10 de septiembre de 2015

Sylvia Plath: La campana de cristal





 Sinopsis

Publicada inicialmente bajo seudónimo poco después del suicidio de su autora, La campana de cristal es la crónica de un año en la vida de Esther Greenwood, el año de su depresión nerviosa y la terapia profesional siguiente, con ocasionales saltos en el tiempo hacia su época de estudiante, hasta la reintegración final de la protagonista en el mundo.

(…) Tenía que estar pasándomelo en grande, tenía que estar ilusionada como las otras chicas, pero no conseguía reaccionar. Me sentía quieta y vacía como el ojo de un tornado, moviéndome sin ninguna fuerza (…)

Nos encontramos ante la emblemática y única obra narrativa de Sylvia Plath que condensa en sus páginas todo el mecanismo emocional que define su compleja vida interior, siempre al borde de la neurosis y la depresión, características psicológicas que le llevaron al suicidio a la temprana edad de 30 años. Esta es una novela sobre la adolescencia, un retrato de la artista adolescente y de las dificultades que debe salvar para encontrar un lugar propio en un mundo plagado de hostilidades.

(…) También recuerdo a Buddy Willard diciendo, con una seguridad siniestra, que una vez que me casara me sentiría diferente, que no iba a querer seguir escribiendo poemas. Entonces pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un estado totalitario. (…)

Tenía muchas ganas de leer esta novela y me ha encantado. Pasa a ser uno de mis libros favoritos.
Pura sensibilidad y sinceridad es lo que encontraremos en sus páginas. Dureza, incluso crudeza. Tratar el tema de una enfermedad mental no es fácil y sigue siendo un tema incómodo para hablar.
Sylvia Plath lo hace de una manera sencilla. Y esta sencillez es lo que hace que sea grande y atrape. No cabe sermonear a la protagonista ya que sentiremos propios los sentimientos de apatía, de soledad y de desesperanza de quien ya no espera nada.
Tal vez tras la lectura de esta novela podamos entender a las personas profundamente deprimidas y nos cambie la manera de tratarles.

No todo es oscuro en esta novela. Os la recomiendo.


Autora: Sylvia Plath
Nº de páginas: 384
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Pocket Edhasa
ISBN: 978-84-350-1956-9
Precio: 9.95 €


6 de septiembre de 2015

La vergüenza

De qué materia estarán hechos,
que solo miran el dinero,
sus privilegios y bienestar.

Bien se dicen socios.
Selecto club de alimañas
devorándose unos a otros.

Dónde queda su humanidad,
esos derechos de los que hablan,
cuando oprimen sin piedad

a naciones consumidas,
ahogadas en deudas
y políticas ajenas.

Miramos el icono
del niño ahogado en la playa,
los trenes hacinados con mentiras.

Trenes de la esperanza
desviados a la trampa.
Trenes llenos de inmigrantes.

-Inmigrante: Dicho de una persona: Que se traslada de su propio país a otro, generalmente con el fin de trabajar en él de manera estable o temporal.
Dice la RAE.

Sirios que escapan
de la guerra, del terror
de la muerte.

Y se abre la conciencia
de los pueblos,
de los de a pie.

Gente como tú, como yo,
al ver al niño icono,
al ver el tren del desengaño.

Y nosotros sabemos
que hay términos mal empleados.
Son refugiados que buscan sobrevivir.

Refugiado: (Del part. de refugiar). Persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país.
Dice la RAE.

Nosotros miramos con vergüenza
mientras vosotros, socios de Europa,
seguís sin saber qué es la Humanidad.


-Verónica Calvo-



2 de septiembre de 2015

Almudena Guzmán: De un tiempo a esta parte...


De un tiempo a esta parte
estoy prisionera
en un coche
de gritos y hielo
que circula
por carreteras oscuras
y en vertical
como catedrales,
deslumbrada
por las luces largas
de los que vienen
en sentido contrario
que sois todos.

-Almudena Guzmán-



-Imagen: Olga Noes-


30 de agosto de 2015

Se pierden las palabras



Se pierden las palabras
ante el canto de la mar.
Miradas perdidas
en el horizonte.
Suspiros a contra brisa.
La espuma teje encajes,
como velos de blancas nupcias,
en este cuerpo entregado
a tus caricias.

Y se pierden todas las palabras,
diluidas en tu sal.
Mar turquesa, pequeñas olas.
En tu vaivén sueño
caracolas y sirenas.
Y me siento parte
de tu fuerza y de tu aroma.
Soy todo y nada cuando me acoges,
cuando me acunas y sosiegas.

Pierdo las palabras.
Innecesarias son
ante tu belleza.
Ante tu inmensidad


-Verónica Calvo-

-Imagen tomada de la red-

23 de agosto de 2015

Tanka






La soledad
tan mía como tuya
en el silencio
lejanía de cuerpos
y tan lejanas almas

-Verónica Calvo-





                                                                                     

-Imagen: Laura Martinent-