-Imagen Shaun Tan-
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El silencio de la ciudad,
habita en las horas.
Saludo a la vecina
desde la ventana.
Pienso si encontraré
arroz en el súper.
Pienso en el ¿miedo?
que da, pese a las normas,
salir a por el pan
que compro cada tres días.
Veo a los niños
que juegan en la terraza.
Saludo a otros vecinos
y me corresponden.
Sonrío.
Ellos jamás saludan.
El silencio de la ciudad,
está (casi) lleno de
conciencia.
Y pienso:
estad seguros.
Seguid en calma.
-Verónica Calvo-