Podría
hablar de lo que siento.
De
vergüenza y terror al mismo tiempo.
Del
dolor que siento mío.
Vergüenza
ante tanta consigna aprendida;
ante
tanta red social saturada de etiquetas.
Palabras
y más palabras. Tanto palabrerío en tono político.
Dolor
por cada vida arrebatada.
Terror
al sátrapa sordo y ciego empoderado.
Hay
gritos y silencios que se expanden por el mundo.
Injusticia
sostenida largo tiempo.
Miradas
de geopolítica para otro lado.
Intereses
y comercio. Un conflicto encapsulado.
Por
el cielo vuelan misiles en vez de pájaros.
Llueven
bombas y la sangre forma charcos.
En
los campos de cosecha los tanques abren surcos.
Hemos
vuelto hacia atrás creyéndonos agarrados al futuro.
Y
yo no puedo escribir ni un poema, al menos, digno.
Porque
la guerra me espanta, me duele y me mata.
No
puedo. Porque no lo entiendo.
-Verónica
Calvo-