-Imagen
Katia Chausheva-
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Abandónate, abandónate. El exceso
es
el único alivio
así
que abandónate. El sol está en el árbol.
Pon
tu boca sobre la mía. Abandónate al
rayo
y al ardor, pues el miedo son escenas soñadas
de
lo que sucede tras la muerte. Es ser rechazado por
lo
que se inclina con dolor.
En
la mente el codo se dobla, alza la copa.
Lo
peor está todavía por soñarte,
así
que doblega la intriga que
soñaste.
Huye de la aguja de heno en el árbol
del
cerebro.
El
exceso atrae por oleadas. Las estrellas se consumen.
La
oropéndola
se
asoma y se lamenta. El miedo es el temor a ser
menos
para
siempre. Así que abandónate. Inclínate y besa
cuanto
veas.