31 de marzo de 2010

Capirotes


Mi amigo Del nació en Nueva Jersey, New Jersey, como dice con una amplia sonrisa que deja ver una fila de enormes dientes blancos, que si digo "Nueva" le parece que no hablo de su tierra.
Como decía, mi amigo Del de New Jersey, siendo negro, se quería dedicar a la música, en concreto a tocar el bajo, su gran pasión. Pero como suele ocurrir cuando un miembro de la familia dice que quiere dedicarse al arte hubo asamblea extraordinaria y entró en razón, apretando sus perfectos dientes, y accedió a ser militar, como tantos miembros de su familia. Pero eso si, siguió tocando el bajo y amenizaba las veladas cuando sus deberes para con la patria se lo permitían.


Un buen día Del decidió cambiar de aires y solicitó plaza en la base militar de Zaragoza. La verdad que poco sabía de esta ciudad, pero necesitaba tomar distancia para respirar algo de libertad y España, decían, tenía mucho sol y toros corriendo todo el día por la calle. El quería vivir en un lugar así, donde le aseguraron, las mujeres eran las hermosas del planeta, todas morenas de ojos negros, pelos en las piernas, bajitas y vestidas de gitanas.
Y en un mes, Del, aterrizaba en Zaragoza con su petate, su uniforme y su bajo.


Lo primero que vio fue un aeropuerto militar parecido a todos. No había toros. Y la primera mujer que vio era rubia, con mechas, de ojos verdes, alta y con unas hermosas piernas que parecían recién depiladas.
Pasó tres días adaptándose a su entorno, aburrido y casi sin hablar ya que no se había tomado la molestia de aprender algo de mexicano.
Unos compañeros se apiadaron del gringo negro solitario que aburrido tocaba su bajo en cuanto tenía ocasión y como era semana santa le dijeron que no se podía perder los actos sacros, algo único, donde se sacan imágenes dolorosas a la calle para revivir la pasión y muerte de Cristo y por supuesto, ya que sentía la música tan dentro, los sonidos de los tambores que saturaban el aire de la ciudad. Le dijeron dónde ir y para allá fue.
Llegó al centro de la ciudad y se entremezcló con la gente para presenciar aquel acto único de tambores y tallas, algunas, antiquísimas, como le dijeron. "Arte sacro", le llaman, pensó Del.
Y allí estaba el, expectante, solo, sin perder detalle, apretujado entre la gente, cuando se le nubló la vista por lo que veía... ¿Cómo era posible? ¡Nadie le había advertido que en España también estaban! y sus compañeros, no había duda, le habían tendido una trampa y le iban a linchar. Sentía que se mareaba y sudaba a mares. Le invadió el pánico y como pudo, escapó de allí dando gracias a las tallas de madera, porque le habían protegido, supuso.


Nadie advirtió a Del de los penitentes y sus capirotes. Sus compañeros no se dieron cuenta que para el aquello era un peligro.
Del había escapado victorioso del Ku Klux Klan y nunca más soportó una semana santa.

15 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Dedicado a mi amigo Del, gran músico profesinal, licenciado del ejército y que sigue por estos lares riendo con su envidiable humor que suele perder cuando recuerda estos hechos.
Love you, sweet darling.

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Menudo susto se llevaría...
Tremendo.

Besos.

Rebeca Gonzalo dijo...

¡Pobre! No hubiese caído en la cuenta en el paralelismo entre los capirotes de Semana Santa y el Ku klux klan. Un abrazo.

Megapili dijo...

Lo que yo no entiendo es cómo pudo contenerse las ganas de gritar! jajajaja qué experiencia!

Trini Reina dijo...

Es que, cosas así se han de advertí, so riesgo de un infarto. Pobre Del, menos mal qu eestaba en Zaragoza, imagina que hubiese aterrizado en Sevilla:):):)

Un abrazo a Del y un beso para ti.

Marisa dijo...

Con tamborrada y capirotes
llevó que contar el pobre.
Un buen relato.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Toro Salvaje: ya te digo... hasta palideció, no te digo más, pero mira, gracias a estas anécdotas ajenas una pasa un buen rato.
Besito.

Sechat: me encanta tu nueva imagen, se te ve de los más interesante. A mi cuando me lo contó tampoco caí enseguida entre el paralelismo, pero una vez que caí...
Un besito.

Megapili: vaya situación, eh??? supongo que querría pasar desapercibido como fuera y aunque le hubieran atravesado con una lanza, Del no hubiera dicho nada.
Muaks, negra, libérate.

Trini: te imaginas??? jajajajaja, si, hasta el metro va repleto de capirotes!!!
Del se da por abrazado y yo por besada, así que lo mismo para ti y le sumas tres más.

Marisa: pobre, le sienta fatal que se lo recordemos, pero no he podido resistirme...
Besito

La sonrisa de Hiperion dijo...

Tiempos de capirotes y penitencias... Yo me quedo con los pestiños... jajaja

Saludos y un abrazo enorme.

merce dijo...

Vaya, buen susto!!!

Me alegro que siga por ahí con buen humor.


Un besito.

Eva Magallanes dijo...

Yo habría corrido junto con Del, en la lista aterradora e indecente que la historia humana ha escrito, el Ku Klux Klan pelea el top one junto a otras organizaciones igualmente discriminadoras y asesinas.
Saludos a Del y que se dedique a la música... de militares tiene demasiado el mundo y los artistas siempre traen bendiciones al planeta.
Cariños desde el confín austral!

Elsa dijo...

Contado así, me has hecho reir, Ananda... pero lo cierto es que para él debió de ser terrible. Porque terribles son las ideas y consecuencias de esa banda de asesinos.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Antonio: pues yo me quedo con las vacaciones que he tenido, los buenos vinos que he bebido y los ratos de risas con las buenas compañías, lo demás, pasaba a mis espaldas ^^
Besito.

Merce: pues si, jajajaja, cada vez que veo un capirote me acuerdo de Del, eso es irremediable.
Un besito.

Eva Magallanes: bienvenida y todo un placer conocerte. Del actualmente y desde hace ya años, es músico profesional, así que como bien dices, una bendición para el planeta.
Cariños para ti también desde orilals atlánticas.

Elsa: la cosa tiene su gracia, desde luego, aunque como bien dices, para el tremendo y la historia y consecuencia de esos impresentables ni te digo. Una vez más la tragicomedia se han dado la mano.
Besito.

J.R.Infante dijo...

Desde luego no hay trajes más parecido a aquellos que constituyeron los tristes episodios que hemos visto en la pantalla, así que Del no me extraña que casi se muriese del susto.
Y eso que era en Zaragoza, si lo llegas a colocar aquí en Sevilla, la palma seguro.
Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

Arruillo: jajaja, ya te digo jajaja
El año pasado vi unos cofrades correr con capirote puesto por Triana y casi me desmayo del susto!!!

Besos

Alimontero dijo...

wouwwwwwwwwwww creo aún va corriendo.. pobre!!

besos,
Ali