6 de febrero de 2022

Domingo


I
 
Abrir la ventana.
Respirar el aroma del domingo.
Solo cielo azul.
Ningún sonido.

 

II
 
Es la quietud.
El eterno eco del no sonido.
Hay, en el cielo, muchos suspiros.

  

III


Abrir la ventana.
Sentir los pasos perdidos.
El silencio sepulcral del domingo amanecido.
 
-Verónica Calvo-


-Imagen Hu Jundi-


31 de enero de 2022

Poema para un recuerdo


                                                                              -Imagen tomada de la red-


Lo que duró un minuto.
Lo que sentí en su silencio.
 
Atravesar el frío de un nombre
y acariciar el filo de su aura.
 
Destellos en el túnel
donde se diluyen los poemas.
Anticipada ausencia
vibrante de presencia.
 
Y luego…
 
Regresar a mi jardín,
donde el verdor cubre con su manto
la tristeza. Lo no dicho. Lo sentido.
 
Hay un ave que vuela libre
en mi libreta.
 
-Verónica Calvo-

22 de enero de 2022

Poema en el viento

                                                          -Imagen Brooke Shaden-


Regresó el viento.
Y meció mi poema
en su pluma.
 
Supe que nada, es.
                         Y, a la vez, lo es todo.
 
Separar tu sonrisa
de mi ansia.
Juntos en el blanco de una página.
 
El viento nos lleva,
nos despeina y nos trae.
Mi verso se une a tu palabra.
 
Supe que todo, es.
                         Y a la vez, es nada.
 
Regresó el viento.
Se deshizo mi poema
entre tu cielo y mi alborada.
 
-Verónica Calvo-


16 de enero de 2022

En la noche


                                                                            -Imagen Donata Wenders-


Vienes con la noche
y te cubres de silencio.
Hay una entrega en el aire;
unas palabras susurradas
en el baile de la sombra.
 
La ciudad duerme,
y yo, desde mi desvelo,
juego a imaginar luces
en tu rostro.
Vienes y te vas. Como el a i r e.
 
En cada rescoldo que guardo,
un latido resuena lejano.
Hay un poema. Y una canción.
Te vistes de noche.
Me desvisto de silencio.
 
En cada sueño, la otra vida.


-Verónica Calvo-

8 de enero de 2022

Días perros

-Imagen Natalie Shau-


Este vagar en la escasez.
Despertar en el círculo
y dormitar en su contorno.
Batir las alas rotas
y querer creer en el milagro.
 
Ese trozo de cielo azul perdido.
Esta pérdida encontrada y, de nuevo,
                                          perdida.
 
Eco. Silencio.
Este repetir el mismo camino.
Hay cansancio.
Y una hoja que, al caer,
susurra su (des)esperanza.
 
Y yo oigo el canto fúnebre de la hoja.
Y yo no oigo esos susurros de hipocresía.
 
Despertar. Vagar. Dormitar.
Repetir. Oír. Encontrar y perder
para perder y perder lo encontrado.
 
Hay días que son
                     (como)
                             perros abandonados.
 
-Verónica Calvo-