-Imagen tomada de la red- |
Es noche cerrada de niebla y frío.
Avanzo en silencio entre sepulturas.
Las tristes y gélidas esculturas,
resplandecen en blanco escalofrío.
Un búho negro señala una tumba.
Apuro mi paso hacia la espesura.
Ulula, elevándose, hacia la altura,
mientras un eco, lúgubre, retumba.
Húmedas hojas recubren la losa
y abrigan los restos que abajo habitan.
¡Hay soledad y olvido en esta fosa!
Descubro las letras. Los nombres, gritan.
Tiemblo y dejo en el mármol una rosa;
muerta estás, todos
los nombres, musitan.
-Verónica Calvo-