Solsticio de verano

-Imagen tomada de la red-

Poderosa noche pagana

que vistes de fuego

y te perfumas con leña,

te conmemoramos.

Nosotras, hijas del solsticio,

coronadas con laurel,

te reverenciamos.

Sentimos,

en este claro del bosque,

tu fuerza y magia.

En esta hoguera

nos purificamos

y elevamos un canto

junto al calor de las llamas,

que será llevado por el humo

hasta las estrellas.

Y así, danzamos unidas.

Siendo fuego y esquirla.

-Verónica Calvo-

Transición

-Imagen tomada de la red-

Será derramarse

en la noche y su silencio.

Dar y recibir

en el baile de fluidos.

Alterar el pulso,

morir en la pupila

y revivir en el oleaje.

Sin promesas,

ni miradas a la luz de una vela.

Será 
      renacer

mientras la bruma del pasado se disipa.

-Verónica Calvo-

(Febrero, 2014)

Máximas mínimas 6

-Imagen Broke Shaden-

I.

Pongamos que el viaje

está siendo algo monótono.

Supongamos que el paisaje

se me antoja más de lo mismo

en ir hacia un horizonte cubierto de nubes.

Pero decidí dejar(te) atrás y sin más,

sigo subiendo a trenes en distintos andenes.

II.

Como viajera sé que hay tramos y paisajes.

A veces se hace pesado,

otras más ameno.

Algunas veces en el trayecto

conoces gente que enseguida se apea.

Otras las reencuentras en diferentes andenes y se quedan.

III.

Quien es viajante

sabe que el movimiento varía el paisaje.

Entre un túnel y otro todo cambia.

Inexorablemente, todo cambiará.

-Verónica Calvo-

Padre

-Imagen Pierre Soulages-

Desde la quietud de esta madrugada.

Desde mi silencio que es palabra.

Así vuelvo a tu presencia

tan añorada y necesitada.

Decir que tu voz

resuena en mi alma

y tu calor, en mi corazón,

unido al tuyo por la magia.

Una vez más

un poema a tu ausencia,

a ese dolor que no acaba.

-Verónica Calvo-

 (A mi padre, en su memoria)

Deambular

-Imagen Christian Schloe-

Deambulamos

las calles de domingo.

Una nube de sueño

todavía en la mirada.

Paso lento

pulsación acelerada.

Yo, bajo tu sombrero

de ala ancha.

Tú, anudado

a mi collar de cuentas blancas.

Y ambos bajo ese cielo

protector que nos ampara.

Me susurras al oído

algo que parece una esperanza.

Yo sonrío y me instalo

en la calidez de tu palabra.

Deambular

contigo en el recuerdo de tu mirada.

-Verónica Calvo-