-Imagen Catrin Welz-Stein-
|
Sal sobre mi cuerpo
y una estrella enredada en mi
pelo.
Duermen hipocampos entre mis
manos.
Les acuno, les canto y les
sonrío.
Me eclipso entre sus sueños,
a la espera de una ola,
que borre las mañanas del
pasado,
y deshaga los pesares que
atesoro
en estas noches que no acaban.
-Verónica Calvo-
21 comentarios:
En estas noches oscuras que no se acaban nunca no existe la manera de espantar los fantasmas que nos amenazan del pasado.
Pronto nos llegará la primavera, Verónica y las amapolas comenzarán a relucir.
Un abrazo.
Exquisito poema.
Lo de la estrella en el pelo eclipsa todo lo demás.
Besos.
Sueño y espera...
Un abrazo.
Ya mismo lo consigues, no desesperes
Qué hermoso! Solo la mar podría...
Besos de sal y arena.
Es un poema bellísimo,sencillo, etéreo te diría. Me ha gustado mucho!
alcanzando la sublime imagen de la ilusión soñada
bello
besos
Muy bello, Vero, al tiempo que reconfortante para tu espíritu (espero).- Un abrazo.
Muy rico ese mundo interior, que nos eleva sobre la realidad y nos acerca a los sueños dorados de la infancia.
Mi felicitación y mi abrazo, Verónica.
finura total
le has sacado filigranas a la pluma
abrazos
Me gusta ese eclipse de tus sueños
¡Precioso!
Besos desde Nereidas de André
Duelen las noches que no acaban, a pesar de la belleza que las envuelve.
un saludo
Hermoso Verónica, melancólico y profundo... real.
La vida es eso, espera.
Un beso grande amiga.
Sueños y realidades sobreviviendo al pasado.
Besos
Un poema precioso.
Que poderosa la imagen del hipocampo durmiendo entre tus manos. Esos animales ya de por sí extraordinarios acunados por tus fantasías, asentados en tus versos. Y qué hermoso el resto de poema dedicado al deseo de acabar con un pesar. Un abrazo
una preciosidad...
besotes!!
Me resulta un poema muy bien logrado, amiga. Discursa de maravilla. Te felicito.
Abrazos
Profundo y bello el poema.
Esperanza que está viva para que esas noches terminen y la estrella no se evapore.
Precioso.
Patricia
Me encanta esa estrella enredada en tu pelo ...
¡Un beso!
LLegará esa ola,
y el mar...
Y mientras, esos hipocampos no pudieron encontrar mejor regazo.
Besos, cosa guapa.
Publicar un comentario