No habrían pasado ni tres cuartos de hora cuando Lena sintió unas ganas incontrolables de salir de casa y hacer pompas de jabón sentada en la suave y fresca hierba del jardín de la casa de su hermana. Abrió un cajón de la cocina y encontró las pajitas de colores que habían sobrado de la fiesta de cumpleaños de su cuñado, así que cogió una, la corto por la mitad con las tijeras y se fue al baño donde encontró un envase medio vacío de gel que llenó de agua. Sacudiéndolo se descalzó y salió al jardín. Hacía calor. Junio llegaba fuerte.
Se sentó cerca del enorme pino para disfrutar de la generosa sombra que daba y sin más se puso a hacer pompas de jabón. Llevaba un buen rato ensimismada en su entretenimiento cuando sin más, apareció ante ella un extraño ser. Lena parecía no percatarse de su presencia hasta que el tosió ligeramente para llamar su atención. Entonces Lena le miró algo extrañada. Ante ella flotaba entre las pompas un caballito de mar con un paraguas. Pero no, se fijó y comprobó que era una especie de gusano con pequeñas patas delanteras con una cara parecida a una oveja y el lomo cubierto de manchas parecidas a las de un leopardo. Flotaba apenas a treinta centímetros de su cara y se cubría del sol con una seta parecida a la Amanita Muscaria. Lena se quedó mirándole extrañada pero no pudo resistir la tentación de hablar con el llena de curiosidad.Lena: ¡Anda!... y tu, ¿qué eres?
Ser: Soy un gusilántropo.
Lena: ¿Un qué?
Ser: Gusilántropo.
Lena: ¡Ah!... es la primera vez que veo uno.
Lena: ¡Ah!... es la primera vez que veo uno.
Ser: Ya. Somos tímidos. ...
Lena: ¿Y qué comes?
Lena: ¿Y qué comes?
Ser: Lechuga.
Lena: Me acabo de dar cuenta de que hablas.
Ser: Será simplemente que te has abierto a verme y escucharme.
Lena: Esto es muy raro... pero por alguna extraña razón no tengo miedo.
Ser: ¿Miedo? Somos pacíficos.
Lena: Mira, de verdad que esto es muy raro... jamás escuché hablar de gusitrompos.
Ser: Gusilántropos.
Lena: Gusi... lántropos.
...
...
Lena: ¿Y dónde vivís?
Ser: En el éter, en las creencias, en tu conciencia, pero sobre todo vivimos en la sabiduría.
Lena: ¡Ah!
...
...
Lena: ¿Te molestan las pompas de jabón que hago?
Ser: ¡Que va! ¡Me encantan!
Lena: Pues menos mal porque no se por qué me ha dado por hacerlas. Desde que era chica no había vuelto a hacerlas a excepción de algunas veces cuando tomo un baño y tengo algo de tiempo para hacerlas con las manos.
...
Lena: Oye, no veas si me repito, ¿eh?... "Hacerlas"... lo he dicho como mil veces (risas)
Ser: No, sólo lo has dicho tres veces, lo que pasa que sientes que el tiempo se ha parado, tu voz retumba, el cuerpo te pesa y eso hace que te des cuenta de las cosas en que normalmente no te fijas.
Lena: ¡Ah!
....
....
Lena: Bueno, me parece muy raro esto de estar hablando contigo, no te ofendas, pero no se por qué me parece hasta normal hacerlo... creo que mejor me voy.
Se puso lentamente de pie, se sacudió el vestido y empezó a caminar hacia la casa cuando el extraño ser dijo:
Ser: Lena, menuda se va a poner tu hermana cuando vea que te has comido las setas que tenía guardadas con ese arroz insípido que te has hecho.
(Ilustración de Marla Rutherford)
(Para saber qué setas pudo comer Lena, basta leer a María Sabina)
(Texto inspirado por la ilustración de la autora)