1 de septiembre de 2014

El animal




Los hay que cada día
ensayan su muerte.
Tal vez rememoren
plácidos vaivenes
en el líquido amniótico.

Otros, sentados en erosionados
escalones de piedra,
conjuran contra los necios
y enarbolan palomas por bandera.

Hay quien tras un mal día,
destroza un bar
en una pésima borrachera.
Le miran y le rehúyen,
con temor a contagiarse.

Muchos, en la privacidad
de su coche,
gritan insultos hacia
las personas de su entorno.
A estos casi les sonreímos.
Quién no lo ha hecho.

Hay una raza casi extinguida.
Son especímenes que caminan
tranquilos, sonrientes.
Les miramos, no con envidia,
con desconfianza.

Porque nos recuerdan
demasiado a quienes fuimos,
cuando creíamos que el mundo
era seguro, y nosotros,
no éramos aun el animal
que llevamos dentro.


Verónica Calvo

23 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Paso a leerles pronto.

Gracias por los comentarios.

Marcos dijo...

Lamentablemente ese animal que llevamos dentro, se va manifestando en demasiados, y con excesiva frecuencia.

Sergio dijo...

Los dos primeros versos me han dejado petrificado por causas personales. Tengo un post pensado para cuando vuelva a mi blog sobre algo que me ha pasado y me gustaría citarte si me das permiso. Adoro tu poesía imaginativa, inteligente y bella.

Rafael dijo...

Así reacciona la parte animal que todos llevamos dentro y que anula la sensibilidad muchas veces.
Un abrazo.

MAR dijo...

Muy fuerte Verónica¡ pero mucha realidad.
Bss

Tracy dijo...

Has hecho un buen retrato incluso de aquellos que fuimos un día.

lichazul dijo...

todos llevamos un mister Hyde dentro,
algunos más domesticados que otros ,pero todos sin excepción podemos ser potenciales asesinos

la psiquis nos pone en jaque llegado el instante y la reacción, nadie sabe controlar totalmente , ni siquiera los más avezados yoguis o iluminados están libres de un episodio de furia jajaja

besitos y buena semana

María dijo...

En este mundo hay de todo, lo que pasa que se deben controlar las emociones, aunque a veces, haya alguien que te saque de "quicio".

Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Que triste, no?

Y tan cierto.

Besos.

LA ZARZAMORA dijo...

Animales risueños, animales desconfiados, animales con garras, animales que se defienden por instinto, pero animales a fin de cuentas, y de principio a fin... sí.
Sólo que a algunos se les despierta la bestia antes que a otros y ni creo que sea un mal abrir los ojos.

Besos, Verónica.

Amapola Azzul dijo...

De todas maneras hay aún animales bellos, no lo olvides.

Preciosa entrada, enhorabuena,un abrazo.

J.R.Infante dijo...

Será mejor que nos quedemos con esos especímenes que caminan tranquilos, por la cuenta que nos trae. Bueno sería encauzar ese vigor en otros menesteres más solidarios.
Un abrazo, Vero.

Darío dijo...

Olvidamos al precioso animal que fuimos e hicimos este monigote... Un abrazo.

una chica de ojos marrones dijo...

me encanta!!!
"cuando creíamos que el mundo era seguro"...
besotes!!!

Entre palmeras... dijo...

Te leo y me sorprende con la facilidad que defines el mundo que nos rodea, la vida, nuestra propia vida y me viene a la mente una frase que leí hace poco y me hizo sonreir por su veracidad:

Los monos son demasiado buenos, para decir que descendemos de ellos.

Un abrazo fuerte, querida Vero

AdolfO ReltiH dijo...

POR MUY CALMADOS QUE SEAMOS; HAY MOMENTOS EN LOS QUE TENEMOS QUE DESDOBLARNOS.
BESOS

Verónica Calvo dijo...

De Patricia Hernández por e-mail:

Bueno, has plasmado en este poema algunas facetas del animal que llevamos dentro. Cuando sale esa parte, uno puede llegar a no controlar las situaciones más cotidianas y llegar a hacer cualquier cosa. Terminas con lo que somos en esencia, en este mundo viviente cuando estamos en sintonía con el medio.
Si, me ha gustado, denota un gran discernimiento.

Andrea dijo...

A mi me gusta aprender de esa parte salvaje de cada uno, dicen que es mejor aceptar nuestras sombras que luchar contra ellas, siempre y cuando estas no hieran...
Me ha gustado mucho, un saludo

Mª Jesús Muñoz dijo...

Profunda reflexión, Verónica...Miramos contigo el mundo y nos reconocemos en él, somos todo eso que nos cuentas...ciertamente miramos con desconfianza la bondad, cuando se nos muestra desnuda y cara a cara...Pero, son las señales, que la vida nos deja para retornar a la esencia y a la humildad.
Mi felicitación y mi abrazo grande por tu buen hacer, amiga.
M.Jesús

Humberto Dib dijo...

Es un poema que hace reflexionar, así que arte y conciencia van de la mano en tu bella entrega.
Un abrazo.
HD

Verónica Calvo dijo...

De Carolina Calvo por e-mail:

Me parece muy fuerte, muy crudo, pero sin embargo….. muy real. Qué lástima que seamos así

Miguel de Maya dijo...

Siempre he asociado la felicidad con momentos de serenidad, ojalá todos caminásemos tranquilos y que nadie mirase con desconfianza.

Un abrazo!

Amarië de Imladris dijo...

Me ha gustado el poema, acabo de llegar a este Blog y me parece interesante. Me quedaré por aquí.