-Imagen
tomada de la red-
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Era un lienzo gris
aquella calle del centro
donde antaño paseábamos.
Hicimos nuestra
la fría lluvia de febrero
mientras nos reflejábamos
en cada charco.
Recuerda:
Vendaval,
campanas de cristal.
Viento afuera,
adentro,
tú.
Silencio...
Quedará el aguacero
calándome la ropa.
Y tu sombrero.
Entre nosotros,
lluvia y huesos
flotando en un océano
de distancia y consuelo.
-Verónica Calvo-
21 comentarios:
Aquella tarde se ha hecho poema.
Ya es inmortal.
Besos.
Tarde de recuerdos,
la nostalgia viva
paseando por el bulevar
de la memoria.
Un besito, preciosa.
Qué querrás decirme, poeta, y qué habré entendido yo. ¿Hay réplica posible para un poema, por demás, tan bello?
Hicimos nuestra fría lluvia y nos calamos mutuamente hasta los huesos: yo a ti y tú a mí. Y cada charco nos lo reflejó. Vendaval, fuera y dentro, lluvia y huesos y distancia y... consuelo. Hasta donde alcanzábamos.
Cuánta metáfora en esa lluvia de febrero, Verónica. Cuánta feliz coartada para tus versos. ¡Gracias siempre!
Las tardes de lluvia pueden dar para la melancolía o para la poesía. Prefiero lo segundo aunque a veces esto es producto de lo primero. En cualquier caso se entra con gusto en tu historia pasada por agua.
Es lo que tienen las ausencias... que se recuerdan adornadas de lazo y todo.
Fuerte el abrazo.
Qué requeteboniiiito!
Me encantan los días de lluvia porque son capaces de limpiar mucho más allá de las calles y bosques.
Un beso.
Si, me ha gustado este poema, tierno y cálido, a pesar de la lluvia.
Tarde conservada en el recuerdo...
Un abrazo.
Qué bonitos son tus versos, me gusta mucho el estilo y la elegancia que tienes!
Siempre llueve en el recuerdo de tu adiós.
Preciosos versos, gracias
Me encanta.
Silencio ...
¡Un beso!
una bella tarde Verónica....sin dudas.
Saludos,
Ali
Has hecho inmortal esa tarde de lluvia Vero. Bellisimo
precioso...
y muchos besos!!
De una tarde de otoño y además con lluvia pueden salir los versos más hermosos, como estos tuyos.
Besos
Realmente hermoso, Verónica.
Ágil, fresco y con una dulce cadencia que invita a seguir leyendo.
Pero lo bueno acaba pronto.
Como debe ser.
Discursa con mucha amenidad y dice con gusto, amiga. Bien se me da.
Abrazos
...y esa lluvia que contigo, se hace melodía y poema.
muy bello, Vero.
Besos
Hermoso paseo por ese bulevar de la memoria, me ha encantado este poema, una lluvia de maná.
Gracias por tu presencia y lectura de mis letras, un placer Veronica.
Feliz domingo.
Un abrazo.
Cuando el silencio se vuelve versos.
Hola querida Verónica, precioso poema, como siempre, bellísimo.
Un fuerte abra, amiga.
Lola Barea.
Como un cuadro clavado en la retina para siempre...
Hermoso poema.
Besos.
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