20 de octubre de 2013

El mercader de Venecia





Él me había avergonzado y perjudicado en medio millón, se rió de mis pérdidas y burlado de mis ganancias. Despreció a mi nación, desbarató mis negocios, enfrió a mis amigos y calentó a mis enemigos; ¿y cuál es su motivo?: "Soy un judío".
¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es que un judío no tiene manos, órganos, proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Es que no se alimenta de la misma comida, herido por las mismas armas, sujeto a las mismas enfermedades, curado por los mismos medios, calentado y enfriado por el mismo verano y por el mismo invierno que un cristiano? 
   Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no nos reímos? Si nos envenenáis, ¿no nos morimos? Y si nos ultrajáis, ¿no nos vengaremos? Si nos parecemos en todo lo demás, nos pareceremos también en eso. Si un judío insulta a un cristiano, ¿cuál será la humildad de éste? La venganza. Si un cristiano ultraja a un judío, ¿qué nombre deberá llevar la paciencia del judío, si quiere seguir el ejemplo del cristiano?  Pues la venganza.
   La villanía que me enseñáis la pondré en práctica, y malo será que yo no sobrepase la instrucción que me habéis dado.


W. Shakespeare


Monólogo extraído de "El mercader de Venecia" en la voz de "Shylock"
Acto III. Escena I
Escrito entre 1596 y 1598. Publicado en 1600.

(Imagen tomada de la red)


32 comentarios:

Verónica Calvo dijo...

Reflexivo texto que va más allá de épocas y razas.
Es una pequeña muestra de la mente humana.

Gracias por sus comentarios

TORO SALVAJE dijo...

Así éramos, así somos y así seremos.

Besos.

Trini Reina dijo...

Con lo fácil que hubiese sido el no encasillarnos. Todos seres humanos sin distinciones. Pero, claro, nos gusta complicarlo todo.

En verdad que hay textos que se elevan en el tiempo y nunca pasan.

Besos

lichazul dijo...

un maestro del conocimiento de la naturaleza humana este Shakespeare sin duda

besitos y feliz comienzo de semana
:D

Sergio dijo...

Shakespeare es como si fuera contemporáneo nuestro y aún más allá. Ya en su monólogo de Hamlet "To be or not to be" se ve el postmodernismo del que no sabe si creer o no creer en Dios y así con cualquiera de sus páginas en cualquiera de sus obras. Lo triste es que eso que se dijo hace tanto sigue resultando extraño para muchos que nunca leerán a Shakespeare ni en general nada.

LA ZARZAMORA dijo...

Lástima que no hayamos aprendido más que villanía y que la instrucción recibida en muchos casos sólo sea destructiva...
La intolerencia, el odio y desprecio hacia lo desconocido, de haber intentado aprehenderlos desde su contrapunto, tolerancia y respeto, conocimiento y riqueza en aras de un intercambio mutuo, hubieran evitado tanto sufrimiento reiterativo a lo largo de la Historia...
Del ojo por ojo... nace y despierta la bestia.

Siempre he creído y soy de pensar que no se lee lo suficiente a los clásicos. Y hoy, por desgracia, cada vez menos.

Un beso grande, Verónica.


neuriwoman dijo...

Una radiografia interior de la psique humana, todos tan distintos entre si como identicos en nuestro sufrimiento. Un abrazo.

Mª Carmen dijo...

que triste no entender que todos somos iguales y tenemos las mismas necesidades, que distinto sería el mundo si reflexionaran y comprendieran aquellos que se obstinan en creerse más y memjor que el de al lado.Una estupenda entrada amiga.Un placer volver por tu blog. Abrazos.

Marisa dijo...

Por solo ser todos humanos ya debiera bastar para que hubiera más de lo que nos uniera
que de lo que nos separara. No ocurre así, aunque pasen los siglos nos empeñamos en marcar diferencias por uno u otro motivo.
Una triste realidad en la que"humano"no es más que una palabra.
Shakespeare se presta para reflexionar.

Un abrazo grande.



MAR dijo...

Mira que sabía este hombre¡
Me ha encantado)))
Bss,Verónica

Claire dijo...

Quizá mi obra favorita de Shakespeare: http://farewelltodreamland.blogspot.com.es/2013/09/2.html

Darío dijo...

Venganza, la única justicia que perseguimos. Un abrazo.

Inma dijo...

Sabia reflexión, completamente vigente a día de hoy, eso demuestra que aunque pasen miles de años, el ser humano no cambia ni cambiará.

Preciosa entrada mi querida Verónica.

Te mando muchos besos, guapaaa

Sergio DS dijo...

Por los siglos de los siglos... ¡Amén!.

Verónica Calvo dijo...

De Patricia Hernández por correo electrónico:

Gracias a esas mentes tan sobresalientes que aparecen en distintas épocas de la vida, te hacen ver que siguen pasando las mismas cosas, más de lo mismo. Increíble pero cierto.
Una gran elección y reflexivo, muy inteligente de tu parte.

MAJECARMU dijo...

Gran lección de Shakespeare:
La dignidad del hombre está por encima de razas,religiones, clases sociales, económicas y culturales...Un hombre es una persona con cuerpo y alma y merece ser respetado,valorado y atendido por los demás,porque es hermano y ciudadano de nuestro mundo.
Mi gratitud por este monólogo que nos induce a la reflexión,Verónica.
Mi abrazo grande y feliz semana.
M.Jesús

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Hola Verónica, ya estoy aquí.
Y no le falta razón a Shakespeare.
Nada hay nuevo bajo el sol, el hombre tiene inclinación al mal por naturaleza y a creerse superior a los demás, cuando todos somos iguales. Pero siempre encontraremos en la historia pensadores que reflejan sus ideas por haberlas vivído y nos advierten de nuestra inhumanidad.
Gracias
Un abrazo
Sor.Cecilia

lichazul dijo...

ten una excelente semana Verónica
abrazos y buenas vibras pa'que todo salga como lo esperas

muchas gracias por tu huella
muak
:D

J.R.Infante dijo...

Cada día estoy más convencido de lo distinto que hubiese sido el mundo -para bien- si nunca hubiesen existido las religiones.
El texto no hace sino darnos cuenta de lo importante que serán siempre "los grandes" para seguir bebiendo de sus fuentes.
Un abrazo, Vero.

Luisa dijo...

Hola, Vero.

Preciosa la música de tu blog y estupendo el texto que nos has regalado de este gran autor.

Gracias miles por tus felicitaciones. Espero de corazón que disfrutes de “Alcander”.

Saludos desde Tierras de Alquimia.

Amanecer Nocturno dijo...

Shakespeare vengativo. Excelente fragmento.

Un abrazo!

Sneyder C. dijo...

Mientras no pensemos que todos somos iguales, por encima de creencias, mientras no dejemos de crear barreras, distinciones, clases. Hace falta respeto y tolerancia…Pero es una utopía, el ser humano lleva siglos con su guerra de clases.
Muy buena reflexión.

Un cálido saludo

Luján Fraix dijo...

Todos tenemos derechos y dignidad como personas que somos.
Un texto que nos hace reflexionar y que se adapta a todos los tiempos.
Un besito Verónica.

Aniquiladora dijo...

Está claro que en circunstancias límite no somos tan distintos de nuestro peor enemigo.

Besos.

Unknown dijo...

Hay textos que son atemporales y sus autores unos visionarios.
Ha sido un placer pasar por aquí, saludos desde Tenerife y te invito a mi espacio cuando gustes.
Besos de gofio.

Conchi dijo...

Hola Verónica, me ha gustado mucho tu estrada, están cargada de razón las palabras de W.Shakespeare.
Un abrazo.
Conchi

una chica de ojos marrones dijo...

me encanta!!!
mil gracias por compartirlo!!
besotes!!

Luna dijo...

Somos, la pregunta es a dónde vamos con este ser...

Entre palmeras... dijo...

Por los siglos de los siglos, sin amén...

Abrazos muchos, querida Vero

Lola Valero dijo...

Los grandes son atemporales...
Cómo me gusta el dramatismo con que impregna cada una de sus obras, ese histrionismo que se contagia al leerle.
La gente ya se llama cualquier cosa...como si el sacramento inmunizase moralmente.

Amapola Azzul dijo...

Un saludo Verónica, feliz fin de semana. Un beso.

Unknown dijo...

Al final todos somos una raza de humanos, inconscientes de nuestras limitaciones. Viajamos por el universo en una entidad viviente con fecha de caducidad. Las divisiones son las que empequeñecen a nuestra especie.

Un gran texto.

Saludos.