-Imagen Duy Huynh-
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He
visto tu trigo
ausente
de consciencia.
He
saboreado
mil
cuerpos en tus versos.
He
ascendido
y
agarrado tu cometa.
Llévame
a ser ceniza
antes
de ver la aurora.
Nutre
con arcilla
este
vacío de tanta deshora.
Quédate.
No molestaré.
Instálate,
como ese pájaro de tu verso,
que
vuela en la cárcel de su cielo,
y
dame más poesía.
Sí,
Poeta,
no
lo sabes, pero te quedas.
-Verónica
Calvo-