y ahí flotaba
muerto un domingo
girando de lado
en la corriente
y fui hasta la rotonda
y distinguí
dioses en carros,
perros, mujeres
que giraban,
y la muerte
se me precipitó garganta abajo
como un ratón,
y oí llegar a la gente
con sus canastos de camping
y sus risas
y me sentí culpable
por el cisne
como si la muerte
fuese algo vergonzoso
y me alejé
como un idiota
y les dejé
mi hermoso cisne
-Charles Bukowski-
-Imagen: Vanessa Brown-
17 comentarios:
Ya mismo les leo.
Gracias por todos sus comentarios.
Este si que lo había leído.
Al volver a leerlo se vuelve a morir el corazón.
Besos.
grande siempre Bukowski!! gracias por compartirlo!!!
besotes!!!
Me encanta, las primaveras también pueden ser grises.
Bonitos versos.
Un abrazo.
no sé si ando mal o qué,
pero me provocó pura ternura este poema
lo encontré kawaii so cute!!!
remendar el error
es un paso de redención
besitos y mil gracias por todas tus huellas Verito
Quien diria que aquel rostro de piedra y que aquel hombre con esa vida a cuestas tendría esa sensibilidad. Nunca he leído algo de Buck que no me guste. Uno de mis grandes.
La vida tiene paginas negras, hay que contar con ello.
Gracias por compartir este poema que no conocía.
Tiene un halo de melancolía, es que la muerte la trae consigo...
Un besito
UFFFFF. DOLOROSO...!
...Aquel cisne fluyendo en el río llevaba consigo la muerte, que quedó prendida en los ojos del poeta...Profundo y sugerente, Verónica...Mi abrazo de luz y mi cariño.
M.Jesús
Tierno, muy tierno.
Un beso grande.
¡Hola, Verónica! Por fin estoy por aquí, solo te había localizado en Google+, pero no en Blogger.
Tengo que reconocer que soy una inculta respecto a Bukowski, solo he leído Pulp. Quizá no lo leí en un buen momento o me esperaba otra cosa o me inicié con la lectura inadecuada, el caso es que no he seguido leyendo al autor. Pero me has animado a redescubrirlo.
¡Un abrazo!
impacta su crudeza, la descripción que hace y sus matices satíricos hacia la sociedad.
Un poema que puede gustar o rechazar de lleno. La primera lectura me ha dejado fría, una sensación de muerte. En las posteriores he ido captando matices que no vi al principio. Me gusta como empieza “También en primavera mueren los cisnes”, no te imaginas el final que me parece magnífico,” me sentí culpable por el cisne.... hasta el final”. Me ha gustado este poema duro en sus raíces y contenido.
La impotencia ante la muerte de la belleza perfectamente descrita en estas líneas de Bukowski.
Saludos.
Buen poema nos compartes, amiga. Singular poeta.
Gracias + abrazo
Ay! Rubén Darío y Bukowski, los mejores sin duda, en esto de cortarles la cabeza a los cisnes...
;)
Besos, Verónica.
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