-Imagen (detalle) Edward Hooper- |
Me recibió
la misma lluvia tenue
y me llevó, en la memoria,
a aquella tarde de antaño.
La misma mesa.
El mismo té caliente
humeando en la blanca taza.
El mismo frío en el ambiente.
Me levanté y salí a la amplia terraza.
Respiré, como aquella otra tarde,
el aire que se volvió vaho al expirarlo.
Frente a mí, El Alcázar.
Y volvió tu voz al contemplarlo.
Y casi sentí tu mano en la mía,
tu aroma abrazándome como un fantasma.
Volví a mi mesa, a mi té,
a abrigarme en el frío del ambiente.
Y todas aquellas voces,
altas, engoladas, estridentes,
enlatadas, felices,
consiguieron que me sintiera
aún más sola.
-Verónica Calvo-
32 comentarios:
Precioso y duro instante que se recuerda en estas letras.
Un abrazo.
A veces sucede, Rafael. Los recuerdos son así, ya lo sabes.
Abrazo.
los lugares son escenarios acomodaticios cuando el paisaje vivo respira en nosotros y con los otros
Besos de sol
A veces un mismo paisaje cambia en su recuerdo por la intensidad de lo vivido.
Y sí, todo se vuelve según, de hecho dicen los que saben de esto, que nunca recordamos tal cual sucedió.
Besos de sol para ti también, Elisa, buen finde.
Leo tus poemas y así voy, como si nada, absorbiendo la luz que emana de unos de unos y las penumbras de otros: alambre de espino y esquinas bajo el aguacero, crepúsculos de pechos henchidos de ámbar, ecos de luz de alguna estrella golpeada por la espada de Damocles.
Un beso.
Bella ciudad
Y los recuerdos no se disipan
Besos
Un mismo lugar, pero diferentes semtimientos. Nostalgico poema. Besos
Recuerdos vivos.
Muy bonito.
Un abrazo.
Pitt, acaricias el corazón.
Gracias.
Besos.
Y de noche, además, mágica.
No. Algunos recuerdos quedan como tatuados.
Besos, Profe.
Sí, Alicia. Los lugares se tiñen con las luces y sombras de nuestro recuerdo.
Abrazo.
Casi respiran algunos.
Gracias, amapola.
Abrazo.
Jo...
Yo es que no sé qué decir.
Todo me parece mal y poco.
Besos.
A veces me pasa lo mismo, hay fantasmas con perfumes del pasado, o emociones,o sensaciones que vuelven tan potentes como en ese momento.
Un besazo!
No entiendo, Toro Salvaje.
Y bueno... a veces no se sabe qué decir. No pasa nada.
Bss.
Sí que pasa, lunaroja. Y cuando pasa suele dejar muy adentro el regusto de la nostalgia.
Otro besazo.
Por mucho que nos empeñemos,nunca conseguiremos que vuelva el pasado. Y,sin embargo,somos legión los que necesitamos creer que sí,que es posible.Y esa necesidad surge del hecho de no haber comprendido en su momento que lo vivido entonces era,no solo importante para nuestra vida,sino además algo único,irrepetible e irrecuperable,algo que jamás volvería a suceder de la misma forma y con la misma intensidad.Y a esa culpa tan íntima,tan terrible y ya para siempre presente en nuestras vidas,es a lo que llamamos nostalgia,aunque en realidad deberíamos llamarlo veneno...dulce,pero veneno al fin y al cabo.
De un nostálgico incorregible a una nostálgica realista (...consiguieron que me sintiera aún más sola").De ahí lo del veneno.
Abrazo,Verónica.
Es preciosa Toledo, una ciudad con muchos recuerdos para mi también.
Y, ay, querida Verónica, suspiro, qué belleza de poema.
Se palpa.
Te leo y siento desde hace tiempo, pero esta última etapa, me parece la más clara, es transparente, muy bella.
Un beso, con mucho cariño.
Al leerte he tenido las mismas sensaciones que describes ¡qué bien!
Joaquín, yo no quiero que vuelva el pasado y menos este del poema.
Para mi es de hoy en adelante. Querer que vuelva
el pasado no traerá nada bueno.
Son recuerdos que surgen, a veces buenos y otros tristes.
Abrazo.
Se va evolucionando.
Me alegro que te estén gustando estos últimos poemas.
Besos, querida Rosa.
Se va evolucionando.
Me alegro que te estén gustando estos últimos poemas.
Besos, querida Rosa.
Qué soledad sonora y cortante, Verónica. Una ciudad bella pegada a un recuedo doloroso o viceversa. La vida siempre tejiendo la cara y la cruz.
Te mando un abrazo reparador y toda mi empatía.
Marian
Así es, Marian. Cara y cruz.
Y la vida con sus cosas.
Gracias por el abrazo y por leer este poema.
Abrazo.
Pienso que, para superar la melancolía del pasado, hay que ir al lugar donde un día fue hermoso. Pero es duro, lo digo por experiencia. Ahora a tu poema, me ha encantado poeta,
"Aquellas voces,
alta, engoladas, estridentes,
enlatadas, felices,
consiguieron que me sintiera
aún más sola"
Me encanta el cierre que le has dado, pienso que es el broche o la guinda del pastel. Bellísimo poema.
Un fuerte abrazo y feliz domingo.
Lola Barea.
También soy de agarrar al toro por los cuernos, Lola.
Me alegra que te haya gustado el final ya que de ahí nació este poema.
Abrazo enorme y buen domingo.
Bien dicho
entre mucha gente que puede haber
igual se revive la soledad ...pero de ella
tal vez luego surja un acompañar
y despierte el otro lado de un luminosidad
besos.
Nunca se sabe, Magdeli.
Todo es incógnita, todo es un ciclo.
Besos y gracias por tu comentario.
Casi te digo que me gustaría haber vivido algo así por el ambiente de melancolía, té y lluvia que pintas. Me gustaba mucho. Salvo por ese final que lo convierte en una expresión de lo que sientes-siente la narradora en primera persona de los versos, esa soledad. Sea como sea, esa tristeza que le pega tanto a lo que escribes te sale tan bien que produce placer estético. Un abrazo
De esos ambientes siempre se crea.
Sergio, gracias por dar la oportunidad de separar(me) del contenido del poema.
A veces se escribe en primera persona algo ajeno y a veces se cuenta en tercera algo autobiográfico.
Abrazo.
La melancolía versada en una tarde, y condensada en un paisaje.
Té, soledad, y recuerdos acompasados.
Un ritmo y una cadencia elegante, meciéndose en la memoria.
Aplausos!!
Mil besos, mi Corsaria Dark.
Mi querida Eva, recuerdos que acuden con toda su viveza y crudeza, dejando dentro el famoso nudo.
Pero vienen las letras y algo calman.
Muchas gracias por tu presencia y palabras.
Besos, Corsaria Rebelde.
Publicar un comentario