-Imagen
tomada de la red-
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De
tu mano,
cuando
aprendo y me sostengo más allá de este hoy
y
me convierto
en
un reflejo de tu verdor,
de
cada sucesión de vida.
Estamos
en
el pasar de días, a veces tan opacos, donde
volamos
y caemos en este remolino de vivencia.
Tanto
hemos pasado…
Sin
ti todo hubiera sido más amargo,
denso,
terrible.
Y
me apoyo y revivo
en
los recuerdos que a tu lado florecen.
Inaudible
voz la mía
que
es homenaje
y
sangre en la mía.
Ahora
en esta quietud
miramos
detrás del velo
como
atardece y sonreímos.
-Verónica
Calvo-