-Imagen
tomada de la red-
22 de enero de 2023
Donde solo habite el silencio
Partir.
11 de enero de 2023
Abrazo
Y
fueron segundos.
Intensos,
fuertes. Únicos.
No
había espacio,
ni
tiempo,
ni
voces.
Solo
el olor de tu cuerpo,
la
vibración del alma
y
el leve temblor
de
nuestras voces
(hasta
que se hicieron silencio).
La
quietud fundida en nuestro entorno.
Renacer
y morir pegada a tu latido.
Ser
nada y a la vez entregarlo todo.
Hubo
un universo mágico
y
en él,
fuera
de las prisas del tiempo,
n
o s o t r o s.
-Verónica
Calvo-
27 de diciembre de 2022
Mis mejores lecturas de 2022
Ha sido un año lleno de
lecturas maravillosas, de descubrir, de volver a leer libros que
me encantan. No he abandonado ninguno, pero ha habido alguna decepción. Me
ha costado decidirme por «los mejores», la verdad. Ya sabéis que me encanta Lionel
Shriver, así que no podía faltar su libro de relatos. Un descubrimiento ha sido
Elena Ferrante con la nouvelle que dejo. Y en poesía, una Poeta con
mayúscula, compañera de blog: Alejandra Guzzini.
Si os apetece, compartidme
los títulos de vuestras mejores lecturas.
Nos vemos a la vuelta de
año.
Lionel Shriver
aplica su sagaz, irónica y feroz mirada al formato breve. Su primera e
imprescindible colección de cuentos.
Un regalo de boda muy personal se convierte en una fuente de
disputas; un árbol enfrenta a dos vecinos, que se verán arrastrados por una
hostilidad creciente; un treintañero se resiste a abandonar el hogar familiar;
un cartero espía las cartas que reparte; una cooperante en Kenia vive una
aventura inesperada; un padre y un hijo se ven envueltos en una situación
complicada en un aeropuerto; una pareja se enreda en una trifulca por la compra
de una casa; un fugado de la justicia se harta del paraíso en el que se ha
escondido; dos mujeres extranjeras se cruzan en Belfast en pleno conflicto...
Los variopintos personajes que pueblan los cuentos de Lionel
Shriver viven situaciones tensas provocadas por la fijación por la propiedad.
Por el empeño de poseer bienes inmobiliarios, objetos o personas. Como es
habitual en la autora, las situaciones cotidianas pueden desbordarse en
cualquier momento, y las personas en apariencia más cabales son perfectamente
capaces de perder los papeles hasta límites insospechados.
Un abanico de parejas, padres e hijos, vecinos y familias se ven
sometidos a una montaña rusa de engaños, obsesiones, miedos, deseos y desencuentros.
Con su sagacidad –y afilado estilete– de costumbre, Shriver escruta y
radiografía la sociedad contemporánea en estos cuentos que pueden ser al mismo
tiempo desoladores y descacharrantes, hirientes y poéticos, virulentos y
profundos. En la brevedad del relato la autora no pierde ni un ápice de su
mordiente: la condensa en un elixir irresistible.
(Sinopsis de Anagrama)
Convivo con una musa errática e indisciplinada. Hace
años que nos conocemos. Suele ir y venir a su antojo. Hay épocas en
las que se instala a mi lado y ambas vibramos en la misma sintonía y es
entonces cuando ocurre. Los versos surgen como milagros.
Pero hay otras, en que ella, muy suya,
desaparece, se escurre y me deja asomada al vacío cada vez que creo atrapar el
verso o la palabra perfecta.
Camina de puntillas y me susurra en sueños
poemas que desaparecen cuando abro los ojos.
Por eso cuando busqué un título para este libro
y hacía interminables listas de posibilidades pensé: “Mi musa me ha abandonado
otra vez”.
Y entonces surgió. Mi errática, distraída y
adorada compañera, ¡mi inspiradora musa no es perfecta!
Nuestro particular Olimpo es defectuoso y
febril. Por eso ella merece estar en primera línea. En el título de
este libro: LA MUSA IMPERFECTA.
A
menudo, un gran viaje hacia nuestra parte más oscura empieza con un gesto sin
sentido.
Leda es una profesora de literatura inglesa, divorciada hace mucho
tiempo, dedicada a sus hijas y al trabajo. Cuando ellas se trasladan a vivir
con el padre, en vez de vivir la nostalgia y la soledad que esperaba, Leda de
repente se siente liberada y decide tomarse unas vacaciones en un pequeño
pueblo de la costa. Pero los días de calma aparente se acaban cuando vemos a
esta mujer de mediana edad y mucho criterio huyendo de la playa con una muñeca
en brazos.
Página a página, un agradable descanso a
la orilla del mar se convierte en el retrato de una mujer terca y sola,
asaltada por unas preguntas que la llevan a arriesgarlo todo. En La hija
oscura, la novela más querida por Elena Ferrante, la locura anda de la mano
de la lucidez absoluta: nada sobra cuando un gesto sin sentido nos acerca a la
gran literatura.
(Sinopsis
de Debolsillo)
11 de diciembre de 2022
Lluvia
Llovió toda la mañana
y yo oía su canto.
Llovió toda la tarde
y estuve en la ventana
abstraída en la cortina de agua.
Llegó la noche
y llovía.
Y llovía…
En la soledad
y el silencio de mi casa
la lluvia gritaba tu nombre.
Me hice lluvia
sobre tu imagen.
Tu nombre diluido
entre mi cuerpo y la lluvia
se volvió evanescencia.
Quedó la música de la lluvia
llenando cada rincón de la noche;
meciendo su silencio dormido.
-Verónica Calvo-
-Imagen Katia Chausheva-
29 de noviembre de 2022
Baudelaire: Un hemisferio en una cabellera
Déjame
respirar mucho tiempo, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; sumergir en ellos
el rostro, como hombre sediento en agua de manantial, y agitarlos con mi mano,
como pañuelo odorífero, para sacudir al aire.
¡Si
pudieras saber todo lo que veo! ¡Todo lo que siento! ¡Todo lo que oigo en tus
cabellos! Mi alma viaja en el perfume como el alma de los demás hombres en la música.
Tus
cabellos contienen todo un ensueño, lleno de velámenes y mástiles; contienen
vastos mares, cuyos monzones me llevan a climas de encanto, en que el espacio
es más azul y más profundo, en que la atmósfera está perfumada por los frutos,
por las hojas y por la piel humana.
En
el océano de tu cabellera entreveo un puerto en que pululan cantares melancólicos,
hombres vigorosos de toda nación y navíos de toda forma, que recortan sus
arquitecturas finas y complicadas en un cielo inmenso en que se repantiga el
eterno calor.
En
las caricias de tu cabellera vuelvo a encontrar las languideces de las largas
horas pasadas en el diván, en la cámara de un hermoso navío, mecidas por el
balanceo imperceptible del puerto, entre macetas y jarros refrescantes.
En
el ardiente hogar de tu cabellera respiro el olor del tabaco mezclado con opio
y azúcar; en la noche de tu cabellera veo resplandecer lo infinito del azul
tropical; en las orillas vellosas de tu cabellera me emborracho con los olores
combinados del algodón, del almizcle y del aceite de coco.
Déjame
morder mucho tiempo tus trenzas, pesadas y negras. Cuando mordisqueo tus
cabellos elásticos y rebeldes me parece que como recuerdos.
(De Poemas en prosa, o El spleen de París)