y estamos muertos,
juntos los dos, en mi memoria sola.
Sola tú junto a mí, junto al olvido,
allá donde la nieve silenciosa
del alto Guadarrama, entre los pinos,
de rodillas te toca.
Estamos solos para siempre; estamos
detrás del corazón, de la memoria,
del viento, de la luz, de las palabras,
juntos los dos sobre la nieve sola.

Leopoldo Panero


("En lo oscuro")

-Imagen: Elena Dudina-

30 de julio de 2014

Alma-Tadema y la pintura victoriana



Cuando se cumple un siglo de su desaparición, la pintura victoriana, largamente denostada, conoce hoy una importante revalorización estimulada por el interés de grandes aficionados. La colección que Juan Antonio Pérez Simón, hombre de negocios mexicano de origen español, viene reuniendo desde hace una treintena de años es, con toda seguridad, una de las más bellas que figuran en manos particulares.

Las cincuenta obras que presenta el Museo Thyssen-Bormemisza proporcionan una amplia panorámica de esta pintura, que abarca desde los años sesenta del siglo XIX al inicio de la Primera Guerra Mundial, e ilustran perfectamente los dos grandes ejes de esta creación, tan original en el contexto europeo de la época: el culto a la belleza formal –por regla general, femenina– y la pasión por la cultura grecorromana, pasión cuyo representante más genuino es Lawrence Alma-Tadema.

Del 25 de junio al 5 de octubre de 2014.
Sala de Exposiciones Temporales del Museo Thyssen-Bornemisza. Sótano primero.

HORARIO:
De martes a sábado de 10.00 a 22.00 h. Los lunes y domingos de 10.00 a 19.00 h.

TARIFA: 9€ 

C/ PASEO DEL PRADO 8 –MADRID-

-Imagen: detalle de "Las mujeres de Anfisa" de Alma-Tadema sacada de la red-

25 de julio de 2014

Océano Atlántico

Agua que fluye,
reflejo cielo sobre su plata.
Algas y arena
arrastra con fuerza
hasta la playa.
Entre su espuma lleva
dos caracolas blancas.
El rumor de sus olas
mece a las barcas
que sueñan estrellas de nácar.
Hay en la orilla una niña
que moja los pies en sus aguas.

...Océano Atlántico,
fuerza de pleamar y resaca,
llévame a tu encuentro
antes de que llegue el alba.

Verónica Calvo







(Imagen tomada de la red)

20 de julio de 2014

Franck Thilliez: Gataca





SINOPSIS

Un padre infanticida apuñalado en su coche en el bosque de Vicennes. El cadáver de una estudiante de biología descubierto en la jaula de un chimpancé, aparentemente asesinada por el primate. Los restos de una familia de neandertales a los que mató un cromañón hallados en una grieta en una cumbre de un macizo alpino. El asesino de niños Grégory Carnot encontrado muerto en su celda tras arrancarse una arteria del cuello. Un médico obstetra que investiga sobre genética salvajemente asesinado en su domicilio de Montmartre. ¿Qué hilo invisible une estos crímenes atroces, cometidos con treinta mil años de diferencia?

Destrozada por una terrible pérdida, devorada y espoleada por el odio, Lucie Henebelle se lanza sobre la pista de los asesinos junto al comisario Franck Sharko, incapaz de olvidar, como ella, la terrible experiencia vivida. Una investigación que a través de la genética y la teoría de la Evolución, los conducirá directamente a las raíces del mal.

COMENTARIO DEL AUTOR

Esta novela está protagonizada de nuevo por Lucie Henebelle y Franck Sharko. Su aventura no concluyó al final de El síndrome E dado que en las últimas páginas se produjo un acontecimiento inesperado. Aunque evidentemente los personajes mantienen una continuidad psicológica con respecto al libro precedente, debo precisar que esta historia es completamente independiente, de modo que se puede leer sin necesidad de haber leído aquel.

Mi opinión

Esta novela me ha atrapado desde su comienzo. No se me ha hecho tediosa en ningún momento. No leí El síndrome E y es cierto lo que nos dice el autor.
   Los personajes están muy bien trabajados, la trama está muy bien urdida y desarrollada, no es para nada truculenta, a pesar de que la sinopsis puede echarte para atrás. El componente psicológico está muy bien llevado y te adentra cada vez más en la lectura, buscas esa conexión, aunque sí es verdad que enseguida comprendes el título, pero esto no resta interés a la novela, es más, puede que te despistes y no sea lo que de verdad aparenta (fue mi caso).
   El único “pero” que le saco es el personaje del autista. Al final se queda descolgado. Para los que hayáis visto la película “Al rojo vivo”, os diré que a pesar de la “similitud”, para nada toma esa dirección.    

   Si os gusta el género policiaco os recomiendo esta novela.
   ¿La habéis leído? ¿Qué opináis? (sin spoiler, por favor), ¿pensáis leerla?


Título: Gataca
Autor: Franck Thillez    
Editorial: Destino
Tapa blanda
Páginas: 656
Precio: 21 € (bolsillo: 10, 95 €)
ISBN: 9788423345816

14 de julio de 2014

Afortunada



Soy afortunada
por medir
un metro sesenta y cuatro,
y no, uno treinta.
Afortunada,
por tener los ojos verdes
que cambian a marrón claro.
Afortunada,
por tener unas manos
que me sostienen,
y un cuerpo que se funde
con el mío.
Afortunada,
porque sé que la muerte
es paz, y la vida,
una oportunidad
 -o una batalla.
Afortunada
pues sé que la oscuridad,
enseña a amar la luz.
Soy afortunada.
Solo eso
Y es mucho.

                    Verónica Calvo


-Imagen: Mahmood Al Khaja-

                                                                                            

9 de julio de 2014

Ausencia


Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!
Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.

Se van mis gestos, que se devanaban,
en lanzaderas, delante de tus ojos.

Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.

Me voy con mi vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.

Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor y en tu boca de mosto.

Tu entraña fuese y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo.
¡y en tu pasión que retumba en la noche,
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!



-Imagen tomada de la red-