8 de enero de 2019

Punto final


-Imagen Katia Chausheva-
Ir a lo profundo
del bosque,
con un aullido
entre los dientes.
Ser el silencio,
la imperturbable paz
que reina entre la nieve.
Respirar este aire
con aroma de otro tiempo,
y enterrar tus recuerdos.

Ir allí,
donde sale el sol
por donde quiere.
Ver deslizar la sombra
en la ladera
cuando el día descuenta.

Liberar el aullido,
reverberar como un lucero
en el alba de la escarcha.
Ir, de nuevo,
a lo profundo del bosque,
y arrojar, en una sima,
todo aquello que ya no me pertenece.

-Verónica Calvo-

33 comentarios:

lichazul dijo...

atreverse a llegar a lo profundo del bosque
solo pocos lo intentan y muchos menos los que lo logran
los que nos perdemos en el camino
damos con ello accidentalmente y a veces decidimos regresar al descampado

besitos de sol

Rafael dijo...

Es como descargar una carga que ya no tenemos obligación de llevar...
Un abrazo y feliz día Verónica.

Verónica Calvo dijo...

Este bosque con su profundidad, es físico. El otro, el simbólico, es como dices, aunque a veces se llega y no es tenebroso :)

Besos, Elisa, de sol de invierno desde Madrid.

Verónica Calvo dijo...

Tal cual lo dices, Rafael.

Buen día y que vaya fluido.
Abrazos.

Sergio dijo...

Me gusta el verso de respirar el aire con aroma de otro tiempo. No sé si sería un tiempo mejor pero desde luego en ambientes así tendemos a idealizarlo y a vivirlo como si lo hubiese sido.
No me importaría perderme en lo profundo de ese bosque durante un tiempo de carpe diem, no para siempre porque soy realista y no podría, pero sí un tiempo para salir renovado. Y sí, con un aullido liberador entre los dientes. Lupino y primigenio. Un abrazo

Noelplebeyo dijo...

Flotar de felicidad
Besos

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Ahí donde la vida se renueva...Un abrazo. Carlos

Anónimo dijo...

Despojarse de todo para renacer, o pactar una tregua con los recuerdos, si es que es posible.
Saludos

Carmen Silza dijo...

Atreverse a llegar hasta el abismo y arrojar sobre él lo que ya no nos sirve.
Vaciarnos del peso que nos frena.
Para meditar y actuar.
Un Gran abrazo Verónica.

TORO SALVAJE dijo...

Parece muy liberador... espero que no se quede en el poema y que te liberes de todo lo que no te conviene.
El poema se merece un aplauso... y largo.

Besos.

lunaroja dijo...

A veces contenemos ese aullido que pugna por salir, el cuerpo lo siente venir, lo oye retumbar dentro.. pero el miedo,el dolor, o sencillamente el vacío nos lo impide.
Precioso poema, profundo, lleno de sentidos!
Un besazo.

Sandra Figueroa dijo...

Que difícil ir a lo profundo del bosque, pero aveces hay que atrevernos....lindo poema.....saludos

Verónica Calvo dijo...

Bueno, no sé si de felicidad, pero se va como si te has quitado siete kilos de encima :)

Besos, Profe.

Verónica Calvo dijo...

Carlos, justo ahí...

Abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Horacio, pactar con los recuerdos para que den una tregua... ojalá fuera posible, pero son como el amor, que van a lo suyo y no hay pacto posible.

Saludos.

Verónica Calvo dijo...

Ojalá lo hiciéramos más a menudo, no estaríamos tan estresados ni enfadados.
Pero nos puede el condicionamiento social.

Besos, Carmen, buen día.

Verónica Calvo dijo...

Gracias por el aplauso, Toro Salvaje :)
El poema tiene un tiempo ya, pero sí, cerré etapa, cerré capítulo y empecé a pasar página.

Bss.

Verónica Calvo dijo...

Así es, lunaroja, y lo más doloroso es que, a veces cuando puedes liberarlo, queda enmudecido por tanto contenerlo. Pero bueno, al final sale.

Me alegra que te haya gustado este poema.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

A ese bosque profundo simbólico, sí que nos cuesta.
El del poema no lo es. Es un bosque al que voy cuando necesito calma :)

Abrazo, Sandra.

LA ZARZAMORA dijo...

Liberarse, soltar, respirar, fluir... y volver a empezar desde aquel origen donde dejamos nuestras huellas antes de que nos las pisaran.
Y ya luego adentrarse en ese bosque sin miedo, salir si bien no ya indemne sí
con es despliegue de unas alas cubiertas por el rocío de una pequeña gran sabiduría... ;)

Besos, Verónica.
Un poema de esos tuyos para reflexionar.

Verónica Calvo dijo...

Esas huellas que nos pisaron, pero que nos hicieron llegar a hoy, no indemnes del todo, pero todo suma, en experiencia, como bien dices, con las alas abiertas, hasta el siguiente round. Y este nunca será tan cruento. Ni lo merecen ni lo merecemos.
Enterrar aquello y a aquellos que son lastre, y ser ese rocío.

Gracias, Eva.
Besos desde esta ciudad que te recuerda.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Sí, Verónica...Es necesario llegar a lo más profundo y primigenio de la naturaleza y soltar aullidos y lastres, que pesan y duelen. Volver a ser y descubrir la esperanza en la pureza del alba. Me encantó la profundidad, la fuerza y la determinación de tus versos.
Mi abrazo y mi cariño, amiga.

Verónica Calvo dijo...

María Jesús, eres pura conexión con la naturaleza y el espíritu, así que este poema ha de resonarte con naturalidad.
Ojalá tengamos siempre nuestro bosque intacto, y el silencio suficiente para escucharnos.

Gracias por escuchar.
Abrazo inmenso.

Maite dijo...

Un poema liberardor, soltar aquello que no nos permite respirar y llegar hasta el fondo del bosque; sí, conectar con la fuerza y la sabiduria de la naturaleza que en ocasiones es hasta sanadora.
Besossss, Verónica. Un placer leerte

Laura dijo...

Bellas palabras Verónica, yo también me adentré en el bosque. Besos.

Mujer Virtual dijo...

Se percibe liberador, que así sea, es un bello poema
Abrazos

Verónica Calvo dijo...

Así es, Maite, soltar y soltar.
La naturaleza siempre es sanadora. Esa conexión con su fuerza y sabiduría, la hemos perdido los urbanitas, pero aun así, siempre algo nos llega :)

Un eso grande.

Verónica Calvo dijo...

Me alegra saberlo, Laura :)
Te deseo felices vuelos.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Soltar lastre siempre es liberador. A veces nos cargamos por inercia.

Bienvenida, Mujer Virtual.

Abrazos.

Rosa dijo...

Ohhh, Verónica, me encanta, tan necesario adentrarse en lo profundo del bosque.
Gracias por estos regalos, mi querida poeta.

Un beso.

Verónica Calvo dijo...

Gracias, siempre, a ti, mi querida Rosa.
Ir a lo profundo del bosque, sin miedo, disfrutando :)

Besos.

José Valle Valdés dijo...

De mucho guato, amiga. Final de altos kilates.

Abrazos

Verónica Calvo dijo...

Ojalá todos los finales fueran así como dices, Pichy.
Hay que saber cerrar etapas, aunque algunas duelan.

Abrazo.