19 de abril de 2015

#ManifiestoPoético


18 comentarios:

LA ZARZAMORA dijo...

Y sí, ese es el agridulce sabor del poeta, el quiasmo hecho verso.
;)

Y la poesía, si bien es un arduo trabajo, tú la llevas en vena.

Un beso, preciosa.

MAR dijo...

Y a mi, bien que me gusta leerla.
Bss

Marinel dijo...

Yo intento hacerlo por lo mismo, pero no me hubiera salido así de bonito.
Un beso.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Escribir poesía para sanar el cuerpo, la mente y el corazón.


Gracias.
Un Abrazo.

Sergio dijo...

A veces parece que la medicina es lenta o es más débil que nuestras penas pero al final funciona. La poesía nos salva a muchos. Ya veo que nos han recetado lo mismo. Saludos.

lichazul dijo...

este manifiesto es universal !!!
sin duda nos vemos reflejados en él

besitos y buen comienzo de semana

Julieta dijo...

Versos muy directos y tu sabes muy bien como hacerlo.
Un abrazo, feliz día

Conchi dijo...

Escribes poesía, para que nosotras podamos deleitarnos en su lectura.
Un abrazo Verónica

TORO SALVAJE dijo...

Pues si.
Eso es.

Besos.

Madame Vaudeville (Chus Álvarez) dijo...

Hermoso, Verónica. Un abrazo fuerte, poeta.

Gadi dijo...

Muy directo y cierto. Gracias por tus versos, Verónica.

Rafael dijo...

Quizás porque la poesía rebosa el alma.
Un abrazo.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Asi es Verónica, la poesía nos libera, nos cura y nos impulsa hacia adelante...Su energía es mágica y yo diría que casi divina, amiga.
Mi gratitud y mi abrazo inmenso por esa síntesis redonda.
M.Jesús

Lyliam dijo...

Me gusta que uses la poesía como cura a la pena y asomo a la esperanza. Ella es una vía de escape para todo aquel que como vos lo sabe. Siempre se puede decir demasiado aún con tan pocas palabras preciosa. Un abrazote.

Darío dijo...

Así es así es...nos hurgamos a nosotros mismos...

Lola Barea dijo...

Un manifiesto magnifico, precioso. Hola querida Verónica, paso a dejarte un saludo y un fuerte abrazo.
Lola Barea.

Joaquín Galán dijo...

Un manifiesto brillante que más de uno compartimos.

Un abrazo

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hay verdad en los dos sentimientos, pero me quedo dueña de la esperanza.
Un abrazo