29 de noviembre de 2016

Aquella tarde de lluvia


-Imagen tomada de la red-
Era un lienzo gris
aquella calle del centro
donde antaño paseábamos.
Hicimos nuestra
la fría lluvia de febrero
mientras nos reflejábamos
en cada charco.

       Recuerda:

Vendaval,
campanas de cristal.
Viento afuera,
adentro, tú.

         Silencio...

Quedará el aguacero
calándome la ropa.
Y tu sombrero.
Entre nosotros,
lluvia y huesos
flotando en un océano
de distancia y consuelo.


-Verónica Calvo-

21 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Aquella tarde se ha hecho poema.
Ya es inmortal.

Besos.

LA ZARZAMORA dijo...

Tarde de recuerdos,
la nostalgia viva
paseando por el bulevar
de la memoria.

Un besito, preciosa.

Marian Ruiz dijo...

Qué querrás decirme, poeta, y qué habré entendido yo. ¿Hay réplica posible para un poema, por demás, tan bello?

Hicimos nuestra fría lluvia y nos calamos mutuamente hasta los huesos: yo a ti y tú a mí. Y cada charco nos lo reflejó. Vendaval, fuera y dentro, lluvia y huesos y distancia y... consuelo. Hasta donde alcanzábamos.

Cuánta metáfora en esa lluvia de febrero, Verónica. Cuánta feliz coartada para tus versos. ¡Gracias siempre!

Sergio dijo...

Las tardes de lluvia pueden dar para la melancolía o para la poesía. Prefiero lo segundo aunque a veces esto es producto de lo primero. En cualquier caso se entra con gusto en tu historia pasada por agua.

Chesana dijo...

Es lo que tienen las ausencias... que se recuerdan adornadas de lazo y todo.

Fuerte el abrazo.

Pilar dijo...

Qué requeteboniiiito!

Me encantan los días de lluvia porque son capaces de limpiar mucho más allá de las calles y bosques.

Un beso.

Anónimo dijo...

Si, me ha gustado este poema, tierno y cálido, a pesar de la lluvia.

Rafael dijo...

Tarde conservada en el recuerdo...
Un abrazo.

lunaroja dijo...

Qué bonitos son tus versos, me gusta mucho el estilo y la elegancia que tienes!

Pilar Abalorios dijo...

Siempre llueve en el recuerdo de tu adiós.

Preciosos versos, gracias

Rosa dijo...

Me encanta.
Silencio ...

¡Un beso!


Alimontero dijo...


una bella tarde Verónica....sin dudas.

Saludos,
Ali

Demian dijo...

Has hecho inmortal esa tarde de lluvia Vero. Bellisimo

una chica de ojos marrones dijo...

precioso...
y muchos besos!!

José Manuel dijo...

De una tarde de otoño y además con lluvia pueden salir los versos más hermosos, como estos tuyos.

Besos

tecla dijo...

Realmente hermoso, Verónica.
Ágil, fresco y con una dulce cadencia que invita a seguir leyendo.
Pero lo bueno acaba pronto.
Como debe ser.

José Valle Valdés dijo...

Discursa con mucha amenidad y dice con gusto, amiga. Bien se me da.

Abrazos

María Socorro Luis dijo...


...y esa lluvia que contigo, se hace melodía y poema.

muy bello, Vero.

Besos

Carmen Silza dijo...

Hermoso paseo por ese bulevar de la memoria, me ha encantado este poema, una lluvia de maná.
Gracias por tu presencia y lectura de mis letras, un placer Veronica.
Feliz domingo.
Un abrazo.

Lola Barea dijo...

Cuando el silencio se vuelve versos.
Hola querida Verónica, precioso poema, como siempre, bellísimo.
Un fuerte abra, amiga.

Lola Barea.

Marinel dijo...

Como un cuadro clavado en la retina para siempre...
Hermoso poema.
Besos.