-Imagen
tomada de la red-
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A ellos…
habitan
quienes tienen el alma cercenada
y un
clavo en el centro del corazón.
Siempre
llevamos la aguja enhebrada,
por si
hemos de cosernos,
y un
silencio a modo de nudo y dolor.
Conocemos
cada estrella
que brilla
en el oscuro firmamento
y sabemos
lo que crece bajo el sol.
Nos
veras en una esquina del mundo
remendando
nuestras alas
y
sosteniéndonos juntos en el filo.
Aplicamos
la verdad.
La
verdad que a otros incomoda.
La
verdad que otorga libertad.
Somos
seres con huesos de acero y piel fina.
Descreídos
que nada esperan.
Vientos
que esculpen palabras.
-Verónica
Calvo-