23 de enero de 2018

Aquella noche de diciembre

-Imagen tomada de la red-

A veces
todo se vuelve tan rápido
que sientes cómo desenfocas la mirada.

Luces y destellos.
Rayas luminosas.
Te agarras en ese vértigo
de velocidad y viento,
de caída al precipicio
y de elevación a la estratosfera.

Y ahí estás,
en una hora trasnochada,
viendo girar el mundo
-tu mundo-
creyendo haber resbalado
por un hueco del tiempo.

Todo tan… ¿distinto?
Es conocido y a la vez, nuevo.

El cielo se vuelve magia.
La luz es más brillante.
Y ahí estás, en la gélida noche,
al borde de la congelación
pero no lo sientes.

Recuerdas un rozar de cuerpos
y sonríes, ajena, a los que te miran.
Vuelves a tu casa sintiéndote
parte de algo, y a la vez, ajena.

-Verónica Calvo-


-Para J.-

19 de enero de 2018

Volví a Toledo

-Imagen (detalle) Edward Hooper-


Me recibió
la misma lluvia tenue
y me llevó, en la memoria,
a aquella tarde de antaño.

La misma mesa.
El mismo té caliente
humeando en la blanca taza.
El mismo frío en el ambiente.

Me levanté y salí a la amplia terraza.
Respiré, como aquella otra tarde,
el aire que se volvió vaho al expirarlo.
Frente a mí, El Alcázar.

Y volvió tu voz al contemplarlo.
Y casi sentí tu mano en la mía,
tu aroma abrazándome como un fantasma.

Volví a mi mesa, a mi té,
a abrigarme en el frío del ambiente.
Y todas aquellas voces,
altas, engoladas, estridentes,
enlatadas, felices,
consiguieron que me sintiera
aún más sola.


-Verónica Calvo-

15 de enero de 2018

Lugares aparte

-Imagen tomada de la red-
Lugares aparte
donde el tiempo se para
y estoy/estás/estamos
en sintonía con aquello
que no se explica
pero que se siente.

Escucha…
Un latido.
Tal vez tuyo/mío/nuestro.
Tal vez se lo lleve el viento
y nos libere de la justificación
dejando desnudo el verbo.

Y ahora
quedamos en silencio
ante lo que se nos ofrece:
tú/yo/nosotros
contemplando la grandiosidad
de lo que nos hace únicos; maravillosos.


-Verónica Calvo-

11 de enero de 2018

Declaración

-Imagen tomada de la red-

No doy más que lo ofrezco.
No renuncio a mis silencios,
mi libertad de acción y pensamiento
ni a mi encuentro con las sombras.

No soy más, ni menos, que lo que ves:
mujer libre como el viento,
nómada planetaria
y exploradora de universos.

Querer retenerme
es querer parar un huracán
en mitad del desierto.

Querer tenerme
es adentrarse en plena jungla
sin más protección que la esperanza.

Y para mí
la esperanza es una superstición,
tan muerta como la ley
de lo políticamente correcto.

-Verónica Calvo-

7 de enero de 2018

Máximas mínimas 1



-Imagen Katia Chausheva-
 I.

Quedarme así es darte la razón.
Y ambos sabemos
que muy pocas veces, la tuviste.

II.

Un derrumbe deja escombros
y en ellos habitan los fantasmas.
-No de difuntos. Son los tuyos,
anidados en la sombra de la mente.

III.

Creerte incorpóreo
es afirmarme en añoranzas.
Ahora viene el tiempo
de sacudir(se) el polvo
sucio del derrumbe
y barrer(se) el nuevo comienzo.

-Verónica Calvo-