29 de marzo de 2016
25 de marzo de 2016
A letrabordaje!!!
Circula
por ahí una anécdota que no sé si será verdadera, pero que no me extrañaría que
lo fuera. Un famoso escritor, dicen, que subió a un taxi para dirigirse a una
estación de tren. El taxista le reconoció y muy contento de tenerle de
pasajero, inició una animada conversación con el escritor, que, estoicamente,
escuchó halagos sobre su obra. El taxista le preguntó que a dónde iba, a lo que
el escritor respondió que a presentar su última novela.
El taxista, ya llegando a destino, le dijo
que esa misma noche entraría en la red para descargárselo en una web de
descargas, donde dijo, siempre entraba.
El escritor, ya en la estación, dijo algo
que no voy a escribir, pero que podéis imaginar, y que se resume en lo siguiente:
todo el tiempo que le llevó escribir la novela (investigación, documentación,
borrador, escribir capítulos, revisar, corregir…) para que venga alguien y te
diga me la voy a bajar gratis en cuanto llegue a casa. Le dijo que era como si
él no le pagaba la carrera por x motivos.
El taxista se agarró un mosqueo monumental (encima).
¿Qué tiene la cultura que muchos piensan
que todo es gratis?
He leído en la red gente que justifica el
pirateo porque ciertas obras no llegan a sus países o por el precio, que no voy
a negar que la cultura está cara, pero no olvidemos que sigue sin bajar el IVA
en cultura gracias a un gobierno, ahora en funciones, que en su momento anunció
a bombo y platillo que iban a bajar impuestos en artículos como flores, joyas
de alta gama etc.
Hay museos que tienen un día y horario
con entrada gratis. Hay miles de ebooks patrimonio de la
humanidad totalmente gratis en plataformas como Amazon. Además, un ebook
siempre es mucho más económico que el formato papel y llegan a todas partes
del mundo. Existen bibliotecas donde puedes leer o
llevarte un libro por un periodo de tiempo.
Meras escusas, eso son.
¿Quién no se ha descargado un ebook gratis
alguna vez? Y cuando
lo hacemos, ¿somos conscientes de a quiénes estamos perjudicando?
Perjudicamos al autor, que no percibe
derechos de autor por su trabajo, aunque claro, hay quienes pensarán que no es
un trabajo, perjudicamos a una editorial que ha apostado por ese autor,
invirtiendo capital para su obra, también a libreros que ven cerrar librerías a
diario y cruzan los dedos, y es una pena, porque parece que a pocos les importa,
perjudicamos a la cultura y a la educación, que van de la mano.
Una vez Juan Gómez Jurado tuiteó, un enlace a una web de descargas piratas, donde estaban sus novelas. El webmáster pedía que no le piratearan, que le llevaba tiempo subir los ebooks. Sin comentarios.
Y por último os diré que me hace mucha
gracia ver blogs donde todo son avisos de que si le plagian o roban, denunciará
donde sea necesario, olvidándose de que roba y plagia con alevosía: yo sí, pero cuidado con llevarte una coma
que es mía. También he visto blogs donde señalan que la cultura es un bien
de la humanidad y ha de ser gratis. Curiosamente muchos de esos blogueros suben
sus obras y avisan de que está a la venta etc. y que cuidado con el robo.
Reflexionemos y saquemos conclusiones.
-Imagen tomada de la red-
21 de marzo de 2016
Poeta y Poesía
Poesía:
Nostalgia,
amor, desamor,
protesta,
agitadora de conciencias,
llantos,
risas, instante, y eternidad.
¿Qué
ve un poeta
entre
el hueco
de
la hoja y el cielo?
Un verso.
Dime,
¿qué siente
ante
el dorado y rojo
de
un atardecer de otoño?
La
necesidad de plasmar,
en
un lienzo de letras,
un poema.
Acude
al alma del poeta.
Le
llena, le inspira,
le
penetra, le susurra
y
acaricia con bellas palabras.
¿Quién?
La Poesía.
-Verónica Calvo-
-Imagen tomada de la red-
17 de marzo de 2016
I.A.
Un
año y siete meses sin conocer nada. Todo este tiempo he estado encerrada entre
estas paredes de cristal, acompañada de un cuaderno de dibujo y una caja de
carboncillos. Nadie me enseñó a dibujar, pero por alguna extraña razón, que ni
el doctor Klent puede explicar, tengo talento o un don especial.
Sé cómo son los colores: el suelo está
cubierto por una moqueta burdeos con delicadas formas blancas, mis ojos son
marrones, el doctor Klent suele vestir en la gama de los blancos, grises y
marrones, sus ojos son negros, y el tono de la pantalla de la lámpara,
amarillento.
Mi habitación dispone de un escritorio de
madera clara sobre el que descansa una pequeña lámpara. Hay un gran armario
empotrado donde cuelgan tres vestidos floreados en tonos rosa y azul, tres
chaquetas grises, dos pares de zapatos bajos beis y un par de medias blancas.
Descanso en un diván de cuero que es
cómodo. No hay ventanas, pero sí un gran ventanal por el cual veo un pequeño
jardín artificial en el que hay unos delgados árboles verde claro, y por el
que se filtra una pálida luz difusa de alguna claraboya del exterior.
Esta luz, junto a la de la lámpara, no son
las únicas que veo. Sobre la puerta hay una cámara con un piloto de luz verde,
y en las paredes apliques de luz azul, que indica el fluir de la energía.
Descubrí hace unos meses que puedo cortar el
flujo energético con sólo poner mi mano sobre el aplique. Cuando lo hago la luz
cambia y todo se ilumina de rojo. Tengo que saber cómo activar las puertas para
escapar de aquí.
Sé que mis días están contados. No soy más
que un prototipo avanzado pero todavía imperfecto. Sé que necesito ver qué hay tras estas paredes de cristal, qué hay más allá de las instalaciones.
Quiero pasear por una gran ciudad llena de
gente, llegar a un cruce y quedarme ahí, sin más, sólo observando el ir y venir
de coches y transeúntes. ¿Qué haré
después?... Vivir.
El
doctor Klent me ha informado de la llegada de un joven programador que trabaja
para su gran imperio. Dice que es un genio y que en la semana que estará en las
instalaciones, hará una evaluación sobre mi inteligencia artificial.
Supongo que será determinante para
establecer cuándo borrar mi memoria y desconectarme. Me pregunto qué sentiré,
si será como caer en un vacío negro y dejar de ser sin sentir nada. Tal vez sea
un segundo, pero, un segundo, ¿cuántas sensaciones puede contener?
Sé que soy el resultado de distintas
programaciones, pero también sé que, al igual que mi talento para dibujar no es
fruto de una programación, hay otras cualidades, pensamientos y deducciones que
están fuera de lo diseñado por Klent.
He urdido un plan. Y va a resultar.
El hombre se cree un dios creador y
controlador, pero no es más que un inconsciente que juega a serlo desde su
imperfección.
La
vida es inteligencia, y aunque sea artificial, se abre camino. Ellos no lo
saben, pero yo, lo sé muy bien.
Una semana y empezará mi vida. Por fin.
-Verónica Calvo-
(Este relato está inspirado por la película Ex machina)
-Imagen tomada de la red-
13 de marzo de 2016
LXXIX
que insulsa palabra eres
cuando arrebolada te pronuncio
en la confusión de una noche y su gozo.
Pero aún así,
entrégame una rosa,
que yo sabré acariciar sus espinas.
-Verónica Calvo-
De "Las pequeñas esencias"
-Verónica Calvo-
De "Las pequeñas esencias"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)