5 de marzo de 2016

Muerte


Llegarás como hielo a mi vida
siendo sosiego en un abrazo.
Llegarás como un hálito
lleno de ecos ancestrales
y sabores de ceniza.

Tomarás de mi pulso la vida,
siendo rumor y certeza,
muerte llena de vida,
vida que renace en la muerte.

Llegarás a mí,
tan cálida y ya fría...

Y yo te entregaré la paz del sueño justo
en la línea del ocaso a la hora del poniente,
y me llevarás, derrotada y complacida.



-Verónica Calvo-

(Enero 2013)

-Imagen: Leonor Fini-

1 de marzo de 2016

Alejandra Pizarnik: Amantes




una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío


De  Los trabajos y las noches

-Imagen: Anna Roig-



25 de febrero de 2016

La Villa




Casas blancas encaladas en primavera lucen banderolas de colada en sus azoteas.
   Siempre presente el cielo despejado, cual cúpula inmensa y perenne, protege y desprotege la vida en la frontera.
   El viento mece cabellos sueltos escapados de los altos moños de muchachas adormiladas que, en pijama arrastran a sus hijos de la mano a la escuela.
   Se saludan cantarinas mientras pisan charcos de relente, y arrebujadas en la bata,
regresan a sus casas parando antes en la panadería donde compran un sabroso pan portugués.
 Escapa un murmullo de misterio bajo las adoquinadas calles estrechas donde dicen emerge bajo el pozo, calle Galdames arriba, un pasadizo que lleva bajo el río a Castro Marim majestuoso, el mismo que pintara Sorolla de fondo cuando pescaban atunes en abundancia.
 Olores de puchero, Don Diego y azahar acompañan al solitario caminante que no encuentra más placer en estas calles que admirar patios llenos de geranios, atelier de pintores y leyendas de brujas que escapan con orgullo y aviso, de las alzadas voces ayamontinas.
  La Villa, vericuetos de subidas, gente que saluda y sonríe allá arriba del cabezo, donde el viento húmedo divisa la desembocadura del Guadiana, mirando alegre el Algarve portugués, sin entender de contrabando ni rencillas.

(La Villa es un barrio de Ayamonte lleno de encanto y autenticidad).

-Verónica Calvo-

-De Agua-

 -Imagen: D´Esury-

21 de febrero de 2016

Tu risa



-A mi padre, en su memoria-


A veces,
en el silencio de mi mente,
tu risa acude,
como un recordatorio,
de que hay que trascender.

Descargar los tengo que,
aliviar la espalda
de cargas innecesarias,
saber que si hoy hay marejada,
el mar mañana estará en calma.

Y es entonces
cuando comprendo
que todo lo sabemos,
mas lo olvidamos
cuando en agobios divagamos.

Tu risa,
la que me anima,
la que me da el aire que necesito.
En la invisibilidad,
tu risa me da alas.

-Verónica Calvo-


-Imagen: Murat Tuan-