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-Imagen
tomada de la red-
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Recuerdo tu cosecha
fecundada en versos.
Música donde nadar
desnudos
un mundo saturado de
estrellas.
Quisimos renacer
entre las ortigas,
ser avalancha y
vuelo de ave rapaz.
Y quedamos
naufragando
geografías
distantes.
Aquellos perfumes diluidos
entre tu continente
y mi contenido.
Todo aquello que fue
y que ahora es
escaso,
lo guardamos en un ataúd.
Al atardecer,
el oleaje con su
espuma,
llevará este poema mar
adentro
y tal vez, lloraré,
como en aquel otro abril.
-Verónica Calvo-