8 de octubre de 2020

Quiero

-Imagen tomada de la red-


Quiero tu mirada,
aquello que ocultas
y te hace entre la sombra.
Quiero campar por el campo
de tu escarcha.
Dame el canto de tu fuente;
déjame que en él duerma,
aunque la hiedra me devore.
 
Quiero esa mirada tuya,
la que es derrota y victoria.
Quiero transitar tus primaveras,
en la espera de este invierno,
que llegará, llenándolo todo.
Déjame tendida al sol
mientras me miras desaparecer,
en el murmullo de tu fuente.
 
Dame todo
aunque nada quiera.
 
Y aunque nada quiera,
sabes que de ti, lo quiero todo.
 
-Verónica Calvo-

2 de octubre de 2020

Lluvia en el cristal


-Imagen tomada de la red-


Al silencio roto
por la lluvia contra los cristales,
lo llamábamos felicidad.
Jamás nos sentíamos solos.

En nuestra orilla,
el sol nunca se velaba por la bruma.
Leíamos poemas de Ginsberg
y dejábamos que el mundo orbitara a su manera.


Hubo una tormenta.
Una huida hacia delante.
Quedó el tiempo como un destiempo prematuro.
 
Ahora solo hay ruido.
Y nubes que corren por el cielo.
Silencios que son vacíos,
porque desde que te fuiste,
la lluvia contra el cristal,
se llama añoranza.
 
 
-Verónica Calvo-


23 de septiembre de 2020

Sam Shepard: de Crónicas de motel

                                                               -Imagen tomada de la red-

Esta noche alejo de mí a todo el mundo. Lo he hecho durante todo el día, pero esta noche sigo haciéndolo hasta con virulencia. He acampado junto a mi ventana favorita y por mucho que toquen armónicas, por mucho que oiga entrechocar los platos, risas y voces de otras habitaciones de esta casa, nada me arrancará de aquí. Lo que verdaderamente ansío es el momento en el que se desvanece el día. Coches que acaban de encender los faros. Lechuzas tanteando el terreno. Este ataque de malevolencia se desvanece poco a poco cuando se hace verdaderamente de noche.

   Siempre me pongo raro con el Veranillo. Ya lo he notado otras veces. Mi organismo entero se siente estafado. Justo cuando el cuerpo empezaba a enamorarse de las doradas hojas de Chopo que caían planeando. Del olor de la leña de Madroño quemándose. El Veranillo desgarra de parte a parte el salvaje encanto del Otoño.

   No tengo ganas de rondar por ahí quitándome hasta la camisa. Lo que quiero son gruesas capas de mantas canadienses y un buen fuego. Y perros. Y noches frías, frías.

 -Sam Shepard-

 22/9/80

Santa Rosa, Ca

(De Crónicas de motel)


16 de septiembre de 2020

Poema en días extraños


Escribir un poema,
a pesar de tener la palabra perdida,
viene a ser como escribir, en el agua de los ojos,
una estrofa de esperanza, un canto a la vida.

Y ahora vendrá el viento,
y la tarde que no pasa.
Y luego la noche que todo lo vela.

El silencio que cubre,
                               anestesia que no cesa.

No hay poemas.
Nada.

V a c í o.


-Verónica Calvo-