6 de septiembre de 2014

J León Acosta: Algunas veces






Algunas veces he ido hasta los árboles.
Me he acercado a sus pies,
me he sentado y he apoyado la espalda,
primero en silencio, mirando el suelo,
las ramas secas, la hojarasca.
Después me he incorporado,
cuando he llenado el pecho de desdicha
y me ha faltado el aire por callarla.
Algunas veces, con el cielo entre sus copas,
no he podido contenerme.
A todos ellos he contado en voz alta
lo que pasaba
y les he pedido ayuda.
No han dicho nada,
pero tampoco se han ido de mi lado.
Tan solo susurraban,
susurraban sin palabras.
No hacían falta.
Susurrando como madres amorosas
con sus ramas y sus hojas
me calmaban.



-“Diario póstumo de Rafael”-

Imagen: Elena Dudina


15 comentarios:

Sergio dijo...

Precioso poema sobre la terapéutica de la naturaleza y en particular de los árboles. Gracias por pescarlo para nosotros, la belleza nunca sobra y también es sanadora.

lichazul dijo...

para mí un hallazgo Verónica
existen tantos poetas como estrellas en el firmamento, y uno apenas alcanza a saber un puñado

buen fin de semana
bss

Cris Hocicos dijo...

Que poema más *____* precioso

Un beso^^

AdolfO ReltiH dijo...

LINDISIMOOOOO TEXTO. GRACIAS.
BESOS

TORO SALVAJE dijo...

Los árboles son Dioses.
Todos.

Besos.

Mª Carmen dijo...

Que bonito, la naturaleza sabe como aplacar nuestros nervios y calmar nuestras ansias. Un gusto volver por tu blog. Besitosss.

Darío dijo...

Precioso, precioso, abismarse en ella...

Rosa dijo...

Qué precioso.

Ya realicé el pedido directamente a la editorial, es más rápido. Gracias por la información, querida Verónica.
Te avisaré cuando llegue, ¡estoy deseando leerlo!

Un beso, con mucho cariño.

Verónica Calvo dijo...

Priego ha dejado un nuevo comentario en su entrada "J León Acosta: Algunas veces":

Preciosos poema Verónica, gracias por compartirlo.
Un abrazo.

J.R.Infante dijo...

Me uno al coro de voces: me ha gustado. Ya sabes de mi afición por los árboles. Y la música, más que adecuada.
Un abrazo

Verónica Calvo dijo...

De Patricia Hernández por e-mail:

pura. Te llega y te hace recordar a uno mismo.
¿Cuántas veces no nos habremos sentado debajo de un árbol? Sabio y silencioso, abriendo nuestro corazón. Muchas..

Verónica Calvo dijo...

De Patricia Hernández por e-mail:

pura. Te llega y te hace recordar a uno mismo.
¿Cuántas veces no nos habremos sentado debajo de un árbol? Sabio y silencioso, abriendo nuestro corazón. Muchas..

Mª Jesús Muñoz dijo...

Me ha encantado este poeta, Verónica...Lleva la autenticidad del bosque en la piel y nos impulsa a seguir su camino...Mi gratitud y mi abrazo inmenso por esta maravilla.
M.Jesús

LA ZARZAMORA dijo...

Entre los árboles y el mar... no hay mujer lugar para perderse, algunas veces...

Besos, Verónica.

Tatiana Aguilera dijo...

Belleza de poema. Fluye con tanta delicia que es necesario releerlo.
Abrazos.