21 de diciembre de 2017

Un año más, la Navidad

-Imagen tomada de la red-


Como cada año, vuelve la Navidad, como cada año, seré breve.
  Por si alguien todavía no lo sabe, no me van. Y no me van porque el verdadero sentido y sentimiento de la Navidad pasa por la espiritualidad, es decir, por celebrar el nacimiento de Jesús.
  No voy a descubrir nada nuevo si digo que estas fechas son para consumir, ni me voy a poner a despotricar contra el mal reparto del mundo ni nada de estos temas que saturan la red.
  Este año voy a reírme todo lo que pueda y más.
  Voy a recordar con alegría, en vez de con nostalgia a todos los que faltan, porque los añoro cada día y no haré distinción en la mesa ni en el sofá.
  Agradeceré al cosmos seguir aquí, con salud, junto a los míos (y en estos míos se pueden incluir mis pocos amigos), y porque ellos también siguen aquí con más o menos salud según los casos.
  Una noche cualquiera mandaré una enorme sonrisa con todo mi amor a todas esas personas que han estado junto a mí en los peores momentos vividos. Especialmente a una amiga cuyo nombre no diré, pero que ella sabe, que consiguió sacarme de mi guarida y me hizo retomar las ganas de beberme la vida, y también, especialmente a alguien a quien un día miraré a los ojos y le diré que me supo sostener en las idas y venidas al agujero. A todos… gracias.
   Voy a brindar a lo grande por un nuevo comienzo y porque atrás han quedado, y quedarán, todas aquellas personas que ya no me importan.
No soy de hacer la lista de buenos propósitos, pero el año entrante lo voy a dedicar a estar cada vez mejor.

Podría seguir pero dije que sería breve, así que, por último… Gracias.
Gracias a los que seguís leyendo mis letras desde hace años, a los que leen desde el anonimato y nunca dejan comentario, a todos los que venís desde Facebook, que sois legión y me sobrepasáis, a esas señoras que se pasan por los blogs para cotillear y copiar también gracias, así, con una sonrisa y con alegría, porque pese a los malos ratos que dais, en el fondo, sabemos que las carencias no se cubren ni se pasan plagiando y robando.
Y para terminar, gracias a los que llegaron este año ya se quedaran o no.

A todos, pasadlo muy pero que muy bien en estos días y no os olvidéis que todo es una cuestión de actitud.


¡¡¡F e l i c e s  f i e s t a s !!!

17 de diciembre de 2017

Tiempo de mentiras

-Imagen Pierre Soulages-

Lo fácil. Lo sencillo.
Lo (políticamente) correcto.
La corriente que nadas
y la (contra)corriente que te pierdes.

El miedo a que te quemen.
La falta de valor a ser diferente.
La mansedumbre que te corroe
y el grito, que sueltas, a destiempo.

Y así, en esta demagogia,
en estos tiempos de mentiras,
los ciudadanos duermen
su eterno sueño de justicia.

-Verónica Calvo-

12 de diciembre de 2017

Al ángel caído

-Imagen tomada en la red-
Caíste, ángel.
Caíste como lo hacemos
los humanos sin arrepentimiento.
Yo caigo contigo.
Caigo con mi oscuridad,
mis miserias y esplendores.
Caigo fija mi mirada en la tuya.
¿Por qué te hicieron malo?

Elévame envuelta en tus alas,
y bésame,
mientras me condenan a tu infierno.

 -Verónica Calvo-

8 de diciembre de 2017

Walt Withman: ¡Poetas del porvenir!

--Imagen tomada de la red-

Poetas del porvenir ¡Oradores cantantes,
músicos del porvenir!
No es el día de hoy quien debe justificarme
y explicar quién soy.
Sois vosotros, la nueva generación, nativa,
atlética, continental, más grande que todas
las conocidas.
¡Levantaos!  ¡Debéis justificarme!
Yo no hago más que escribir una o dos
palabras acerca del futuro,
me limito a adelantarme un momento
y solo para retomar y correr apresuradamente
a las tinieblas.

Soy un hombre que, pasando sin detenerse,
dirige al azar una mirada hacia vosotros
y luego vuelve el rostro,
dejándoos el cuidado de examinarla y definirla
reservándoos lo fundamental.

4 de diciembre de 2017

La hora imposible

-Imagen Adriana Veyrat- 
El ocaso,
nuestro encuentro.

Yo soy cielo,
tú eres aire.

Es la hora del poniente.
Es la hora que evapora
la fina línea que separa
tu evanescencia y mi materia.

El lucero vespertino
nos alumbra.
Un abrazo gaseoso
entre velos imposibles.

Y de vuelta a mi mundo de ruidos.
Y tu vuelta a la negrura que todo lo traga.


-Verónica Calvo-