-Imagen tomada de la red- |
Dejaré un poema al alba,
antes de que vuelen mis vencejos.
Seré aire,
relente que a tus brazos no llegue.
Entre versos
dejaré la penumbra
que me anida,
y así, callada,
se fundirán en el olvido,
todas las ataduras
que condenan a la Nada.
-Verónica Calvo-