25 de septiembre de 2013

Tilde diacrítica




Hablando con una correctora ortotipográfica y de estilo, salió el tema de la tilde diacrítica.
Ella me dijo que prefería usar la recomendación de no usar tilde en palabras como solo, este etc.
A veces se nos hace raro no ver la tilde en esas palabras, incluso sigue generando dudas, pero la RAE recomienda no usar la tilde diacrítica.
Mucho se ha hablado y escrito sobre este tema, pero leí una noticia, publicada por el diario El mundo, donde se hablaba de que “la RAE reconoce su derrota contra los acentos de “solo” y el demostrativo “este”.
Por su parte, Salvador Gutiérrez Ordóñez, recuerda que era una recomendación.

¿Vosotros qué opináis? ¿Habéis adoptado a la hora de escribir, la recomendación de no usar la tilde?

A continuación os dejo lo que decía y dice la RAE sobre la tilde diacrítica, todo ello extraído de la RAE.


La RAE decía en su primera edición, segunda tirada::

   Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite distinguir palabras con idéntica forma, pero que pertenecen a categorías gramaticales diferentes. En general, llevan tilde diacrítica las formas tónicas (las que se pronuncian con acento prosódico o de intensidad) y no la llevan las formas átonas (las que carecen de acento prosódico o de intensidad dentro de la cadena hablada. Hay algunas excepciones, como es el caso de los nombres de las letras te y de y los de las notas musicales mi y si, que, siendo palabras tónicas, no llevan tilde (al igual que las respectivas formas átonas: la preposición de, el pronombre personal te, el adjetivo posesivo mi y la conjunción si); o la palabra más, que aunque tiende a pronunciarse átona cuando se usa con valor de adición o suma (dos más dos son cuatro) se escribe con tilde. En otras ocasiones, la tilde diacrítica tiene como función evitar dobles sentidos (anfibologías), como en el caso de los demostrativos este, ese y aquel  o de la palabra solo. Salvo en estos dos últimos casos, la tilde diacrítica no distingue parejas de palabras de igual forma y que siempre son tónicas; así, di es forma del verbo decir y del verbo dar; fue y fui, son formas del verbo ir y del verbo ser; vino es forma del verbo venir y un sustantivo, etc.

  Demostrativos. Los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, pueden ser pronombres (cuando ejercen funciones propias del sustantivo): Eligió este; Ese ganará; Quiero dos de aquellas; o adjetivos (cuando modifican al sustantivo): Esas actitudes nos preocupan; El jarrón este siempre está estorbando. Sea cual sea la función que desempeñen, los demostrativos siempre son tónicos y pertenecen, por su forma, al grupo de palabras que deben escribirse sin tilde según las reglas de acentuación: todos, salvo aquel, son palabras llanas terminadas en vocal o en -s, y aquel es aguda acabada en -l . Por lo tanto, solo cuando en una oración exista riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda interpretarse en una u otra de las funciones antes señaladas, el demostrativo llevará obligatoriamente tilde en su uso pronominal. Así, en una oración como la del ejemplo siguiente, únicamente la presencia o ausencia de la tilde en el demostrativo permite interpretar correctamente el enunciado: ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración); ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso, y aquellos acompaña al sustantivo libros). Las formas neutras de los demostrativos, es decir, las palabras esto, eso y aquello, que solo pueden funcionar como pronombres, se escriben siempre sin tilde: Eso no es cierto; No entiendo esto.

 Interrogativos y exclamativos. Las palabras adónde, cómo, cuál, cuán, cuándo, cuánto, dónde, qué y quién, que tienen valor interrogativo o exclamativo, son tónicas y llevan tilde diacrítica. Introducen enunciados directamente interrogativos o exclamativos: ¿Adónde vamos?; ¡Cómo te has puesto!; ¡Qué suerte ha tenido!; ¿De quién ha sido la idea?; o bien oraciones interrogativas o exclamativas indirectas: Pregúntales dónde está el ayuntamiento; No tenían qué comer; Imagínate cómo habrá crecido que no lo reconocí; Verá usted qué frío hace fuera. Además, pueden funcionar como sustantivos: Se propuso averiguar el cómo, el cuándo y el dónde de aquellos sucesos
 Estas mismas palabras son átonas —salvo cual, que es siempre tónico cuando va precedido de artículo— cuando funcionan como relativos o como conjunciones y, por consiguiente, se escriben sin tilde: El lugar adonde vamos te gustará; Quien mal anda, mal acaba; El que lo sepa que lo diga.
 Sólo/solo. La palabra solo puede ser un adjetivo: No me gusta el café solo; Vive él solo en esa gran mansión; o un adverbio: Solo nos llovió dos días; Contesta solo sí o no. Se trata de una palabra llana terminada en vocal, por lo que, según las reglas generales de acentuación, no debe llevar tilde. Ahora bien, cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde en el uso adverbial para evitar ambigüedades: Estaré solo un mes (al no llevar tilde, solo se interpreta como adjetivo: ‘en soledad, sin compañía’); Estaré sólo un mes (al llevar tilde, sólo se interpreta como adverbio: ‘solamente, únicamente’); también puede deshacerse la ambigüedad sustituyendo el adverbio solo por los sinónimos solamente o únicamente.
 Aún/aun. Este adverbio oscila en su pronunciación entre el hiato [a - ún] y el diptongo [aun], dependiendo de diferentes factores: su valor semántico, su situación dentro del enunciado, la mayor o menor rapidez o énfasis con que se emita, el origen geográfico del hablante, etc. Dado que no es posible establecer una correspondencia unívoca entre los usos de esta palabra y sus formas monosílaba (con diptongo) o bisílaba (con hiato), es preferible considerarla un caso más de tilde diacrítica.
a) La palabra aún lleva tilde cuando puede sustituirse por todavía (tanto con significado temporal como con valor ponderativo o intensivo) sin alterar el sentido de la frase: Aún la espera; Este modelo tiene aún más potencia; Tiene una biblioteca de más de cinco mil volúmenes y aún se queja de tener pocos libros; Aún si se notara en los resultados..., pero no creo que mejore; Ahora que he vuelto a ver la película, me parece aún más genial.
  b) Cuando se utiliza con el mismo significado que hasta, también, incluso (o siquiera, con la negación ni), se escribe sin tilde: Aprobaron todos, aun los que no estudian nunca; Puedes quejarte y aun negarte a venir, pero al final iremos; Ni aun de lejos se parece a su hermano. Cuando la palabra aun tiene sentido concesivo, tanto en la locución conjuntiva aun cuando, como si va seguida de un adverbio o de un gerundio, se escribe también sin tilde: Aun cuando no lo pidas[= aunque no lo pidas], te lo darán; Me esmeraré, pero aun así [= aunque sea así], él no quedará satisfecho; Me referiré, aun brevemente [= aunque sea brevemente], a su obra divulgativa; Aun conociendo [= aunque conoce] sus limitaciones, decidió intentarlo.

En la edición de la Ortografía de la lengua española (2010), la RAE dice:

   La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
Aun así, las reglas ortográficas anteriores prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos para distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos, cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los domingos’], para evitar su confusión con Trabaja solo los domingos [= ‘trabaja sin compañía los domingos’]; o ¿Por qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración), frente a ¿Por qué compraron aquellos libros usados? (el sujeto de esta oración no está expreso y aquellos acompaña al sustantivo libros).
   Sin embargo, ese empleo tradicional de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos no cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica, que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
   Las posibles ambigüedades pueden resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada, la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el orden de palabras que fuerce una única interpretación.

Supresión de la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o escrita entre cifras:

   Hasta ahora se venía recomendando escribir con tilde la conjunción disyuntiva o cuando aparecía entre dos cifras, a fin de evitar que pudiera confundirse con el cero. Este uso de la tilde diacrítica no está justificado desde el punto de vista prosódico, puesto que la conjunción o es átona (se pronuncia sin acento) y tampoco se justifica desde el punto de vista gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica como en la manual los espacios en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y menor altura que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan confundirse (1 o 2, frente a 102). Por lo tanto, a partir de este momento, la conjunción o se escribirá siempre sin tilde, como corresponde a su condición de palabra monosílaba átona, con independencia de que aparezca entre palabras, cifras o signos: ¿Quieres té o café?; Terminaré dentro de 3 o 4 días; Escriba los signos + o  en la casilla correspondiente.

(Imagen tomada de la red)

19 de septiembre de 2013

Alegría



LLEGUÉ POR EL DOLOR A LA ALEGRÍA.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía. 

Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
(Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía.)

Así la siento más. Al cielo apunto
y me respondo cuando le pregunto
con dolor tras el dolor para mi herida.

Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que ha sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.



(“Alegría” 1947)

-Imagen tomada de la red-

15 de septiembre de 2013

World Press Photo en Madrid






Una nueva edición del World Press Photo llega a Madrid con 103.481 fotografías de 5.666 fotógrafos profesionales procedentes de 124 países.

El ganador de este año ha sido Paul Hasen, fotógrafo sueco, que nos muestra una imagen realizada en Gaza, donde un grupo de palestinos acuden a un funeral con los cadáveres de dos niños muertos tras un bombardeo israelí.
En la exposición se muestran las imágenes de los cuatro fotógrafos españoles ganadores en categorías:
   Pep Bonet, ganador del World Press Multimedia, con Into the shadow, que refleja la vida de cientos de miles de africanos de Johannesburgo y de Daniel Ochoa de Olza, segundo premio en la categoría de Retratos, con una serie sobre el regreso a los ruedos del torero Juan José Padilla.
También se pueden ver las imágenes de Emilio Morenatti, tercer premio en categoría Temas Contemporáneos, con una imagen de las protestas de la huelga general del 29M, y Bernat Armangué, primer premio en la categoría Noticias por una instantánea  en Gaza.

Actividades:

26 de septiembre a las 19:00 h: Workshop y Masterclass con Daniel Ochoa de Olza, que compartirá su experiencia y trayectoria profesional como fotoperiodista.

28 de septiembre a las 15:30 h: Workshop de fotografía nocturna y Light Painting con Iván Sánchez y Francisco Muñoz. En este taller se proporcionarán los recursos adecuados para sacar mayor partido a los equipos fotográficos.

5 y 6 de octubre de 15:00 a 21:00 h: Workshop. El nuevo lenguaje del Fotoperiodismo Multimedia. Con Ofelia de Pablo y Javier Zurita. Se mostrará la incorporación de las nuevas herramientas multimedia a los reportajes tradicionales de fotografía y texto.

Patrocina: Canon

Inscripciones y asistencias gratuitas.

Dentro del marco del World Press photo se sorteará una Canon E OS 700D con objetivo EF-S 18-55 IS STM entre todos los asistentes a la exposición.

Viernes 13 septiembre de 2013 – Domingo 13 octubre 2013
Círculo de Bellas Artes
Alcalá 42  – Madrid
Horario: Lunes – Domingo de 11.00 a 21.00

11 de septiembre de 2013

Entona un réquiem




Entona un réquiem mujer,
por las oportunidades perdidas,
por cada caricia que no sentirás,
y por verle alejarse en la partida.

Entona un réquiem mujer,
por los recuerdos pasados,
por la voz que acariciaba
todos tus momentos vividos.

Entona un réquiem mujer,
vístete de luto,
perfuma tu alma de dalia,
y sepúltate en el frío del hastío.

V. C

(Imagen: Brian Viveros)