14 de octubre de 2019

Era octubre



Era octubre.
Nos abríamos paso
entre la multitud;
íbamos al frío
del hombre común,
desde nuestro silencio.
¿Quién es cobijo en la ciudad?
¿Por qué van ciegos?
Recogíamos (nuestros)
sueños rotos, pisoteados
y sucios.
¿Quién fue el primero en matarlos?
¿Por qué lo hacen?
Nos quedamos con la ausencia
y el silencio. Invisibles e ignorados.

Calles atestadas.
Rostros y sopores.

Era octubre.
No había hojas en el suelo.
Nosotros, esquivábamos a la gente.
Desde una esquina cualquiera,
habitamos el infierno
—hasta hacerlo nuestro—
y seguimos, entre empujones,
avanzando hacia el ocaso.


-Verónica Calvo-

31 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Pasaré a leerles durante la semana.
Gracias por sus comentarios y compañía.

Carmen Silza dijo...

Tu poema Verónica, me ha causado escalofríos, me ha traído a la mente toda adversidad que estamos viviendo, y el final me ha puesto los pelos de punta, "avanzando hacia el ocaso"
Es lo que me ha parecido a mi.
No perdamos la esperanza para seguir avanzando querida amiga.
Te mando un fuerte abrazo y muchos besos.
Feliz tarde

Noelplebeyo dijo...

Llegaste a buen término

Besos

Rafael dijo...

¡Era octubre, y los cielos lloraban...!
Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

Carmen, de eso habla, también, el poema. Me alegra que te haya llegado :)
Todos avanzamos hacia el ocaso, con más o menos esperanza. En el camino hay de todo, pero la falta de empatía, la deshumanización, el egoísmo, hacen que esa esperanza (y la ilusión), se pierda.

Buena semana, amiga.
Mil besos y abrazos.

Verónica Calvo dijo...

Profe, no sé yo si llegaremos a buen puerto con todo lo que pasa sumando egoísmos particulares.
Se intenta, al menos.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Rafael, y qué falta hace que llore el cielo...
Por los otros llantos metáforicos para el poema, octubre es Octubre :)

Abrazo.

Sergio dijo...

El poema acierta de pleno y es actual pero eso no signfica que su actualidad e
sea efímera. Por desgracia hemos vivido eso, lo vivimos y tiene pinta de que lo seguiremos viviendo. Pero al margen del tema adoro todos y cada uno de los versos en los que no sobra nada. Hay belleza en un una poesía que no trata sobre bellos sentimientos. Paradójicamente. Un abrazo

Laura dijo...

Una persona puede ser cobijo en la ciudad.
Y sigue siendo octubre...
:) Besos preciosa.

Verónica Calvo dijo...

Laura, si la conoces, sí.
Entre la muchedumbre, solo prisas, empujones, malas caras y mucho móvil en la mano.
Sigue siendo octubre y parece que el otoño empieza a asomar :)

Besos, mil.

Verónica Calvo dijo...

Sergio, todo está en un grito, en algunos lugares más que en otro. Es la repetición de la Historia. Este planeta no ha conocido ni cinco minutos de paz. Todo son quejas, luchas de todo tipo, soledades y egoísmo. Ejercer poder, cada cual el suyo, de eso se trata. Qué lástima.
Cuando a uno le viene la vida dada vuelta, se da cuenta de que en realidad, a muy pocos les importas, y que acaban cansándose. Entonces, la queja del desencanto se hace más presente y decimos que no hay humanidad, solidaridad... Pero cuando el temporal ha pasado, ¿qué hacemos por loo demás? Como especie que somos, vaya desastre.
En fin, qué te voy a contar que no sepas.

Como siempre, agradecida por tus palabras.

Abrazo.

Kasioles dijo...

No importa la estación del año que sea, la gente no cambia, los ideales se pierden y lo que verdaderamente prima es la ambición y tener dinero.
Corremos a todas partes sin pensar en los demás, tan solo centrados en lo nuestro, vacío en el alma deben sentir, si reflexionan un momento, que se han convertido en un despojo de la humanidad por falta de sentimientos.
Bonito poema ¡ojalá pudiesen leerlo muchos!
Cariños.
Kasioles

Verónica Calvo dijo...

Kasioles, totalmente de acuerdo contigo. Esto es la repetición de eones y seguimos igual. Hay gente que se compromete, con valentía marcan otro camino y reciben campañas de desprestigio. A pesar de ello, siguen y algunos, se unen a ellos. Pero la mayoría pasea la idea por la cabeza y sigue en lo establecido, sumándose a todo lo que les hace injustos.
Principios, eso es lo que hace falta. Y ser coherente.
Desgraciadamente, la poesía no le interesa ni a muchos que dicen ser poetas.
Sigamos adelante. Es lo que queda: con fuerza, valor y coherencia.

Cariños para ti también y una sonrisa.

Anónimo dijo...

Lo importante es que aún hay prrsonas que se paran a hablar (no solo a preguntar y cotillear), que mira a los ojos con ternura y te irradia esa energía de la que nos nutrimos, tan solo con un fuerte y cariñoso abrazo.

...un fuerte y cariñoso, Verónica.

El Ataporquero

Verónica Calvo dijo...

Ataporquero, ya te digo que en la Gran Vía, por ejemplo, eso es ciencia ficción (sonrío).
Sí que hay, todavía, personas así. Tú, por ejemplo.

Va otra abrazo fuerte para allá, surcando los kilómetros a la velocidad de la luz!!!

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

Ya los rostros no vuelven a mirarse, ni manos a agarrarse a pesar de la cercanía. El camino tomado lleva al abismo. Un abrazo. Carlos

Verónica Calvo dijo...

Carlos, todo son prisas, pantallas y malestar. Un abismo, sí.
Qué deriva...

Abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

El último verso es demoledor.
Me lo llevo.

Un beso.

Marcos dijo...

No lo veo todo tan sombría, hay una minoría que disfruta de las cosas buenas de la vida, sonríe y hace el bien.

Verónica Calvo dijo...

Toro Salvaje, es que es demoledor. Todos en su burbuja particular caminando hacia el ocaso sin reparar en que la vida, debería ser otra cosa.
Llévate ese verso, sí. Sé que lo cuidarás.

Bss.

Verónica Calvo dijo...

Claro, Marcos, siempre hay gente amable y buena.
Este poema habla de una mayoría. A esa minoría, la dejo para otro momento :)
Tu formas parte de la minoría y yo, feliz por ello.

Abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

Sí, e inevitablemente el aire llora tristezas y chispea lágrimas de caos.
Lamento no ser muy positiva en esto.
Pero lo que no podemos permitirles es que nos roben el otoño... ;)

Besos, mi querida Corsaria.

Verónica Calvo dijo...

Eva, tampoco soy muy positiva en esto. Las vendas en los ojos, para quienes se las crean, que, por otro lado, ni existen ni valen.

No nos robarán el otoño, a pesar de que ha tardado en hacer su aparición.

Besos, Corsaria, también querida y admirada :)

Mª Jesús Muñoz dijo...

Perdidos entre la multitud, caminamos a veces sin ilusión y sin rumbo. Nos falta vida, es cierto. La monotonía,el materialismo,la frivolidad campean y dominan por todas partes...Nos haces reflexionar, Verónica. Necesitamos llenar el alma de luz y fortaleza para renovarnos.
Mi abrazo y mi ánimo, amiga.

Rosa dijo...

Sí, por suerte hay de todo, pero entiendo lo que reflejas en el poema.
Demasiado ruido.
Aun así, creo que la bondad es silenciosa, no hace ruido, pero es muy eficiente.
Hoy, por ejemplo, en la homilía de la Misa, nos hablaba el sacerdote de la vida contemplativa, de las personas dedicadas a la oración, por todos. Silenciosas, ¡cuánto bien!
Y seglares dedicados a los demás, voluntariados. Y en gestos de cada día.
La bondad es silenciosa.

Un beso, mi querida poeta.

Verónica Calvo dijo...

Querida María Jesús, cierto lo que dices. A veces dan ganas de salir con armadura porque parece que vas a la batalla en vez de a la vida.

Un abrazo inmenso.

Verónica Calvo dijo...

Querida Rosa, demasiado ruido, prisas, egoísmo, empujones, frustrados que ponen zancadillas... la jungla, vamos.
Imagino que en la Iglesia también habrá sus cosas, sus luchas de poder, sus conspiraciones, pero ahora me quedo con esa paz que me transmites en el comentario.

Besos!!!

Maite dijo...

Con todas lecciones que nos ha dado el pasado, es hora ya de haberlas aprehendido para el presente, y que el futuro sea una vida en PAZ.
No, no hay forma. Todo se repite, qué triste!!!
La humanidad no sabe madurar.
¡Es duro el poema, eh?
Te envío mi admiración y mi cariño. Besoss

Verónica Calvo dijo...

Querida Maite, lo peor es la apatía, la dejadez, la cobardía, el hacer que los otros arreglen y el egoísmo.
Ayer fui a ver "Mientras dura la guerra" de Amenábar. Si no la has visto, te la recomiendo. Seguimos igual que en el 36 en muchos aspectos.
Ojalá algún día haya paz, pero no lo creo. Demasiadas mentes.

Besos.

José Manuel dijo...

Caminamos entre la multitud con prisas, con egoismos,... pero es otoño y algo nos hace sentir diferente, aunque todo sea igual.

Precioso!!
Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

José Manuel, para los que amamos el otoño, así es, a pesar de todos los desatinos en los que vivimos y hasta participamos.
Me alegra que te guste este poema.

Abrazo grande.