-Imagen Igor Lihovidov-
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Un eco nuboso retumba a lo lejos
y sacude sus sueños que huelen a vida.
Despierta entre espuma de sal
y sabe que la emoción no era fingida,
ni definida,
ni
sometida.
Hay muchas razones y una sola vía.
Poco queda de lo etéreo pues se diluye
en el centro de la melancolía.
Y ahora
se viste de viento poniente
y se adorna con el polen de los días.
-Verónica Calvo-