-Imagen tomada de la red-
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el instante donde
todo lo grande,
se hace pequeño.
Es momento de callar,
morder la esquina del verso
y volar en la inmensidad del cielo.
Llega la hora crepuscular,
-donde la sombra se alarga-
y miras el lucero vespertino,
que señala otro puerto.
Llega la página en blanco,
un bolígrafo negro
y el ir hacia dentro.
Es hora de ir a otros encuentros.
-Verónica Calvo-